Sugestionamiento

¿Cómo convencer a un auditorio? Dale Carnegie (2001) afirma:

El problema de hacer que la gente acepte nuestras ideas u obre de acuerdo con nuestras sugestiones se reduce a esto: introducir la idea en sus mentes e impedir que surjan ideas contrarias y opuestas. El que tenga habilidad para esto, será poderosos como orador y como profesional o político. (p.258)

Existen dos rutas para el convencimiento clasificando a un auditorio en dos tipos de personas un grupo más reflexivo que el otro.

Richard Petty y John Cacioppo (1986; Petty y Wegener, 1999) y Alice Eagly y Shelly Chaiken (1993; 1998) dieron un paso más. Plantearon la hipótesis de que el convencimiento ocurre a través de dos vías. Cuando la gente está motivada y es capaz de pensar sistemáticamente en un tema, sigue la ruta central de la persuasión , es decir, se centra en los argumentos. Si éstos son sólidos e incitantes, se da el convencimiento. Si el mensaje contiene únicamente argumentos débiles, la gente reflexiva notará que carecen de peso y los refutará

Simplemente ocupados, no nos darnos el tiempo para reflexionar en el contenido de un mensaje. En lugar de ponderar si los argumentos son convincentes, seguirnos la ruta periférica de la persuasión, es decir, nos enfocarnos en indicios que disparan la aceptación sin razonar demasiado. Cuando las personas están distraídas o no tienen motivaciones para pensar, las afirmaciones familiares y fáciles de entender son más convincentes que las novedosas con el mismo significado. Así, para la gente desinteresada

o distraída, "no pongas todos los huevos en una canasta" tiene más impacto

que "no arriesgues todo en una sola inversión" (Howard, 1997).( “ Capitulo 7 Persuasión”,s.f. ).

El convencimiento si puede darse, teniendo el cuidado de inculcar claramente nuestras ideas en los oyentes, partiendo de ideas en las que el auditorio y el orador están de acuerdo tratando siempre de están en armonía también con lo que posiblemente ya saben, evitando en todo momento si fuese posible de entrar en una riña de palabras con alguno de los asistentes si se da que nos llegan a refutar con respecto a nuestras ideas, lo tomamos con calma hallamos una idea en la que el miembro del público y exponente estemos de acuerdo en la que ambos coinciden , de allí tratamos de hacer ver que la idea de este no están tan en contra si no que es por así decirlo una prima hermana de nuestras ideas y de ser una idea muy antagónica no entraremos en un debate cerrado en la que yo como expositor me hare ver como un erudito y al miembro del público como un ignorante y rechazando y tachando toda idea y argumento que este expone, lo mejor será mostrarse como un exponente con política de puertas abiertas mostrándose que es una persona que acepta también las opiniones y comentarios criticas etc, del auditorio, ahora también debe hacer hincapié en el tipo de auditorio al que nos estamos dirigiendo evaluando en que tan grado están también ellos empapados del tema, que tanto saben han oído o experimentado de acuerdo a lo que expondremos, de esa manera ir poco a poco ganándose el apego del público y valiéndonos de dos formas podemos hacerlas herramientas primordiales a la hora de exponer: utilizando la ruta central: exponer nuestras ideas coherentes con sencillez y con ejemplos que a los asistentes les sean familiares. La periférica: teniendo buena presencia, bien vestido, con la apariencia de una persona exitosa, de tal forma que la sola imagen del orador convenza distrayendo un poco más a los oyentes y desviando su atención del mensaje, 0 de lo que se les está diciendo y utilizando frases afirmativas con las que el público empezara a estar de acuerdo con nosotros de tal modo que de forma inconsciente el auditorio ira asimilando y aceptando nuestras ideas.

La buena presencia, el buen porte, la apariencia que tenga el conferencista es primordial, ya que los seres humanos somos seres que muy fácilmente nos dejamos guiar y juzgar por lo que vemos o por cuanto concepto entre por nuestro sentido de la vista, ahora no solo será necesario lo que los ojos del auditorio capten referente a nuestra imagen como orador, sino también nuestra voz debe ser melodiosa agradable suave cuando tenga que serlo y cruda mordaz fría cuando convenga hacerlo,

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