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ALejandrpo


Enviado por   •  22 de Abril de 2013  •  2.416 Palabras (10 Páginas)  •  309 Visitas

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Introducción

Para conceptualizar lo que el juego es, consideraremos de importancia transcribir el pensamiento expresado por brillantes teóricos de diferentes épocas.

Johan hizinga de Holanda decía que el juego es una acción o una actividad voluntaria, realizada en ciertos limites fijos de tiempo y lugar, según una regla libre consentida, pero absolutamente imperiosa, provista de un fin en si, acompañada de una sensación de tención y de jubilo y de la conciencia de ser de otro modo que en la vida real. Para Roger Caillois de Francia la función propia del juego es el juego mismo ocurre que las aptitudes que ejercita son las mismas que sirven para el estudio y para las actividades serias del adulto. El juego aun bajo su forma de juego de dinero, resulta rigurosamente improductivo. En una de las características: el no crear ninguna riqueza, ninguna obra. Pero esto se diferencia del trabajo o del arte. Al final de la partida todo puede y debe quedar igual que como estaba, sin que haya surgido nada nuevo. Florencio Escardo de Argentina el juego comienza por ser, el bebe, una actividad vital muy poderosa que encausa al entrenamiento motor, postural sensorial y la comunicación con el mundo externo, poco a poco va adquiriendo poderosas cualidades psíquica y centra la época del pensamiento mágico y de la simbolización, para llegar por fin a ser la escuela de la actividad organizada y la aceptación de reglas, compromisos y sensaciones.

Visto esto, pasaremos a definir el juego desde varios puntos.

“EL JUEGO”

Punto de vista antropológica

Ya desde finales del siglo XIX, los primeros antropólogos comenzaron a plantearse cuáles eran las funciones del juego en la sociedad, intentando asimismo llegar a una definición del juego. El considerado por muchos como padre de la antropología, Burnett Tylor, fue uno de los primeros en hacerlo, al considerar que las actividades deportivas aportaban al antropólogo indicios muy interesantes sobre la naturaleza del contacto de la cultura prehistórica. Tylor afirmaba que, junto a los juegos simples, como podían ser el lanzamiento de pelota o la lucha, que por su propia naturaleza surgían espontáneamente, había otros difícilmente repetibles y que aparecían de un modo más artificial.

Varios años después, Mooney escribe un artículo sobre el juego de raqueta o pelota de los cherokee, y ya en el siglo XX Culin clasifica los juegos y fomenta el debate sobre su origen, evolución y distribución.

A partir de ese momento se vive un cierto auge en relación a la antropología del juego, con autores como el alemán Weule -que afirma que existen grandes diferencias entre los deportes del hombre primitivo (que los realiza por necesidad) y los del hombre moderno (que los desarrolla por gusto y que estarían, por tanto, más cerca de la noción de juego)-, Best, Firth y otros varios.

Pero es quizá la aparición de la obra de Johan Huizinga Homo Ludens, a mediados del siglo XX, la que cambia la situación y marca un nuevo punto de partida para los estudios posteriores sobre el juego. Huizinga comienza su obra con la afirmación de que el juego es más antiguo de la cultura, lo cual supone una auténtica revolución para la época. Poco a poco va desgranando las características del juego, hasta llegar a una definición del mismo como una “acción libre ejecutada como sí y sentida como situada fuera de la vida corriente, pero que, a pesar de todo, puede absorber por completo al jugador, sin que haya en ella ningún interés material ni se obtenga en ella provecho alguno, que se ejecuta dentro de un determinado tiempo y de un determinado espacio , que se desarrolla en un orden sometido a reglas y que da origen a asociaciones que propenden a rodearse de misterio o a disfrazarse para destacarse del mundo habitual”.

Según esta definición y el desarrollo de las mismas en dicha obra, se pueden establecer una serie de características del juego, que serían:

• Es una actividad libre (el juego por mandato no es propiamente un juego)

• carácter desinteresado, en relación con la función cultural del mismo

• limitación temporal y espacial

• presencia de un cierto grado de incertidumbre o azar, lo cual genera tensión en el desarrollo del mismo e implica la existencia de una serie de reglas

• Tendencia a perdurar el equipo de jugadores (en el caso de juegos por equipos) aun después de terminado

• frecuente misterio y secretismo en el desarrollo del mismo.

Otro autor de la misma época y con teorías muy distintas de la de Huizinga, Caillois, define sin embargo el juego como una “actividad libre, separada o delimitada en el tiempo y en el espacio, y de antemano incierta, improductiva, reglamentada y ficticia” (3), definición muy similar a la del anterior a pesar las divergencias entre ambos.

Posteriormente se vive una etapa poco prolífica en lo que a la antropología del juego se refiere, hasta que en 1986 surge la obra de Blanchard y CheskaAntropología del deporte, que se centra en el estudio del juego deportivo.

Otro punto de vista de la antropológica

Distintos teóricos han intentado explicar cual es la esencia del juego. Ante las múltiples interpretaciones, Manuel Gutiérrez Delgado agrupa las distintas teorías en cuatro categorías: biológicas, psicológicas, antropológicas o socio-culturales y evolutivas.

El juego es universal dentro del reino animal, no se trata de algo exclusivo de los humanos. Así, el niño al igual que el animal juega por instinto, por una fuerza interna que los obliga a moverse, manipular, gatear, ponerse de pie, andar, etc.

Dentro de las teorías biológicas, varios especialistas han realizado sus investigaciones a través de la comparación del hombre con el animal.

Uno de ellos es Karl Groos quien elaboró una teoría naturalista basada en que "Los animales no vienen preparados para la vida de adulto, y el juego para estos animales es un acto preimitativo de carácter instintivo". Esta teoría del Ejercicio Preparatorio no tiene en cuenta los juegos de ficción que son considerados por Claparéde, quien realizando una síntesis de todos sus estudios entorno al juego elaboró la Teoría de La Derivación por ficción en la que "El juego es para el niño un substituto de la actividad que realiza el adulto”.

Una postura similar a la de Karl Groos es la de Henry Bett que sostiene que los juegos son un resurgimiento involuntario de instintos vitales que han perdido hoy su significación.

En contraste, Herbert Spencer define el juego como una actividad de los seres vivos superiores como medio de eliminación del exceso de energía expresándolo de la siguiente manera: “El juego es una inversión artificial de la energía que al no tener aplicación natural, queda tan dispuesta para la acción que busca salida en actividades superfluas a falta de las auténticas”. De esta teoría se extrae que el juego es una actividad sin significación funcional e incluso es nocivo para los niños porque los aparta de su deber.

Por otra parte, dentro de las teorías evolutivas, la teoría de la recapitulación de Stanley Hall expone, que mediante el juego reproducimos formas primitivas de nuestra especie, de manera, que nuestras acciones reflejan actividades ancestrales. Es decir, el juego infantil reflejaría el curso de la evolución desde la prehistoria hasta el presente y toda la historia de la especie humana estaría recapitulada en todo el desarrollo infantil.

Otra teoría es la del juego protagonizado elaborada por Vygotski y Elkonin que se enmarca dentro de las teorías antropológicas o socio-culturales las cuales desarrollaremos más adelante.

Por último, dos teorías psicológicas marcan las investigaciones que se están realizando actualmente, una es la teoría psicogenética fundada por Jean Piaget y la otra es la teoría psicoanalítica freudiana. De ambas hablaremos a continuación.

Punto de vista psicológico.

El juego supone, en primer lugar, una posición psicológica particular por parte del sujeto que juega, que está basada en el convencimiento de que, lo que está realizando, es una actividad libre en la que dispone de un espacio personal, de un margen de error, que en otras actividades no se le permite.

A través de los enfoques psicológicos de Freud y Piaget trataré de conceptualizar el juego y su papel en el desarrollo de los sujetos.

Freud, por su parte, relaciona el juego con la necesidad de la satisfacción de impulsos instintivos de carácter erótico o agresivo, y con la necesidad de expresión y comunicación de sus experiencias vitales y las emociones que acompañan estas experiencias. El juego ayuda al hombre a liberarse de los conflictos y a resolverlos mediante la ficción.

Para Freud todo juego es simbólico en cambio para Piaget el juego símbolico corresponde a la etapa evolutiva de dos a cinco años.

Jean Piaget destaca la importancia del juego en los procesos de desarrollo. El juego es fundamental para la formación de estructuras de pensamiento y esencial en la construcción del lenguaje y en la representación objetiva de la realidad.

La teoría psicogenética relaciona el desarrollo de los estadios cognitivos con el desarrollo de la actividad lúdica: las diversas formas de juego que surgen a lo largo del desarrollo infantil son consecuencia directa de las transformaciones que sufren paralelamente las estructuras cognitivas del niño. A cada etapa esta vínculado cierto tipo de juego.

Para Piaget, el juego consiste en un predominio de la asimilación sobre la acomodación. Cualquier adaptación verdadera al medio supone, en la teoría, un equilibrio entre ambos polos. Y si en la imitación predomina la acomodación, el juego, en el que se distorsiona esa realidad externa será el predominante en la asimilación.

Punto de vista sociológico.

Vygotski afirma que el desarrollo humano es resultado de una construcción histórica, fruto de la interacción humana. Los procesos psicológicos superiores se forman primero en plano social, y solo pasan a un plano individual, después de un proceso de interiorización. Ese proceso se produce gracias a la interacción infantil, con adultos y compañeros más capaces, en la zona de desarrollo próximo; que es aquella zona optima entre el nivel de desarrollo ideal y potencial del sujeto.

El juego del niño está en relación directa con la sociedad ya que el símbolo lúdico está impregnado de elementos socioculturales de los que el niño toma sus símbolos personales. Para Vygostki los juegos infantiles son verdaderas áreas de desarrollo próximo; considera que en el juego se unen las dos líneas de desarrollo por él propuestas: la natural y la sociohistórica.

Este autor junto a Elkonin elaboraron la Teoría del juego protagonizado, característico de los niños de 5 y 6 años. Éste es un juego social, cooperativo, de reconstitución de los papeles e interacciones de los adultos. Este juego que se realiza en un área lúdica se ve atravesado por multiplicidad de culturas que corresponde a individuos distintos.

Podemos decir, que no hay juego protagonizado en las sociedades primitivas de nivel bajo de desarrollo debido a que los niños son inmersos en las tareas cotidianas, participación en los trabajos de los adultos o deberes escolares, y no poseen el tiempo suficiente para jugar.

En lo que a mi respecta, si bien es verdad que la sociedad actual está muy acelerada, los niños por más tareas que tengan siempre encuentran un momento para jugar, porque como dijimos anteriormente solo el jugador sabe si juega, lo que a los demás nos puede parecer una tarea, para el niño puede ser un juego.

Punto de vista etnológico.

El juego es una actividad presente en todos los seres humanos. Los etnólogos lo han identificado con un posible patrón fijo de comportamiento en la ontogénesis humana, que se ha consolidado a lo largo de la evolución de la especie. Por ejemplo, el juego de la muñeca es practicado por las niñas de casi todas las sociedades y cuando una niña juega con ella se trata de una ocupación netamente infantil, que cumple las mismas funciones psicológicas que en el resto del mundo.

“Los juegos que localizamos en cualquier contexto son realidades sociales que han sido originadas de acuerdo con las características de los protagonistas y las condiciones del entorno”(Lavega 2000).

Según las distintas etnias, se presentan diferencias en los juegos y juguetes. Niños de todo el mundo juegan a trasladar objetos, animales u otros niños; lo que varía es el tipo de objeto a ser trasladado y la forma de hacerlo. Por ejemplo: algunos pueblos lo hacen con ayuda de una soga mientras que otros empujan ellos mismos o con otros objetos. Hay que poner la mirada en el pasado del pueblo ya que es posible que haya sido un pueblo agrícola y sobreviva en el juguete.

El juego es también un espacio para la transmisión y creación cultural a través de los juegos de dramatización que incluye costumbres, valores, manifestaciones culturales etc.

Punto de vista pedagógico

El papel del juego está lejos de ser reconocido por todas las instituciones educativas, de hecho algunos adultos detestan y reprimen las el juego del niño como si fuera una pérdida de tiempo y de energía.

Esta negación del juego no es una característica exclusiva de los países en desarrollo o de las familias pobres. En las sociedades en las que se valoran excesivamente los estudios como forma de promoción social, el juego se considera improductivo. Por esta razón es excluido con demasiada frecuencia de la escuela al finalizar el nivel inicial, quedando reducido a una simple actividad recreativa.

Siguendo la teoría de Spencer, en la que el juego es una simple expulsión y desahogo de energías acumuladas durante el trabajo, son pocos los adultos que aceptan las formas más activas de expresión lúdica como naturales y socialmente positivas.

Esta idea de juego es útil educativamente como forma de explosión de energía y de reciclaje para después seguir trabajando, por eso el juego quede relegado exclusivamente al recreo.

Es bien sabido que jugando el niño aprende sobre todo, a conocer y comprender el mundo social que le rodea.

El juego es un factor espontáneo de educación y debería tener un uso didáctico que favorezca al desarrollo integral del sujeto.

“El juego es, pues, patrimonio privilegiado de la infancia y uno de sus derechos inalienables, pero además es una necesidad que la escuela debe no sólo respetar sino también favorecer a partir de variadas situaciones que posibiliten su despliegue. Esta expansión de las posibilidades lúdicas ofrecerá oportunidades para el desarrollo de las capacidades representativas, la creatividad, la imaginación, la comunicación, ampliando su capacidad de comprensión del mundo.” (Diseño Curricular para la Educación Inicial, 2000)

Para el docente el juego es un excelente medio para conocer al niño, tanto desde la psicología como de los componentes socioculturales.

Mediante el juego se instaura la comunicación entre los alumnos o entre el maestro y los alumnos. El juego rompe el desarrollo de las actividades escolares y cotidianas compulsivas.

Puede decirse que el juego constituye un verdadero sistema educativo espontáneo que funciona antes de la escuela y paralelamente a ésta.

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