Famitracker

Crea música de videojuegos retro con Famitracker.

Un tracker es un tipo de secuenciador musical (herramienta de composición) que tuvo un gran auge en los 80 y principios de los 90.

Nació como formato en viejos ordenadores Commodore/Amiga, y su característica más importante es que incorpora en el propio fichero tanto la partitura en sí como los instrumentos que utiliza para interpretarla, ampliando enormemente las posibilidades con respecto al MIDI, supeditado a los instrumentos de la tarjeta de sonido del equipo en el que se reproducía.

Famitracker recupera el concepto y el formato para ofrecernos un creador de música enfocado a la composición de música chiptune, concretamente simulando el apartado sonoro de la mítica consola Nintendo Entertainment System.

El sistema es igual que el de los viejos trackers siguiendo la estela del conocido Scream Tracker, aunque centrado en la composición de canciones simulando los recursos técnicos la NES.

De hecho, el propio nombre del programa nos da la pista sobre ello, pues Famicom era el nombre de la consola en su versión japonesa. No hay que asustarse al no ver por ningún lado pentagramas o elementos musicales familiares.

De hecho, el sistema de composición de este tipo de programas lo hace asequible a cualquiera aunque no esté familiarizado con la materia.

El programa se compone de tres secciones fundamentales:

– La pianola donde colocar las notas es el corazón de la herramienta.

Esta analogía es la mejor para hacernos una idea de su funcionamiento, ya que si pulsamos F5 o el icono con el símbolo Play veremos como el cursor comienza a descender verticalmente por una serie de pistas como si se tratara de tambor de una pianola antigua.

Utilizando nuestro teclado como un piano con las teclas simulando la disposición de uno real, colocamos en dichas pistas los sonidos con las notas que queramos, con la ventaja de que no tenemos que hacerlo en tiempo real.

Simplemente, dejamos activada la opción Rec y vamos colocando y borrando con la tecla supr las notas que queramos.

Además, y ya como práctica avanzada, vemos que cada espacio en la pianola se corresponde con la nota en el sistema de notación musical anglosajón, pero a su derecha hay espacios vacíos donde podemos colocar más números y caracteres.

Ahí es donde se pueden asignar efectos a las notas en forma de vibratos, slides o controles de volumen personalizados.

En la propia ayuda del programa tenemos toda la información que necesitemos.

Como podemos apreciar en las capturas adjuntas, inicialmente existen cinco pistas de sonido, dos para reproducir el instrumento como una onda cuadrada, uno para hacerla triangular, otro canal para graves (simplemente, reproduce los sonidos en una escala muy baja) y otro exclusivamente para efectos.

Esto es debido a que el chip de sonido de la NES utilizaba precisamente este formato. Aún así, podemos añadir los canales que queramos.

La mejor forma para comprobar la utilidad de cada tipo de canal es coger un mismo instrumento y reproducirlo en cada canal; verán la diferencia al oírlo.

– El generador

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