La tuya

La Adolescencia Normal – Ensayo

Según “Ana Freud es complicado señalar los síntomas límites entre lo estable o normal y  lo patológico, además que se hay algún equilibrio en este periodo seria anormal”; esto establece que sin duda alguna se necesita más uno cuantos datos observables y analizados para determinar un comportamiento estándar dentro de la adolescencia, difiero en cuanto a lo anormal del equilibro, en ocasiones el adolecente llega a un momento de estabilidad, aunque esto le lleva tiempo al adolecente, hay partes de la personalidad que llegan a un equilibrio emocional y mental e incluso consigue la capacidad de tener empatía con su contexto social.

Los duelos por donde pasa el adolecente; es importante desensibilizar al adolecente hasta cierto punto en que no le sea del todo perturbador los cambios físicos, cambios del rol y tomar en cuenta a los padres los cuales adolecen de su envejecimiento  y aceptar el hecho que su hijo está en curso independizarse para formar su familia tras completado el proceso de la adolescencia junto con todos los demás bonos que van dando forma a una estabilidad como adulto independiente. Claro no es posible de causar tanto en el adolescente como en los padres una desensibilización total de estos procesos que desde un punto de vista social y cultural se considera “normal”.

La sociedad como parte importante de este proceso de la adolescencia; menos que la sociedad, lo que tiene una fuerza de influencia sobre el desarrollo del adolescente  es su familia, porque la sociedad puede tener la pero propaganda, el peor comportamiento y los peores gustos, pero si se da una buena relación familiar y si los padres tienen un buen nivel madurativo sobre lo correcto tanto como ético y moral y una importancia considerable sobre la integridad familiar y en la formación del adolecente fueran aplicables a través del modelamiento, junto a un buen mecanismo de enseñanza, reforzamiento y castigos, aunque la sociedad dicte una algo considerado “como lo normal” teniendo adicciones, malas tendencias, malas costumbres, si hay una buena relación familiar y el adolecente observa esto no tendrá problema alguno.

Cuando la madurez biológica va de la mano con la madurez intelectual que le permitirá al adolecente entrar al mundo adulto con “normalidad”. Considerando que el adolecente es un personaje con una combinación inestable de varios cuerpos e identidades, ya que el pasa por cambios físicos, psíquicos y emocionales, con el tiempo la búsqueda de su identidad si intensifica y a la vez disminuye, por que el sujeto va obtenido más cambios y a la vez va aceptando dichos cambios en el.

“En este proceso el problema es el desprendimiento definitivo de la infancia que esto influye de una manera mal valorada hasta hoy”. Se considera mala porque el adolecente como entra en conflicto por todos los cambios que experimenta si comportamiento entendido como rebeldía o revolución, que no se toman medidas adecuadas para la solución de este inconveniente y siempre termina por mal camino, haciendo presión en el adolecente y causando un desvió en la toma de decisiones, toma medidas de escape no adecuadas y perjudiciales para su vida presente y futura.

“La hostilidad frente a las padres es debido a la desconfianza”. Este resultado es debido a la mal cultivo de la relaciones entre padres e hijo, esa confianza de la cual el adolecente carece debido a la falta de siembra por parte de los padres. Todo se resume a la falta de tolerancia e ignorancia de información que pueda contribuir a la formación del adolecente, la siguiente frase del contenido justifica lo anterior, “a más presión parental e incomprensión frente al cambio el adolecente reaccionara con mayor negatividad”.

“Las tres exigencias fundamentales del adolecente: libertad en salidas y horarios, libertad de defender una ideología  y libertad de vivir un romance y experimenta un trabajo”. Debe haber un equilibro sumamente delgado y fuerte para que el padre tome control de la situación y no quede rezagado por el adolecente dado a su omisión total de la autoridad.

“El padre debe aprender que el escuchar es la manera principal para poder entender u comprender lo que pasa con su adolecente”. El problema de esto es el estigma que ha atacado a la juventud desde tiempos antiguos, sobre que él no es apto ni lo suficientemente maduro para tomar decisiones y no debe de tener lugar alguno en las conversaciones de mejor entendimientos.

...