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La Panosteitis


Enviado por   •  19 de Septiembre de 2013  •  2.261 Palabras (10 Páginas)  •  313 Visitas

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Hallazgos clínicos

• La panosteítis es una enfermedad común de los perros jóvenes de razas medianas a grandes; afecta uno o más huesos largos, y se caracteriza clínicamente por claudicación, debido a que es una patología dolorosa, aunque auto limitante. Se la conoce también bajo diversos sinónimos: enostosis, osteomielitis juvenil, osteodistrofia fibrosa, (enfermedad de huesos largos), y panosteítis eosinófila.

• La raza más afectada es el pastor alemán y sus cruzas, aunque suele comunicarse en otras razas medianas a grandes, como el bassett hound, doberman, gran danés, san Bernardo, setter irlandés, labrador retriever, samoyedo, scottish terrier, airedale terrier y schnauzer miniatura.

• La edad de los perros enfermos generalmente es de 5-12 meses, aunque algunos autores extienden este periodo hasta los 18 meses. Sin embargo, animales de 2 meses así como de hasta 5 años han sido también afectados. El sexo predominante en la población afectada es el masculino, con una frecuencia cuatro veces mayor a la de las hembras. Aunque es una enfermedad común, no existen estimaciones fiables acerca de su incidencia y/o prevalencia.

• Los pacientes se presentan a consulta con claudicación aguda sin historia de traumatismos. Inicialmente, la claudicación de intensidad variable suele afectar los miembros anteriores, pero luego se afectan también los miembros posteriores, lo que provoca la cojera alternante.

El hueso afectado con mayor frecuencia es el cúbito (42%). Le siguen en orden decreciente el radio (25%), húmero (14%), fémur (11%) y tibia (8%), que pueden sufrir la alteración ya sea en forma concurrente o posterior. El radio es afectado generalmente en su parte media; el húmero, en su porciones media y distal; el fémur en sus tercios medio y proximal; y la tibia, en el tercio proximal.

• En los pacientes muy doloridos puede existir depresión leve, inapetencia y pérdida ponderal. También puede haber fiebre leve, y en los cuadros moderados a intensos, el dolor asociado al movimiento de un miembro afectado inhibe la actividad física y puede ser causa de atrofia muscular. La duración de la claudicación en un paciente típico es de unos pocos días a varias semanas, pero los ataques recurrentes de dolor y claudicación son habituales hasta que el animal alcanza los dos años de edad.

Patogenia

• No se conoce con precisión, sin embargo parece tratarse de un proceso degenerativo de los adipocitos de la médula ósea, cuyas consecuencias afectan en forma indirecta al hueso. Probablemente, el mecanismo de patogénesis más acertado se asocie con una degeneración granular eosinofílica del citoplasma de las células adiposas; esta degeneración deriva en la proliferación de células estromales, formándose de esta manera núcleos de sustancia osteoide que se extiende en forma centrífuga a partir del agujero nutricio, a medida que se va mineralizando. El dolor podría deberse entonces a los disturbios producidos en los componentes endósticos y periósticos, a la congestión vascular o a la elevada presión intramedular.

Etiología

• Se ignora la etiología de la enfermedad. El aislamiento de microorganismos no ha dado resultado, y no se han podido comprobar las teorías de alteraciones metabólicas, inmunológicas o endocrinológicas, ni tampoco las que sugieren migración parasitaria o la intervención de un agente viral. Aunque las hembras parecen ser más susceptibles a la panosteítis durante el primer estro, no hay evidencias que relacionen a la enfermedad con las hormonas reproductivas o de la gestación. Tampoco existen pruebas confirmadas de transmisión genética, pero el elevado porcentaje de pastores alemanes afectados sugiere con firmeza una base hereditaria para la enfermedad, la que podría presentarse ante una situación estresante. Asimismo, un alto porcentaje de los pacientes posee algún tipo de coagulopatía; esto sugeriría su participación en la patogenia de la enfermedad. Adicionalmente, se ha atribuido el origen de la panosteítis a niveles elevados de proteína o grasa en el alimento, crecimiento rápido del cachorro, deficiente o excesiva concentración de vitaminas o minerales, y causas ambientales, pero nada fue comprobado hasta el momento.

• Tampoco parece haber una distribución geográfica específica que oriente a pensar en una alteración típica de ciertas regiones.

Diagnóstico

• Se realiza en base a la historia clínica, la palpación y el examen radiológico.

Durante la exploración de las extremidades, se debe realizar suavemente la palpación a lo largo de las diáfisis a fin de detectar dolor en la zona afectada, que habitualmente se sitúa en las inmediaciones del orificio nutricio. Se debe palpar cada hueso al mismo tiempo que se separan con los dedos los haces musculares adyacentes, especialmente de húmero y fémur, para evitar una incorrecta interpretación acerca del origen anatómico del dolor.

• En casos tempranos, en el hemograma puede evidenciarse eosinofilia, aunque ésta posee un rango muy variable que se sitúa entre 0 y 60%. Otros análisis hematológicos, bioquímica sérica y análisis de orina usualmente son normales.

• El hallazgo del cambio de densidad radiológica característica dentro de la médula de los huesos largos confirma el diagnóstico de panosteítis. En ciertos casos, los signos clínicos pueden presentarse hasta 10 días antes de la aparición de cambios radiológicos de los huesos, y es por ello que si la signología corresponde a panosteítis, pero no se aprecian alteraciones óseas en las placas radiográficas, éstas se deben repetir a los 7 a 10 días. Cabe aclarar que la extensión de las lesiones en los huesos no se correlaciona con el grado de dolor o cojera.

• Dependiendo de la duración de la enfermedad, las lesiones observadas radiográficamente corresponden a tres fases, aunque normalmente el clínico diagnostica la enfermedad durante la segunda fase.

• Fase inicial o temprana: aún cuando las extremidades pueden no mostrar signos de dolor, las imágenes radiográficas exhiben cambios en el patrón trabecular de los extremos diafisarios, que se hace más prominente, pero indefinido o borroso. También pueden apreciarse opacidades granulosas y pérdida de contraste entre

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