Tanatosecuestro

Mente Criminal

El Tanatosecuestro

Una acción depravada

Desde Colombia, el relato de una tipología delictiva estremecedora, que nos narra el señor Yhon Flabio García, de casos insólitos que se registran en ese país, hace la aclaración de que en México el nombre que se le da es el de tanatosecuestro, palabra híbrida, del griego tanatos: muerte, y secuestro. Reproduciéndolo textualmente y derivado de un libro que está por editar.

Bajo el telón de fondo de esa cruel y atroz conducta criminal denominada secuestro existe tal vez una peor conducta pervertida, demoníaca, detestable y bestial denominada tanatosecuestro.

Tanatosecuestro: Acción consistente en la retención y la demanda de exigir dinero y otras dádivas por la entrega del cuerpo del secuestrado luego de su deceso en cautiverio.

Aunque no es un verbo rector al interior de las respectivas legislaciones y exegéticamente el delito como tal no existe, sino que en su mayoría las legislaciones foráneas lo suscriben como una circunstancia de agravación punitiva en el marco del secuestro extorsivo, pero, sólo cuando la víctima muere en cautiverio, mas no cuando prosiguen las demandas económicas pese a que la víctima ya no se encuentra con vida. Ontológicamente este es un ideal de más gravedad que la propia conducta atroz del secuestro extorsivo.

Gracias a los principios morales y éticos en los cuales se han formado las sociedades y las familias, lo último que quisieran realizar por un ser querido sería darle una digna y religiosa sepultura. Todos pensamos que un día nuestros seres allegados tendrán que fallecer y nos causará un dolor inmenso, pero nunca imaginamos que ese ser quede muerto y tirado a destrucción de la fauna carroñera, gracias al desconocimiento del lugar donde ha sido abandonado. Paradójicamente, aun cuando secuestrados valemos mucho, para nuestras familias al saber que estamos muertos, que ya es tarde, el valor se desborda.

Aunque esta es una practica con poca frecuencia, debido a que en el secuestro extorsivo un porcentaje aproximado al 1.5% muere en cautiverio, ese número tiene la tendencia a incrementarse. Se debe tener muy presente que las organizaciones terroristas y el crimen organizado, a más de ser especialistas en manejar la familia de la víctima de acuerdo a las conveniencias de la organización secuestradora, algunas manejan las posibles variables que pueden surgir durante el cautiverio, entre ellas la muerte de la víctima, lo que los hace a veces más fuertes y con mayor peso psicológico para no cejar en su aspiración económica. En este punto, aunque no se crea, los secuestradores tienen más posibilidad de exigir, pues sus aliados por excelencia son la hostilidad y el luto familiar.

Y es que una familia que sufre el flagelo del secuestro extorsivo, que está inmersa en el caos, en la hostilidad, en la incertidumbre, en la confusión, en la ilusión de ver pronto con su vida a su ser querido y repentinamente recibe la noticia de que su allegado que se encontraba en cautiverio ha muerto obliga a que se continúen las negociaciones económicas para la entrega del cadáver, y así esta familia entrará en una situación mucho más crítica.

Así tenemos

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