El Crimem

En la historia de la humanidad siempre han estado presentes los actos criminales, acciones nefastas contrarias a la vida individual y colectiva; en el transcurso de los siglos las sociedades humanas han tenido que lidiar en contra de tales actos y enfrentar las causas y consecuencias de estos. La historia de la humanidad nos enseña las variaciones y cambios en la definición y apreciación sobre los actos criminales, ellas se han modificado hasta tener el concepto que hoy conocemos y aceptamos. Con el devenir de los siglos han ocurrido transformaciones sociales y culturales que han originado a su vez, nuevos paradigmas que sustentan esquemas de pensamientos, costumbres, normas y leyes con relación a todos los actos humanos, y dentro de estos los hechos de carácter criminal.

Las leyes y las normas establecidas por las sociedades son el material más preciso para ir al conocimiento pleno del concepto crimen; por ser éstas, las convenciones institucionales para enfrentar a las motivaciones y perversiones criminales. Las sociedades, a través de las leyes, establecen los castigos y las penas correspondientes, con el fin de moralizar a sus miembros en el cumplimiento de las normas, y la condena merecida para aquellos que comenten actos criminales.

Con la creación y modificación de las leyes se evidencian los cambios en las tipificaciones de crimen. Las variaciones en las definiciones de crimen, las observamos en primer lugar, en lo que han establecido las leyes. Debido a que el crimen es un acto contrario al valor de la vida, al amor y respeto al prójimo, por tales fundamentos, la humanidad en sus distintas culturas ha instituido a las leyes, como las reglas de obligada obediencia y cumplimiento, necesarias para regir y garantizar la convivencia, y el imperio de la justicia que es el bien más preciado para la vida en sociedad, porque ella asegura la paz.

Las leyes son convenciones que establecen las sociedades, y a través de ellas se prescriben las normas necesarias para garantizar el respeto a la vida entre los hombres y el resguardo a sus bienes. Por los argumentos expuestos anteriormente podemos afirmar que la noción de crimen está aparejada a la evolución de las leyes, porque éstas a su vez, rigen a los códigos que han tipificado al crimen en todas sus modalidades y figuras.

Las disciplinas científicas que tienen al crimen como objeto de estudio (Criminología); y el Derecho que es el estudio de las leyes, establecen otra noción de uso semejante a la de crimen: delito. Entre estas dos categorías hay más semejanzas que diferencias, su distinción es de tipo etimológico y semántico; por ejemplo crimen en sus origen etimológico (griego y latín) proviene del termino cernere que significaba cernir o separar. Y delito proviene del término en latín delicto que significaba “mal obrado” es decir lo que hoy se conoce como delincuente. Está consensuadamente aceptado que la noción de crimen a diferencia de delito está referida a aquellos actos de carácter perjudicial que representan una grave ofensa a la sociedad y es posible que no estén condenadas por las leyes. Y delito es una conducta penada expresamente en las leyes, es antijurídico y es sancionado de acuerdo a su gravedad, desde penas altamente severas hasta penas muy leves.

El crimen al ser una acción contraria a la sociedad y la ley en todos los sentidos, es por consecuencia una acción de carácter injusto, es decir totalmente contrario a la justicia, la vida justa en sociedad que debe estar orientada a la plena convivencia armónica entre los seres humanos. La justicia como supremo valor humano encuentra en las leyes los mecanismos que aseguran su imperio. Las leyes representan en toda sociedad el valor de la justicia, y por ellas se rigen las sociedades; el crimen tal como ya hemos referido va a encontrar distintas conceptualizaciones de acuerdo a los conceptos históricos y culturales.

Decidí realizar este ensayo sobre el crimen, porque hace algunos años empezé a leer a la escritora británica Agatha Christie; quien, posteriormente se convirtió en una de nuestras escritoras favoritas. Esta autora, relata especialmente historias policiales, y la manera en que ella elabora sus relatos es única y muy atractiva. Desde las primeras líneas logra con mucha astucia e ingenio, atrapar al lector en sus argumentos de suspenso y misterio en torno a hechos criminales. Gracias a esta escritora el tema crimen me comenzó a interesar. Pero ella no es el único motivo para decidir la escogencia de éste tema. La otra causa que me estimuló a pensar decididamente en el tema del crimen es nuestro interés por cursar la carrera universitaria del Derecho. Y posteriormente; cuando me gradué de bachiller, me gustaría estudiar Derecho en las especialidades Penal o Internacional. Por lo cual, tener la oportunidad de hacer este trabajo durante dos años sobre el concepto de crimen y su evolución en la historia, me da la seguridad que tendremos una base de estudio fundamental y de apoyo para mis estudios de pregrado en esa disciplina.

Como vía para explicar los comportamientos de los principales personajes literarios e históricos que serán tratados en este trabajo, realizaremos un análisis psicológico apoyado en diferentes teorías, principalmente las elaboradas por Sigmund Freud, Carl G. Jung y Erich Fromm.

De la teoría psicoanalítica de Sigmund Freud, utilizaremos sus definiciones de las instancias psíquicas: El Yo, el Ello y el SuperYo; que definiremos a continuación: “El Yo integra la conciencia, la cual domina el acceso a la motilidad (capacidad para realizar movimientos complejos y coordinados en respuesta a estímulos determinados ); esto es, la descarga de las excitaciones en el mundo exterior, siendo aquélla la instancia psíquica que fiscaliza todos sus procesos parciales, y, aun adormecida durante la noche, ejerce a través de toda ella la censura onírica” . Luego tenemos la instancia psíquica del Ello, que es la parte inconsciente, este representa nuestras necesidades, deseos e impulsos, dentro del Ello encontramos a las llamadas pulsiones de Vida y Muerte o Eros y Tánatos. En las pulsiones de vida o Eros encontramos a los placeres tales como comer y la sexualidad, “Éstas tienden a la unión y a la síntesis, a diferencia de las pulsiones de muerte, que tienden a la destrucción” . La pulsión opuesta a la de vida, la tánatica es aquella que tiende al conflicto, a la destrucción, al crimen, a diferencia de la pulsión de Eros que une, esta ultima separa, ya que está constituida por las actitudes agresivas y destructiva. Y la última instancia freudiana, el Súper-Yo; “El Súper-Yo no es simplemente un residuo de

...