Christifideles Laici

Christifideles laici

Christifideles laici es el nombre de una Exhortación apostólica Post-Sinodal del Papa Juan Pablo II, firmada en Roma el 30 de diciembre de 1988 como resumen y compendio de la doctrina surgida del Sínodo de los Obispos que tuvo lugar en la Ciudad del Vaticano en 1987 cuyo lema fue: "Vocación y Misión en la Iglesia y en el mundo a los veinte años del Concilio Vaticano II". Trata sobre todo de la misión de los fieles laicos (christifideles laici) en la Iglesia y en el mundo. Ha sido tomado como texto de referencia por muchos movimientos y asociaciones laicales, que proliferaron bastante a partir del Concilio Vaticano II.

Asociación de fieles [editar]

Christifideles laici es también el nombre de una asociación de fieles de la Iglesia Católica, nacida en Barcelona (España) en 1992, cuyo nombre completo es Christifideles Laici, Movimiento para la Nueva Evangelización. Fundada por el P. Francisco Navarro Bustamante L.C., se trata de una asociación privada dedicada a la evangelización y aprobada por la Iglesia, cuyos miembros (sacerdotes, consagrados y fieles laicos) adquieren unos compromisos específicos de piedad, estudio y acción. Su método específico de apostolado es el llamado Cursillo de Evangelización, que se desarrolla en un fin de semana y que ha heredado bastante del método utilizado por los Cursillos de Cristiandad.

La historia del Movimiento Christifideles Laici se remonta al año 1961, cuando el padre Ginés Fernández del Águila, religioso Misionero del Sagrado Corazón, fundó por orden del entonces Obispo de Barcelona, Mons. Marcelo González Martín, los Cursillos de Cristiandad para jóvenes, en un principio únicamente dirigidos a varones, como respuesta al deterioro que estaban teniendo, en su carisma y misión, los Cursillos de Cristiandad diocesanos[cita requerida]. Estos Cursillos, iniciados en Mallorca en 1942 por Mons. Juan Hervás, el padre Sebastián Gayá y el laico Eduardo Bonnín, todos ellos vinculados a la Acción Católica, nacieron como un nuevo método de evangelización y, demostrada su gran eficacia entre los jóvenes, encontraron amplísima aceptación por parte de los Obispos y se extendieron rápidamente por toda la Iglesia. Respecto a la nueva fundación barcelonesa, el P. Ginés logró reunir un nutrido grupo de jóvenes ampliamente comprometidos del que surgieron numerosas vocaciones a la vida sacerdotal y religiosa.

Heredando este legado del P. Ginés y actuando como respuesta a la urgente demanda de la Iglesia para lograr una ansiada Nueva Evangelización, el actual Movimiento, fundado por el Padre Francisco Navarro en 1992, se propone la evangelización y santificación de los hombres a través de la formación cristiana de las conciencias, tomando como ejemplo el ofrecido por las primeras comunidades cristianas.

El carisma del Movimiento es el mismo

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