Por qué soy como soy

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Personalidad. ¿Por qué soy como soy?

Perla Mar García Jaime

Universidad Autónoma del Estado de Morelos

Facultad de Psicología

Teorías de la Personalidad y de la Identidad

Dr, Gabriel Dorantes Argandar

02 de diciembre de 2022

¿Por qué soy como soy?

Existen cuatro necesidades básicas para sobrevivir, las cuales son beber, dormir, pertenecer y el sexo, donde en esta ocasión el pertenecer es muy importante para el ser humano en el día a día, ya que somos seres sociales, y de alguna forma se necesita la aprobación social.

Esto lleva al hecho de que necesitamos siempre de los demás, en algún o todos los aspectos de nuestra vida, y el sentirte satisfecho en todas esas áreas, en mayor o menor porcentaje habla de la personalidad de cada uno, y para esto viene la pregunta más importante, ¿qué es la personalidad? ¿Cómo influye la personalidad en el ser de alguien? ¿la personalidad define lo que somos y lo que seremos? Y, ¿por qué somos quien somos?

Podemos empezar con que la personalidad es algo difícil de explicar, no tiene un concepto prediseñado para que todos opinen los mismo, así como la misma concordancia. “La personalidad hace referencia al conjunto de rasgos individuales que se poseen y que diferencian a unas personas de otras. La personalidad explica nuestra forma habitual de comportarnos y engloba toda la estructura psicológica, es decir, tanto los aspectos intelectuales como los motivacionales y afectivos”. (Martínez, 1997, p.66).

Influye mucho el enfoque desde donde lo estés visualizando, ya que en esta van variando los autores y claramente el fundamento para respaldar lo dicho, siendo que en esta ocasión se verá todo desde una perspectiva psicoanalítica, humanista y conductual, para entender las diferencias así también las similitudes.

El poder llegar a interpretar lo que somos y el por qué somos como somos, y a los demás que nos rodean, podremos darnos cuenta que muchas de las veces vivimos presionados bajo un constructo social que nos dice cómo actuar y que debemos ser, el tener etiquetas que delimita a muchos para ser quien de verdad quieren, pero para esto, todos esos factores que influyen para ser así, eso que muchas veces no crees que tiene tanta importancia pero termina siendo lo contrario, todo ese conjunto del “todo” es la personalidad.

Podemos observar que, aunque es un concepto, se tiende a tener ciertas posturas y perspectivas distintas, lo subjetivo de lo objetivo se queda cada vez más cerca de lo que creemos, pero podemos aprender e identificarnos con uno o distintos autores.

Nos remontamos al psicoanálisis, con Freud, donde tiene una perspectiva muy distinta a la ahora se tiene, pero que sin duda es muy importante en primera para poder determinar la psicología, cabe señalar que no era psicólogo, pero sus aportaciones fueron fundamentales para dicha ciencia. Como tal vez antes ya lo hayas escuchado Freud se inclinaba por darle una perspectiva encaminada al sexo, donde la mayor parte de su enfoque tenía una explicación sexual siendo ahí donde entran las etapas del desarrollo psicosexual.

“…Freud describió tres estructuras de la personalidad. El ello es primitivo y la fuerza de los impulsos biológicos. Es inconsciente. El yo es la parte racional yo es la parte racional y competente de la personalidad. Es la estructura de la personalidad más consciente (sin embargo, no del todo consciente). El superyó está formado por las reglas e ideales de la sociedad que el individuo ha internalizado. Algo del superyó es consciente, pero mucho de él permanece en el inconsciente. (Cloninger, 2002, pag. 43).

Tallaferro (1985), menciona la perspectiva Freudiana acerca de la personalidad, donde tiene una fuerte relación entre la búsqueda del placer y los impulsos siendo estos los dominantes de todos, intentando llevar un equilibrio. Siendo las bases de la pulsión se formularon las etapas del desarrollo psicosexual o de la libido (fuerza sexual que atraviesa desde el nacimiento hasta la adolescencia), en el pasar adecuadamente por estas etapas te irá determinando la personalidad; para Freud, la última etapa termina cuando inicia la primera relación sexual, que para los tiempos donde se desarrolló concuerda la creencia de las edades a las que se determina cada una de ellas.

Todas las etapas psicosexuales si se van desarrollando a lo largo de nuestra vida, y todas tienen un papel importante, pero el hecho de la gran relación que tiene con el sexo, muchas veces no aplica y te hace cuestionarte de todo lo visto, pese a eso te daremos una visión de lo que implica cada etapa, y te toca a ti cuestionar o apegarte a cada una de ellas. Según (Montaño et al., s. f., pp. 88-89)

Las etapas psicosexuales son cinco y las vivencias en cada una de ellas dan cuenta de un posible perfil de personalidad. A continuación se presenta cada una de estas etapas.

Etapa oral: del nacimiento hasta los 18 meses… Según Freud (1967; citado por Pervin & John, 1998), los niños que obtienen buena gratificación durante esta etapa tienden a ser adultos optimistas, crédulos y confiables, mientras que los que no son satisfactoriamente gratificados tienden a ser pesimistas, sarcásticos, discutidores y hostiles.                                                 Etapa anal: comprende de los 18 meses a los 3 años aproximadamente, en esta etapa el placer del niño está concentrado en el ano y lo experimenta a partir de la expulsión y retención de heces fecales… (Freud, 1967).                                                                                                              Etapa fálica: comprende de los 3 a 6 años, es una etapa muy importante porque es este el momento en que los niños empiezan a descubrir sus genitales, entonces se apegan mucho más al progenitor del sexo contrario mientras que experimentan sentimientos de rivalidad con el progenitor del mismo sexo. De no darse una adecuada identificación con los progenitores se forma lo que en los niños se conoce como complejo de Edipo y en las niñas complejo de Electra (Papalia & Wendkos, 1997).                                                                                                                    Etapa de latencia: va de los 6 hasta los 12 o13 años; Freud creía que en esta etapa el interés por el sexo disminuye y los niños pueden jugar con los otros niños del mismo sexo sin experimentar ninguna dificultad (Papalia & Wendkos, 1997). Finalmente, de los 13 años en adelante Freud describe la etapa genital, momento en el cual se despiertan los impulsos sexuales permitiendo que el adolescente satisfaga todos los deseos reprimidos durante la niñez…

Cada una de éstas etapas van formando y fortaleciendo lo que es la personalidad, pues son parte de nuestras necesidades básicas para vivir, y el irlas llevando acabo logran dicho objetivo, al terminar la etapa genital, ya estaría concluida, así como definida tu “personalidad”, todas estas etapas desarrolladas correctamente según Freud, hace a personas responsables, seguras de sí mismas, orientados, optimistas, etc. Y en caso de lo contrario, personas pesimistas, hostiles, autodestructivos, etc.

Siendo así nos vamos a una perspectiva más neopsicoanalista y humanista, donde autores como Allport, Catell, Ellis, siendo algunos de los que hicieron grandes aportaciones. Por esta parte se le quería dar un sentido más natural del ser humano, darle un sentido a la vida y una perspectiva distinta, siendo ahí un libro muy importante y referente el de “El hombre en busca de sentido”.

“El hombre no inventa el sentido de su vida, sino que lo descubre” (Frankl, 1946) dándole un significado mas profundo de lo que puede parecer, ya que se trata de que con el día a día iras descubirendo lo que quieres así también lo que necesitas, es esa parte de lo que vas haciendo y como lo vas haciendo, esas motivaciones diarias que te hacen poder seguir y ser una persona satisfecha consigo misma, este punto donde las cosas no son nada fáciles de hacer, pero el persistir te ayuda a encontrar el sentido que debe de tener la vida, siendo el dueño tú de poder hacerlo, algo más personal, más humanista, es  por ello que Frankl, (1946) dice, “La búsqueda por parte del hombre del sentido de la vida constituye una fuerza primaria y no una "racionalización secundaria" de sus impulsos instintivos. Este sentido es único y específico en cuanto es uno mismo y uno solo quien tiene que encontrarlo; únicamente así logra alcanzar el hombre un significado que satisfaga su propia voluntad de sentido”.

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