Bendecidos para bendecir

BENDECIDOS PARA BENDECIR

Base bíblica: Lucas 5:17-26                        

Propósito:  que los oyentes reflexionen en su condición como hijos de Dios y la responsabilidad que ello implica

Proposición: en el milagro en la vida del paralitico y en la transformación de su condición, encontramos el propósito por el cual se ha hecho el milagro de salvación para con nosotros.                                        

Asunto: el testimonio de un creyente da frutos 

Tema: la salvación tiene como propósito glorificar a Dios

Palabra Clave: testimonio

Introducción:

En este pasaje veremos que sucede con el paralítico y como es que lo que e sucede afecta su vida y la vida de todos los que le rodean, desde las personas más cercanas hasta aquellas que solo lo conocen de vista.

Como es que su encuentro con Jesús transforma su condición de paralítico, a una persona nueva en el uso de todas las facultades que Dios le había dado.

Oración transicional:

Con estas ideas en mente, veremos que es lo que ocurre cuando una persona tiene un encuentro personal con Cristo, como es que sus cadenas de esclavitud son rotas y ahora es libre para la gloria de Dios.

Divisiones:

Esclavos del pecado V.18,19. 

Jesús estaba rodeado de una gran multitud, de diferentes clases sociales, Él conocía la condición de cada uno, así como sus motivaciones.

En ese contexto, sabía que cuatro hombres traían un paralítico, con el anhelo de que este pueda ser sanado, sin embargo, la multitud impedía que el paralítico se acerque a Jesús.

Jesús concia la necesidad del paralítico, Él pudo haber pedido que hagan espacio y lo dejen pasar, pero era necesario que la fe de este sea probada y que su proceder influya en el encuentro que tendría con Jesús.

Este hombre estaba postrado en su lecho, lo cual nos indica que no podía valerse por sí mismo, dependía de los demás, no imagino cuanta frustración, amargura, tristeza puede ocasionar ello, lo mismo sucede cuando estamos envueltos en nuestros delitos y pecados, quizá si nos valemos por nosotros mismo, pero no vivimos una vida de libertad y gozo, estamos atados a nuestros pecados, nuestras pasiones, que solo nos dan ansiedad, insatisfacción, dolor y nos conformamos a lo que el mundo nos dice que es bueno y mejor.

Como dice Isaías 5:20 “¡Ay de los que a lo malo dicen bueno, y a lo bueno malo; que hacen de la luz tinieblas, y de las tinieblas luz; ¡que ponen lo amargo por dulce, y lo dulce por amargo!”

Libres de condenación

Los versos siguientes nos muestran como la fe mueve montañas, a pesar de la las circunstancias, para el paralítico y quienes lo llevaban no hubo obstáculo.

Se tomaron el trabajo de hacer un hueco en el techo para hacer descender al paralítico. Esto nos habla de la gran necesidad de este hombre y de que quienes le acompañaban eran cercanos a él, quizá amigos o familiares que habían oído de Jesús y su fama y viendo la vida del paralítico deseaban lo mejor para él. El verso 19, nos dice que Jesús reconoció la fe de ellos, no solo la del paralítico.

Hay un momento en nuestras vidas en que alguien nos hablo de Cristo, y no necesariamente en ese mismo instante, pero llega el momento en que nos damos cuenta de que estamos tan vacíos, o pasamos por alguna situación adversa en la cual este mensaje que llego a nuestros oídos hace eco en nuestros corazones y así como el paralítico, llegamos a los pies de Cristo.

2 corintios 5:17 De modo que si alguno está en Cristo, nueva criatura es; las cosas viejas pasaron; he aquí todas son hechas nuevas.

Entonces Jesús le dice: Ten ánimo, hijo; tus pecados te son perdonados. Jesús le dice tranquilo, estoy contigo y añade tus pecados te son perdonados, en ese momento el corazón de este hombre está expuesto totalmente delante del hijo de Dios.

• Levántate, Jesús le está diciendo al paralítico, una nueva vida inicia, tienes una nueva condición ya no estarás más tiempo postrado.

Es así con nosotros, cuando reconocemos nuestra condición delante de Dios y nos arrepentimos, inicia una vida nueva, libres de condenación

• Toma tu cama, cuál era la necesidad de llevar su camilla, ahora podía correr, saltar, ya no la iba a necesitar, Jesús le está diciendo, no olvides donde te encontrabas y dónde estás ahora.

Si bien es cierto iniciamos una vida nueva, pero nuestro corazón sigue tendiendo al pecado. Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá? Jeremías 17:9

Entonces es necesario ser consientes de que es imprescindible nuestra comunión con el Señor, porque solo así, podremos vivir en libertad.  

Los frutos de una vida nueva

Recordemos que entre la multitud también estaban los fariseos y entendidos le la ley, y cuando sucedió el milagro y el paralítico ando, ellos murmuraban y cavilaban en sus corazones, no podían entender y reconocer el poder de Dios.

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