TECNOAVANCES

cuestión de costos, el control digital pierde gravemente) que le asignan versatilidad e interacción amigable en la modificación de parámetros y variables que operan en el proceso.

EVAPORADORES INDUSTRIALES

Cuando hablamos de la tecnología de la evaporación para el tratamiento de residuos liquidos estamos hablando de una amplia gama de ventajas; en primer lugar permite la minimización de estos residuos por concentración, esto reduce muchísimo el costo de gestión, a veces incluso permite valorizar el propio concentrado para posterior mente reutilizarlo en el mismo proceso o en aplicaciones alternativas. La minimización en el punto de origen, además, disminuye la necesidad de almacenar grandes volúmenes de residuos peligrosos en los recintos industriales, por otra parte disminuye la probabilidad de riesgo de derrames causados por accidentes durante la transportación desde el lugar de origen hasta el punto de destino de tratamiento & por último se decremente la emisión de gases efecto invernadero generadas por el transporte de los mismos.

El agua tratada (o sea el destilado) que se ha extraído del residuo líquido, tiene una elevada calidad que permite su reciclado en la planta para aplicaciones diversas (producción, refrigeración, etc), reduciendo el consumo de agua potable.

La evaporación al vacío es un proceso con una elevada eficiencia energética, es decir un bajo consumo & con casi nulo mantenimiento. Normalmente para el tratamiento de grandes volúmenes de aguas residuales, la evaporación está precedida de otras tecnologías de concentración como la osmosis inversa.

El rango de aplicación de estos equipos es prácticamente ilimitado. Algunos de las aplicaciones más comunes son:

o Emulsiones aceitosas, fluidos lubro refrigerantes, desmoldeantes.

o Purgas de compresores, aguas lavado de suelos.

o Aguas de lavado de cisternas y reactores (Ind. Química, Farmacéutica, Cosmética, Perfumería).

o Baños de trabajo y aguas de lavado en procesos galvánicos y tratamientos de superficies.

o Líquidos penetrantes.

o Residuos de Artes Gráficas (aguas limpieza, tintas, etc.).

o Rechazos de plantas de tratamiento de agua (ósmosis inversa, desmineralizadores, etc.).

o Lixiviados de RSU.

o Digestato en plantas de generación de biogás.

o Salmueras.

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