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Un Matrmono Felz


Enviado por   •  17 de Febrero de 2013  •  883 Palabras (4 Páginas)  •  242 Visitas

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UN MATRIMONIO FELIZ:

Había una vez un hombre muy bueno.

Era feliz con su mujer, y los dos se entendían muy bien.todo lo que hacia uno le parecía bien al otro.

De esta manera, los días transcurrían en plena felicidad, pues además poseían un poco de tierra, unas monedas en el armario y dos vacas en el establo.

Un día, la mujer le dijo al marido: ¿no te parece que podríamos vender una de las vacas? Con la que quede, tenemos bastante y podremos disfrutar de un poco de dinero sin tocar nuestros ahorros.

Bien pensado, mujer; hare lo que me dices.

Dicho y hecho. Se fue al pueblo con su vaca.

Pero no hallo comprador y cuando volvía, iba pensando tranquilamente:<<No tiene importancia, el mismo camino hay para ir que para volver. Por otra parte, en el establo queda todavía el sitio libre donde puedo volver a colocar la vaca >>.

UN GRAN COMERCIANTE.

Camino de regreso encontró a un hombre que llevaba un caballo. Al ver este la vaca del otro, le pregunto si quería cambiársela. El marido pensó que seria un buen negocio y cambio la vaca por el caballo. Más lejos, encontró a un hombre que llevaba un cerdo y que le propuso también el cambio. El dio el caballo a cambio del cerdo por una cabra, esta por un pato y, por fin, el pato por un gallo.

Todavía estaba muy lejos de su casa, se sintió muy hambriento y pensó: <<Vale mas no tener el gallo y salvar la vida>>, por lo que vendió el ave en un mesón por una buena comida. Después de comer, estuvo charlando con los huéspedes y les conto todo lo que había sucedido desde que salió de casa con la vaca. Uno de ellos le dijo:

-No quisiera estar en tu pellejo cuando llegues a tu casa, pues es seguro que tu mujer se enfadara muchísimo cuando se entere muchísimo cuando se entere de los disparates que has hecho. ¡Puedes prepararte!

A lo que contesto el hombre, tranquilamente:

-¡Que va!, tengo la mujer mas dulce del mundo y siempre encuentra bien lo que hago.

-Pues me apostaría cien monedas a que esta vez, por lo menos te da una buena reprimenda.

-Aceptada la apuesta. Tú te escondes tras la puerta y podrás oír como me recibe.

Así lo hicieron.

TODO ESTA BIEN.

Al anochecer, llegaron a la casa y el amigo se quedó fuera.

-Buenas noches, mujer –dijo el marido entrando.

-Buenas

...

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