Parasomnias

Parasomnias

Unos de los trastornos del sueño que tiene una influencia importante para el estudio de la psicología son las parasomnias. Es necesario comprender estos fenómenos que alteran el comportamiento de los individuos, Caballo (2002) los define de la siguiente forma:

Las parasomnias son trastornos que se caracte¬rizan por conductas o acontecimientos fisiológicos anormales que ocurren asociados al sueño, a eta-pas específicas del sueño o a transiciones de sue¬ño-vigilia. A diferencia de los trastornos que hemos visto anteriormente, las parasomnias no entrañan anormalidades de los mecanismos que generan los estados de vigilia-sueño, ni del momento adecuado para dormir o despertarse. Por el contrario, las parasomnias representan la activa¬ción de los sistemas fisiológicos en momentos ina¬propiados durante el ciclo sueño-vigilia (APA, 2000). Estos trastornos se inician habitualmente aunque no siempre en la infancia y son general¬mente considerados como problemas «benignos». Seguidamente nos detendremos en las principales parasomnias

Parasomnias principales

a) Trastornos del despertar:

• Sonambulismo.

• Terrores nocturnos.

• Despertar confusional.

b) Trastornos de la transición vigilia/sueño:

• Movimientos, rítmicos durante el sueño.

• Sobresaltos durante el sueño.

• Somniloquio.

• Calambres nocturnos en los miembros inferiores.

c) Parasomnias asociadas a/ sueño REM:

• Pesadillas.

• Parálisis del sueño.

• Trastorno de conducta asociado al sueño REM.

• Erecciones dolorosas asociadas al sueño.

d) Otras parasomnias:

• Bruxismo.

• Enuresis nocturna.

• Distonia paroxistica nocturna.

• Mioclonias neonatales benignas del sueño.

Trastornos del despertar.

sonambulismo.

Uno de los trastornos citados por Caballo (2002) es el sonambulismo el cual se caracteriza por un episodio de actividad motora que aparece normalmente durante el sueño de ondas lentas, casi siempre en el primer tercio de la noche. Un episodio típico se ini¬cia cuando el sujeto se incorpora de la cama, gene¬ralmente con una expresión facial blancuzca y con cierta indiferencia hacia los objetos o personas que se encuentran en su entorno. Por ejemplo, puede levantar las sábanas de forma automática o reajustar la almohada antes de levan¬tarse de la cama y ponerse a caminar, bien en la pro¬pia habitación o fuera de ella. Los episodios duran normalmente varios minutos.

Parafraseando a Caballo (2002) a menos que se le despierte durante dicho episodio, no recordará nada al día siguiente, e incluso se sorprenderá por lo que haya podido realizar. El episodio de sonambulismo puede terminar de diferentes formas: en ocasiones, el niño después de sentarse en la cama y realizar movimientos repetitivos, se acuesta y continúa dur¬miendo normalmente; otras veces, el sujeto se des¬pierta mostrando un estado de desorientación durante unos instantes; en otras ocasiones, el niño puede deambular por la casa y terminar acostándose en otro lugar .

Algunas de las causas no están demasiado claras algunas son factores genéticos, psicológicos y déficit en el desarrollo madurativo. A continuación una breve puntualización de las características del sonambulismo:

• Comienza en la mayoría de los casos entre los 4 y 8 años alcanzando su máxima secuencia a los 12 años y desapareciendo espontáneamente a los 15 años

• Lo principal es que el niño no se haga ningún tipo de daño.

Tratamiento especifico para este trastorno:

• Despertar al niño momentos antes del episodio de sonambulismo

• Dormir a las horas adecuadas y con el tiempo suficiente

• No es conveniente interrumpir un episodio de sonambulismo porque lo único que consigue es asustar o confundir al niño

• Utilización de benzodiacepinas

terrores nocturnos.

Dentro de las parasomnias que afectan el sueño encuentran los terrores nocturnos. Según Caballo (2002) “son caracterizados por llanto brusco e inesperado del niño que se acompaña de una expresión de miedo intenso en la cara y sudor frio”. Si se le despierta al individuo este se encuentra confuso y desorientado durante varios minutos y manifiesta una vaga sensación de terror, normalmente sin contenido de que estuviera soñando. Los terrores nocturnos aparecen normalmente a los 2-3 años, así como se menciona el DSM-IV “aparecen durante el primer tercio de la noche asociado al sueño profundo (etapas 3 y 4 del sueño)”.

Algunos tipo de tratamiento para esta parasomnia son la utilización de fármacos como las benzodiacepinas y antidepresivos triciclicos, el tratamiento conductual también a demostrado ser eficaz para tratar las parasomnias, también en niños mayores el entrenamiento autógeno puede disminuir los terrores nocturnos y finalmente regular los horarios de sueño-vigilia.

Las causas principales de los terrores nocturnos son múltiples, entre las mocionadas por Caballo (2002) se encuentran:

• Tensión emocional

• Ansiedad

• Consumo de drogas

• Episodios febriles

• Retraso madurativo

despertar confusional.

Según Pérez-Larraya, Toledo, Urrestarazu, Iriarte (2007) el despertar confusional se conoce también como “borrachera del despertar”. Se caracteriza por la aparición de un cuadro confusional al despertarse del sueño. Los individuos que sufren este trastorno se despiertan

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