Sofrologia

Cada ser humano tiene sus sombras, sombras que resultan ser emociones o cualidades negativas, que serian catalogadas como indeseables pero no se ven así mismos con ellas, sino que las hacen evidentes en otro cualquiera antes que en ellos.

Cada ser humano tiene zonas escondidas, gustos y afinidades que escondemos porque muchas veces no son bien vistas ante la sociedad o incluso ante nosotros mismos, entonces como método de autodefensa lo que se intenta hacer es saciar nuestra inconformidad con el medio exterior sin darnos cuenta de que el verdadero problema esta en el interior e incluso mas cerca de lo que llegaríamos a imaginar.

Tenemos que darnos cuenta de que nosotros somos los únicos responsables, que cada cual es culpable de aquellas sensaciones negativas sino que es algo que se desarrolla al interior de la persona, y ante ello tomar conciencia y responsabilidad de lo que se esta haciendo consigo mismo.

Y no solo eso sino que invertir todo aquello negativo y verlo desde un punto de vista positivo, transformando el mundo propio pero esto no es fácil; es básicamente una forma de hacer aceptable aquello que nosotros mismos queremos negar, y la manera poco agradable en la que vemos al mundo.

Como resulta después de esconder lo que realmente somos, nuestra identidad queda gravemente reducida, algo distorsionada y pobre y no solo eso sino que esa pequeña persona es acosada por la sombra a la que no le damos una atención consciente.

Pero la sombra siempre quiere salir y aparece con sentimientos como la depresión o miedo e incluso ansiedad, haciéndonos débiles y victimas de nosotros mismos, la sombra se convierte en lo opuesto a lo que somos conscientemente y lo que creemos ser.

De hecho una manera efectiva de ver nuestra vida desde el punto de vista de nuestra sombra simplemente pensamos en todo lo contrario a lo que conscientemente deseamos y queremos incluso lo que llegamos a sentir y todo aquello que creamos.

Pero después de hacer esto no quiere decir que vayamos a actuar de acuerdo a él, sino que partiendo del mismo, darnos cuenta de lo que nuestra sombra nos quiere decir sin dejar que ella tome el control, realizándolo de una manera pasiva consciente antes de que tome partido y nos haga actuar ciertamente en contra de nuestra voluntad.

Y no solo eso, ya que al mostrar lo que la sombra desea e intentar reprimirla no vamos a lograr mucho, sino que incluso va a empeorar lo que necesitamos es ser “solidarios” con ella agrandando los sentimientos propios negativos como si al estar triste intentar estar aun mas triste y así unificar lo que somos como seres humanos integrales.

Primero tenemos que darnos cuenta que la influencia que creemos que el exterior tiene sobre cada uno, que es lo que nos estamos haciendo a nosotros mismos, al atormentarnos y de hecho comprender que ese es el deseo de atormentar a los demás, al hacerles cualquier cosa o sentir algo por ellos tan simple como odio, amor, rabia, envidia, o engañarlos, mirarlos, abrazarlos, besarlos, cuidarlos, etc.

Y si la emoción no es enviada correctamente volverá hacia nosotros como el viejo hábito de dirigirla en nuestra contra, pero la mejor alternativa es dirigirla hacia el exterior.

Nos damos cuenta de que al exagerar lo opuesto a nosotros nos damos cuenta de que todo aquello que amamos y odiamos de los demás no es algo más que cualidades de nuestra sombra, y no es algo en las relaciones interpersonales sino un problema con nosotros mismos.

Por ello al abrir paso a nuestra sombra aplicamos nuestra identidad, y hacemos menos notable el abismo que tenemos dentro entre nosotros como persona y nuestra sombra.

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