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FEDERALISMO Y CENTRALISMO

El Federalismo y el Centralismo son conceptos políticos opuestos que algún día se consideraron viables para la República mexicana. Al ponerse en marcha el proyecto republicano, aparecieron estas dos tendencias. Los federalistas simpatizaban por una república democrática y representativa, con división de poderes, en la que fueran respaldados los derechos de los estados que la integraban. Los centralistas por el contrario, querían un régimen autoritario, en el que el poder presidencial fuese ejercido en todo el territorio del país, sin ninguna limitación derivada de las atribuciones de las diversas regiones en que se encontraba dividido. Al consumarse la independencia en 1821 fue cuando este tema se debatió más, ya que no sabíamos qué hacer con nuestra libertad, no eran varios estados los que surgían, sino un estado unitario, que correspondía al antiguo virreinato. A la caída del imperio, y reinstalado el constituyente, algunas provincias exigieron la implementación del sistema federal. El 12 de junio del 1823 el congreso constituyente emito “voto de congreso"; este expidió la convocatoria para las elecciones del nuevo congreso párala expedición de una constitución que el primer constituyente no había podido hacer. En este se enumeraban 23 provincias, que serían las que eligiera a sus representantes. Según Felipe Tena Ramírez, la finalidad del voto del congreso era porque el congreso ya no era constituyente, sino convocante y carecía de facultades para decidir la forma de gobierno. Aun así, esta es la manera en la que surgieron los estados de la federación mexicana.

El sistema federal fue adoptado por primera vez en la constitución de 1824 donde en su artículo 4 señalaba “La nación mexicana adopta para su gobierno la forma de república representativa popular federal”.

No es ningún secreto que le copiamos esta forma de gobierno a Estados Unidos, quienes se habían independizado antes, siendo Benjamín...

Nuevo congreso para la expedición de una constitución que el primer constituyente no había podido hacer. En este se enumeraban 23 provincias, que serían las que eligiera a sus representantes.

Según Felipe Tena Ramírez, la finalidad del voto del congreso era porque el congreso ya no era constituyente, sino convocante y carecía de facultades para decidir la forma de gobierno. Aun así, esta es la manera en la que surgieron los estados de la federación mexicana.

El sistema federal fue adoptado por primera vez en la constitución de 1824 donde en su artículo 4 señalaba “La nación mexicana adopta para su gobierno la forma de república representativa popular federal”.

No es ningún secreto que le copiamos esta forma de gobierno a Estados Unidos, quienes se habían independizado antes, siendo Benjamín Franklin el autor del primer programa de gobierno federal, en donde confiaba los asuntos de interés común a un organismo central; y los asuntos de carácter local a las colonias.

El sistema federal de Estados Unidos surgió de forma natural por lo que estaban experimentando en el momento, requerían que las colonias fueran estados independientes y a las alianzas confederaciones.

Cuando ellos hicieron una constitución federal genuina en 1887 se reunieron en una asamblea los estados, grandes y pequeños, y a pesar de que unos no estaban de acuerdo con lo propuesto por otros se logró llegar a un consenso surgiendo un bicamirismo propio del sistema federal, donde una cámara representa directamente al pueblo y la otra a las entidades federativas. En la actualidad el mayor poder en Estados Unidos lo tiene el legislativo.

Volviendo al México del siglo XIX las dos corrientes se convirtieron en tema de disputa entre los partidos políticos de este tiempo, Liberales y Conservadores.

Los liberales luchaban por la implementación y el mantenimiento del federalismo,

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