ALCOHOLISMO

Un alcohólico puede ser cualquier persona de cualquier nivel de vida, y considerando el alcoholismo como una enfermedad no dicha por los Alcohólicos Anónimos sino por la Organización Mundial de la Salud, esta enfermedad no respeta personas, ricos o pobres, cultos o ignorantes, creyentes o ateos, jóvenes o viejos, hombres o mujeres, “buena o mala gente”.

En resumen, alcohólico es alguien a quien la bebida causa un continuo problema en cualquier aspecto de la vida.

Hay tres tipos de bebedores: el social, el fuerte y el problema.

 El bebedor social: Es aquella persona que en cualquier reunión ya sea familiar o social se toma 2 o 3 cervezas o copas y su organismo no acepta una más.

 El bebedor fuerte: Es aquel que prueba una cerveza o una copa y no para, pierde el control sobre los tragos y defiende a “capa y espada” su alcoholismo, argumentando pretextos tales como: no bebo todos los días, bebo cuando quiero, tengo trabajo y mantengo mi familia, cuando quiera dejo de beber, no soy un alcohólico, los alcohólicos son los que se quedan tirado, etc.

 El bebedor problema: Está persona toma consuetudinariamente y empieza a sufrir daños irreversibles en el cerebro, pierde temporalmente la memoria, o sea, lo que se le conoce como lagunas mentales, empieza a tener problemas de conducta cometiendo actos bochornosos y como el alcoholismo es progresivo, después, en esos estados de inconsciencia, el alcohólico puede violar, asesinar sin acordarse de nada después y en ocasiones hasta se quitan la vida ellos mismos.

SÍNTOMAS CARACTERISTICOS:

1. SIENTE CONFIANZA: Al alcohólico no le preocupa en gran forma su modo incontrolable de ingerir bebidas embriagantes, ya que argumenta ser estudiado, tener una profesión, que tiene buen trabajo y mantiene bien a su familia y en algunas ocasiones se dice que no es alcohólico porque bebe solo cervezas.

2. PÉRDIDA DE CONTROL: El alcohólico se da cuenta que cada día toma más, que una vez que la prueba se “pica” como comúnmente se le conoce es decir, que su mente le advierte el problema, pero su organismo le exige más y más y es que el alcoholismo es insidioso y progresivo.

3. DESEA UNA COPA: El alcohólico desea una copa, tal vez para aliviar una tensión nerviosa, por olvidar una pena o cuando después de una gran borrachera, en la “cruda” desea desesperadamente una copa. Muchos mantienen escondida la bebida para cuando tienen esos deseos.

4. TRATA DE CONTROLAR LA BEBIDA: El alcohólico, después de una borrachera en la que cometió actos bochornosos, piensa que eso le sucedió porque tomo “x” bebida o que revolvió cerveza con licor, para justificarse, cambia de marca de cerveza o de licor, cambia de lugar para beber, cambia de amigos, con el

...