Religosa

Tema del Mes 29 del Círculo Cercano de Ministerios Cumpliendo Destino.

“La cultura de gracia y honor”

Jesús siempre nos ha mostrado como Rey de su Reino por medio de su propio ejemplo el estilo

de vida a seguir. Vemos que cuando Jesús tomó la toalla y limpió los pies a sus discípulos

tuvo un gran impacto en ellos. ¿Cuando habían visto que un maestro de su categoría hiciera

eso? Jesús mostró por medio este acto algo esencial, aunque Jesús era Rey y fue destinado a

gobernar, su actitud hacia los demás era de siervo.

¡Era Rey pero, con corazón de siervo. Les estaba sirviendo con corazón de Rey!

El gobierno de Dios no es para ejercer control sobre los demás, sino para que les sirvamos en

el espíritu de su gobierno el cual es en amor, bondad, misericordia, gracia.

Dios establecerá como rey a uno de los descendientes de David.

Él reinará con misericordia y verdad; hará siempre lo que es justo

y estará deseoso de hacer lo correcto. Isa.16:5. (NTV)

Jesús nos enseña: “el que quiera ser el mayor, tome la actitud de siervo.” El Señor tiene

grandes cosas que desea colocar en nuestras manos para que gobernemos sobre ellas. Pero,

deberemos hacerlo en su mismo espíritu: mostrando misericordia y honrando a los que nos

rodean. No te dejes llevar por lo que todavía no ves en los demás, sino por lo que ya han

logrado alcanzar. Mira a las personas como te gustaría que te vieran a ti, “avanzando hacia

adelante siendo transformados en el proceso.”

¡Seamos intencionados en servir a otros en misericordia, gracia y honor!

“INFLUYENDO POSITIVAMENTE A NUESTRA GENTE”

El otro día estaba en una conferencia y una chica vino al final de la sesión para agradecerme

por el mensaje. Abriendo su corazón conmigo me dijo algo que me impactó:

“Es que, ¡no hacemos mas porque nos sentimos menos!”

Ella me compartía como deseaba hacer tantas cosas pero, por no valorarse así misma se veía

limitada en lo que veía que podía realizar. Muchas cosas influían su vida: el enemigo quien

estaba constantemente trabajando para que dudara de quien es y lo que podía hacer, su

pasado, la influencia que tuvieron personas de autoridad en su vida, etc... Todo esto le había

llevado a no atreverse a hacer mas porque se sentía menos. Al escuchar a esta chica pensé,

“¡qué importante es la manera en la que tratamos a nuestra gente!”

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Cada vez soy mas consciente de nuestro papel como personas de autoridad por la influencia

positiva o negativa que ejercemos en los que nos rodean: en nuestro hogar, familia, iglesia o

en cualquier tipo de liderazgo que podamos tener.

En estas cartas mensuales de nuestra Red de Alineamiento deseamos traerte pensamientos de

SUPERACIÓN para tu vida y ministerio. En este mes veremos “Tu influencia como líder.”

Como líderes formamos una cultura a nuestro alrededor. Nosotros creamos ambientes

en los que operamos, hablamos, tratamos a la gente y donde levantamos expectaciones

o las derrumbamos. Debemos ser conscientes que como líderes marcamos la identidad

positivamente o negativamente de aquellos que están a nuestro alrededor, y por lo tanto,

debemos ser intencionados en lo que decimos y hacemos.

Como líder tienes el gran privilegio de inspirar e influenciar a los que te rodean. Tu

manera de hablar a tu gente (hijos, discípulos, aquellos que estén alineados contigo, aún tus

amigos) influenciará la manera que se vean a sí mismos. Tu puedes edificar positivamente

su identidad de la manera que les hablas y les tratas. Tu impactarás grandemente sus vidas

cuando crees o no en ellos, si se sienten amados por ti o no, en lo que escuchan que hablas

de ellos, todo esto influirá la manera en la que ellos se vean así mismos, e influirá en lo que

se atrevan a hacer en sus vidas y ministerios. Como líderes invirtamos en nuestra gente para

que:

“Lleguen a hacer mas, simplemente porque, se siente mas”

Seamos conscientes de nuestra influencia, y hagámoslo positivamente en aquellos que nos

rodean.

Vestíos, pues, como escogidos de Dios, santos y amados, de entrañable misericordia, de

benignidad, de humildad, de mansedumbre, de paciencia; soportándoos unos a otros, y

perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os

perdonó, así también hacedlo vosotros. Y sobre todas estas cosas vestíos de amor, que es el

vínculo perfecto. Y la paz de Dios gobierne en vuestros corazones, a la que

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