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Wilneys


Enviado por   •  28 de Junio de 2014  •  Síntesis  •  1.744 Palabras (7 Páginas)  •  168 Visitas

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La epilepsia es una enfermedad crónica que afecta a dos por ciento de la población venezolana. Aun cuando las personas que la padecen logran hacer una vida normal siguiendo el tratamiento adecuado, en el país, desde hace cinco años, algunos pacientes se han curado mediante cirugía. Idalia De León

La informacion mas superficial que el común de la gente posee sobre la epilepsia es que quien la padece sufre de “ataques” que se producen periódicamente. Estos “ataques”, cuya denominación correcta es crisis convulsivas, son, efectivamente, la característica primordial de este padecimiento que tiene su origen en el cerebro y que responde a varias causas, entre ellas, la herencia. En Venezuela el problema afecta a 2% de la población y se trata de una enfermedad que no discrimina a ningún tipo de persona, de manera que afecta por igual a niños, adultos e individuos de cualquier raza. Es un padecimiento crónico que aumenta, tres veces más, el riesgo de muerte en quien lo padece.

En esencia, la epilepsia es un padecimiento neurológico que se origina en una distorsión en el comportamiento de las neuronas. El cerebro experimenta una descarga violenta de impulsos eléctricos que ocasiona una serie de reacciones que varían de acuerdo con la zona donde se presente la alteración neuronal. En general, en la forma más común de epilepsia, conocida como “gran mal”, el individuo pierde el conocimiento, el control de su cuerpo y, en consecuencia, suele caer al piso. La sacudida en las cuatro extremidades viene acompañada de pérdida de control de esfínteres. Algunas crisis epilépticas son más leves (convulsiones parciales) y no expresan ni pérdida de la memoria ni la típica convulsión, sino una serie de manifestaciones como sensación de hormigueo y movimientos automáticos de alguna de las extremidades.

Si bien hasta el momento la epilepsia sigue siendo objeto de estudio debido a su complejidad y de cara a obtener una cura definitiva, actualmente se tiene certeza de que existen personas que la padecen por razones hereditarias o como consecuencia de padecimientos como tumores cerebrales, infartos, encefalitis, Alzheimer, meningitis o sida. También, quienes hayan recibido algún golpe contundente en la cabeza podrían, en algún momento, presentar convulsiones epilépticas. Algunas alergias y adicciones como el alcoholismo o la drogadicción pueden ocasionar trastornos en el cerebro capaces de originar un cuadro de epilepsia.

Cuando por primera vez se presentan algunas de estas crisis —comúnmente en la infancia o adolescencia (75% por ciento de los casos)— lo adecuado es consultar la opinión de un médico especialista, quien determinará, de acuerdo con una serie de estudios, qué tipo de epilepsia es la que presenta el paciente, así como su probable causa. Sin embargo, en este sentido es importante aclarar que el hecho de haber sufrido un sola crisis convulsiva no implica que se sufra de epilepsia.

El diagnóstico de la enfermedad se realiza de acuerdo con los resultados que arrojen el electroencefalograma y la resonancia nuclear magnética de cráneo. Con el primero se obtiene información sobre el comportamiento eléctrico del cerebro, pues las líneas que dibuja el electroencefalograma codifican las señales eléctricas del cerebro que son las que permiten al especialista saber dónde se ubica el problema. Con la resonancia se puede diagnosticar cualquier patología que pueda causar una crisis.

Tratamiento. Quienes padecen de epilepsia muy prontamente descubren que, de por vida, deberán recibir un medicamento que les controle las convulsiones, y así poder llevar una vida normal. En un principio, el especialista prescribe la dosis de medicamento que considera adecuada hasta lograr que disminuyan las crisis epilépticas, y hasta que el paciente manifieste que el anticonvulsionante no le produce algún tipo de malestar. De la mano de la prescripción farmacológica debe ir el chequeo de los valores sanguíneos del paciente, el cual será de utilidad para indicar la dosis de medicamento y para evitar el posible desarrollo de efectos secundarios.

Explican los especialistas que, sin embargo, pueden existir pacientes que a pesar de estar siendo atendidos oportuna y convenientemente siguen presentando crisis debido a que no tienen la posibilidad económica de probar nuevos anticonvulsionantes. Estos casos revisten especial importancia pues, cuando la epilepsia no es tratada adecuadamente, el cerebro puede sufrir daños irreversibles que ocasionan en el individuo problemas de aprendizaje, lo cual, indudablemente, afectará su vida social, laboral, social y económica. Existen pacientes que abandonan el tratamiento cuando, después de cierto tiempo, consideran que las crisis se ausentaron definitivamente. En este sentido, los especialistas son enfáticos, pues la epilepsia no es una enfermedad que, hasta los momentos, pueda curarse mediante un tratamiento farmacológico. Además, la alteración de manera arbitraria de la prescripción (cambio de marca del medicamento, por ejemplo), puede provocar la reaparición de las convulsiones. Sólo está en manos del médico la decisión de realizar modificaciones al tratamiento indicado.

Otro de los tratamientos que se están aplicando exitosamente, pero orientado a la cura de la enfermedad, es la alternativa quirúrgica. En Venezuela, desde hace cinco años, se está llevando a cabo un tipo de cirugía mediante la cual se elimina el tejido del cerebro donde se originan las convulsiones. El equipo multidisciplinario para el estudio de la epilepsia de difícil tratamiento está formado por neurólogos del Hospital Clínico Universitario, del Hospital Domingo Luciani, y médicos del Hospital de Niños J.M. de los Ríos, quienes se reúnen semanalmente para estudiar en profundidad los casos que no responden a ninguna medicación (farmacorresistentes), y que son susceptibles de ser intervenidos exitosamente. La cirugía que se realiza con más frecuencia es la denominada amigdalohipocampectomia del lóbulo temporal (lobectomía del lóbulo temporal), con la cual se logra alcanzar hasta 70% de curación en pacientes con epilepsia del lóbulo temporal. Otra intervención que se ha realizado con resultados satisfactorios a más de 30 pacientes en Venezuela es la estimulación del nervio vago, que consiste

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