Neurocriminología

Hallazgos cientificos han demostrado que la violencia esta asociada con factores genéticos, neurobiológicos y pscofisiologicos, lo que impulso el resurgimiento de la criminología biológica. No se puede dejar a un lado la interaccion con aspectos pscosociales y de aprendizaje.

Individuos con alto riesgo biológico pueden ser particularmente vulnerables a ambientes negativos.

La impulsividad se ha definido como la tendencia a emitir una respuesta de forma rápida, sin reflecionar, caracterizada por comportamientos inadecuados, no planificados.

Daños graves en la materia gris y blanca del cortex prefrontal generan expresiones de la personalidad psicopática.

De forma similar, individuos sanos, con trastorno antisocial presentan déficits en áreas prefrontales.

Los efectos patológicos asociados con una región cerebral solo pueden ser comprendidos adecuadamente en el contexto de sistemas neurológicos multicomponentes: Lobulo prefrontal, xona orbitofrontal, ventromedial, cortex cingulado anterior, y estructuras subcorticales como la amígdala, hipocampo y el hipotálamo, implicados en funciones ejecutivas y regulación emocional.

Se espera a largo plazo, que los avances científicos puedan ser adaptados para prevenir el crimen y la violencia, y ser parte de la configuración de un sistema judicial mas moderno y eficaz.

La conducta agresiva se puede clasificar de varias maneras, sin embargo, la mas empleada esta al distinguir entre agresión premeditada y agresión impulsiva, prevalentes en personas que han cometido delitos.

La agresión premeditada tiene lugar de forma fría por parte del agresor hacia la victima, dirigida hacia un propósito especifico.La agresión reactiva se asocia con emociones negativas intensas como ira o miedo, surge como respuesta a una amenaza del entorno. La primera se relaciona mas con la psicopatía, por la ausencia de reacción emocional encolerizada.

Experimento de Raine: Corteza prefrontal en asesinos afectivos, tasas de afectividad baha, mientras que los asesinos depredadores tenían un funcionamiento frontal bueno, permitiéndoles controlar su comportamiento de acuerdo a su fin criminal. En ambos mayor actividad subcortical, pero la expresión de respuestas agresivas, impulsivas y desreguladas varia.

Hipofuncion del lóbulo frontal: No pueden emplear útilmente información del medio para anticipar consecuencias de sus comportamientos. Deficit en las funciones ejecutivas, afectando regulación emocional, cognición y conducta. Estilo de respuesta dirigido por la estimulación externa y la incorrecta interpretación de esta información como amenazante.

Dificultad en personas impulsivas para conectar áreas cognitivas con emocionales, lo que altera la producción de juicios morales

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