Reflexión Sobre La Obesidad

El objetivo de ésta reflexión es facilitar un espacio para el pensamiento sobre aspectos relacionados con la prevención y el tratamiento de la obesidad, desde una nueva perspectiva: la reeducación de hábitos alimentarios. Muy a pesar de los constantes esfuerzos realizados por la comunidad científica para encontrar una solución a la OBESIDAD y al SOBREPESO, podemos afirmar que estos problemas siguen creciendo a pasos agigantados, transformándose en una epidemia a nivel mundial en cualquier escala social.

Conocemos las consecuencias que sobre la salud provoca la obesidad y el sobrepeso, al mismo tiempo que nos alarma el súbito crecimiento en las últimas décadas de casos en niños y adolescentes. Por tanto es preciso poner el foco en la PREVENCIÓN, logrando identificar y modificar ciertos hábitos familiares, sociales y educativos, aprendiendo nuevas formas de vincularnos con los alimentos y logrando introducir dentro de nuestro repertorio conductas más sanas y saludables.

Llama la atención que cuantas más soluciones se ofrecen para adelgazar, este problema avanza y cada vez hay más personas que presentan problemas de obesidad y sobrepeso.

Basta con abrir cualquier revista de actualidad para observar la cantidad de publicidad, ofertas y remedios para alcanzar esa “figura”, ese ideal que la sociedad al mismo tiempo nos exige.

Un buen comienzo sería por empezar a desterrar la idea de que la obesidad es una “Enfermedad incurable”, porque partiendo desde esa afirmación, nos resta ciertas posibilidades de intervención y de acciones más generativas para el logro de ciertos cambios.

Es como entregarnos a una especie de “maldición” que nos viene desde afuera y nos marca un destino previsible, esperado, sin solución.

Comienza entonces un “círculo vicioso” que nos lleva a hacer siempre más de lo mismo: bajar de peso, subir, para volver a bajar y volver a subir, donde en cada vuelta de éste círculo se va intensificando la sensación de angustia, frustración, debilidad e impotencia.

Por eso, la obesidad no es una enfermedad en sí misma, lo que “enferma” son los intentos fallidos de solución.

Decía Albert Einstein que si queremos resultados diferentes, no sigamos haciendo lo mismo.

Cambiando nuestra manera de observar al mundo, de observarnos a nosotros mismos, modificando nuestras propias conversaciones y nuestros juicios estaremos en condiciones, de iniciar acciones diferentes logrando resultados significativos.

La responsabilidad de hacernos cargo de nuestros actos y la declaración de una misión agrega valor y sentido a nuestra vida.

La mayoría de los tratamientos propuestos en obesidad, se centran en la pérdida de peso, aislando este objetivo

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