Pezoneras

LAS PEZONERAS.

La pezonera es la parte del equipo de ordeño que está en contacto directo con el pezón del animal, simulando la boca del ternero durante la lactancia.

Su función es transmitir la acción física del vacío producido por el sistema para ordeñar la leche disponible en la cisterna de la ubre de una forma rápida, completa y minimizando el daño producido a los pezones y procurando el máximo confort al animal, es decir, realizar una rutina de ordeño eficiente.

La pezonera, por medio del vacío realiza un ciclo de pulsado, que tiene una etapa de descanso o masaje  y una etapa de ordeño.

¿Qué pasaría si no existiera la fase de masaje o este fuera incorrecto?

Si no hubiera masaje, la acumulación de sangre y líquido tisular en el pezón sería de tal magnitud que se formaría un edema  conduciendo a un estrechamiento del canal del pezón y la consecuencia sería el cese completo del flujo de leche.

Mediante el ciclo de pulsado la pezonera se abre y se cierra en  la punta del pezón.

Esta presión rítmica o pulsado, retorna la sangre y el líquido tisular, lo que  produce el alivio a los tejidos y al canal del pezón y aumenta el bienestar del animal.

Cada pezonera  va insertada en una cubierta denominada  casquillo, casco, copa o portapezonera, fabricada en metal o plástico. Entre el casquillo y la pezonera se forma un espacio denominado cámara de pulsado que permite los movimientos alternos de masaje y ordeño, ya que en ella se alterna el vacío y la presión atmosférica.

Las pezoneras en ganado vacuno son cuatro, una para cada pezón y consisten en una envoltura que actualmente se fabrica en diversos tipos de  materiales, tales como goma, silicona,  látex o una mezcla de ellos; las variaciones en la dureza o rigidez del material de fabricación modifican la presión ejercida por ellas en la  fase de descanso o masaje.

FUNCIONALIDAD DE LA PEZONERA.

En la funcionalidad de la pezonera intervienes tres factores principales:

1. EL SISTEMA DE PULSACIÓN:

Un dispositivo denominado pulsador origina el pulsado. Es una parte importante del sistema de ordeño cuya actividad consiste en generar el movimiento cíclico de las paredes de las pezoneras definiendo dos fases o etapas fundamentales:

• La fase de ordeño: Las paredes de  la pezonera están se separan para que fluya la leche desde el interior del pezón hacia el colector.
• La fase de masaje: Las paredes de la pezonera  se contraen con la finalidad de favorecer el riego sanguíneo y linfático de los pezones, ya que debido a los efectos del vacío los pezones están sometidos a una fuerte depresión.

Las paredes de  la pezonera están separadas.

Para evaluar el sistema de pulsado de forma objetiva se utilizan  instrumentos denominados "pulsógrafos",  de esta forma apreciamos los cambios cíclicos y alternos del nivel de vacío y presión atmosférica que ocurren en la cámara de pulsación. Estos cambios cíclicos de vacío se dividen en cuatro fases: A, B, C y D. La suma de la fase A+B, constituye la fase de ordeño o flujo de leche. La fase C+D, constituye la fase de masaje.

1. EL NIVEL DE VACÍO AL QUE TRABAJA EL SISTEMA DE ORDEÑO:

El nivel de vacío de un sistema de ordeño es uno de los parámetros más importantes para realizar un ordeño eficiente sin causar un daño a los pezones. Para conseguir un correcto flujo de leche es necesario tener el nivel vacío en la punta del pezón, tal cual lo indique el fabricante del equipo.

No existe un vacío estándar para todos los sistemas de ordeño. Hay unos niveles de vacío de trabajo orientativos para cada sistema, como son:

a. Sistemas de ordeño en línea baja, nivel de vacío entre 40 - 42 Kpa.

b. Sistemas de ordeño en línea media, nivel de vacío entre 48 - 50 Kpa.

c. Sistemas de ordeño en línea alta, nivel de vacío de 50 Kpa.

Es necesario tener un correcto equilibrio entre el nivel de vacío en la punta de pezón y el tipo de pezonera utilizada para lograr un correcto flujo de leche.

    C - LAS CARACTERÍSTICAS PROPIAS DE  LA PEZONERA.

La pezonera debe cumplir con las normas vigentes en relación al material con el cual está fabricada, la elasticidad y el grosor de las paredes.

Como  todos los animales presentan pezones con aspectos morfológicos propios, diferentes niveles de producción y distintos flujos de leche, se necesita una pezonera que se ajuste a las características de los animales y a las especificaciones de su sistema de ordeño.

Es fundamental que el material de fabricación de la pezonera sea elástico, es decir, capaz de volver a su forma y tamaño original después de haber sido deformada durante el cierre o la apertura de la misma.

Debe ser blando y flexible para que pueda adaptarse a diferentes formas de pezón y realizar un buen masaje.

La pezonera debe formar un cierre hermético a ambos extremos de la cámara de pulsado y encajar perfectamente en el pezón para minimizar caídas y deslizamientos, para evitar congestionar o lesionar el pezón y no favorecer la aparición de mastitis.

El pezón debe ocupar toda el área del cuerpo de la pezonera. La punta del pezón debe ser rodeada completamente por la pezonera, masajeándolo cíclicamente, para mantenerla suave y redonda y que el canal del pezón conserve su longitud y se abra fácilmente, realizando un ordeño completo.

Cuando el material de la pezonera es demasiado rígido, se produce un masaje incompleto, se acumula sangre y se forma un edema, generando que el canal del pezón se estreche y obstruya el paso de la leche, perjudicando la salud del pezón.

Así mismo, si el vacío es insuficiente, las pezoneras tienden a no adherirse bien al pezón  generando los típicos ruidos de un equipo que aspira aire, esto causa un subordeño, originando un reflujo de leche desde las pezoneras hacia la glándula mamaria, y esto es un factor de riesgo para la salud de la glándula mamaria del animal.        

Las pezoneras pierden su funcionalidad y flexibilidad con el tiempo, en consecuencia se abren y cierran más despacio reduciendo la velocidad de ordeño, la acción de masaje en el pezón se reduce y el flujo sanguíneo en el mismo  disminuye.

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