Agbogbloshie
Constanzaross1 de Junio de 2015
5.030 Palabras (21 Páginas)360 Visitas
Agbogbloshie
Agbogbloshie, es un barrio de la ciudad Accra, Ghana, el cual se ha convertido en un vertedero para chatarra electrónica procedente de Europa y Norteamérica, considerado el mayor del mundo. Dicho vertedero se encuentra atravesado por el río Densu.
La barriada abarca unas 1,6 hectáreas y se encuentra a orillas de la laguna Korle, al noroeste del distrito de finanzas de Accra. En la zona habitan unas 40,000 personas, la mayoría originalmente provienen de zonas rurales. A causa de sus duras condiciones de vida y gran nivel de criminalidad, la zona es apodada "Sodoma y Gomorra". Se cree que este puede ser el lugar más contaminado del continente africano, principalmente por metales tales como plomo, berilio, cadmio o mercurio, ya que en ciertos países tercermundistas no existen normativas que regulen la liberación de ciertas sustancias tóxicas.
Se trata de un lugar en el que trabajan niños, con el fin de buscar metales que pueden ser reciclados, en especial cobre, aluminio, acero y latón. Se sabe que por el cobre pueden cobrar alrededor de 2€ en un buen día, y sólo la mitad por otros metales. El cobre se extrae de los cables, que son quemados en hogueras incontroladas para derretir el recubrimiento de plástico.
A pesar de las convenciones internacionales que prohíben la exportación de residuos peligrosos a países en desarrollo, enormes cantidades de viejos equipos electrónicos de Europa acaban llegando cada semana a Ghana. Sólo el puerto más importante de Ghana, Tema, recibe cada mes alrededor de 600 contenedores de 40 pies repletos de equipos electrónicos obsoletos procedentes de todas partes del mundo, si bien en su mayoría suelen ser viejos ordenadores, televisores y refrigeradores procedentes especialmente de Europa. Y este tráfico de residuos o subproductos de residuos que llegan a Ghana va en aumento.
De acuerdo con las organizaciones DanWatch y Greenpeace, sólo una cuarta parte de los productos electrónicos son susceptibles de ser reutilizados y terminan en los almacenes de tiendas de segunda mano de la región. El resto, por importe de al menos 450 contenedores cada mes, son simplemente residuos y acaban sus días en el mayor vertedero de Ghana, Agbogbloshie. Aquí, los artículos electrónicos se convierten en un gran problema medioambiental, debido a sus componentes a menudo peligrosos. En Europa o América del Norte, su eliminación sería costosa debido a la necesidad de tratar estos componentes peligrosos de una manera responsable. Pero resulta más barato enviar los residuos a África, encubiertos como artículos de segunda mano.
La Convención de Basilea de Naciones Unidas regula claramente el comercio de los productos de desecho. Según este acuerdo internacional, residuos y artículos peligrosos, incluidos los electrónicos, no pueden ser exportados a países en vías de desarrollo. La razón es que los países en desarrollo, en general, no cuentan con las infraestructuras necesarias para llevar a cabo el tratamiento de los desechos de una manera correcta con el medio ambiente - y si lo tienen, sería tan cara como en el país de origen del desecho -. La cínica exportación de productos de desecho quedó recientemente demostrada por la empresa holandesa Trafigura, a través de su exportación de productos tóxicos a Costa de Marfil, país vecino de Ghana, costando muchas vidas. En Ghana, donde la normativa es algo más estricta que en Costa de Marfil, la actual "exitosa importación" de artículos es de residuos electrónicos. A muy bajo costo, los productos de desecho se reciben en Tema, donde comerciantes de segunda mano seleccionan las mejores piezas. El resto se envía al vertedero de Agbogbloshie por una pequeña tasa. Pero en el vertedero de residuos de Agbogbloshie, los artículos en parte peligrosos no son tratados como deberían. La mayoría de los productos se almacenan a varios metros de altura o son quemados al aire libre. En ambos casos, los residuos tóxicos medioambientales se derraman esparcen por el terreno y por el aire. "una cortina de humo perjudicial para la salud tiñe de negro el cielo de Agbogbloshie". DanWatch, una organización danesa dedicada a vigilar la ética del comercio danés, ha podido documentar que incluso los desechos electrónicos de municipios daneses con una alta conciencia medioambiental acaban en Agbogbloshie. La cuestión planteada por DanWatch es "por qué". La mayoría de las instituciones, empresas y consumidores en Europa y América del Norte son conscientes de su responsabilidad a la hora de tratar sus residuos de manera correcta con el medio ambiente y quieren actuar de forma correcta. Especialmente los equipos electrónicos son recogidos por empresas de recirculación o por ONG, algunas prometiendo una segunda vida de estos equipos en África.
Pero a menudo, sólo las peores piezas encuentran su camino a África. Y como se muestra en la investigación sobre Ghana, la mayoría termina en el vertedero local, perjudicando el medio ambiente a expensas de las futuras generaciones en Ghana.
Agbogbloshie: el círculo vital imperfecto de la tecnología
Este lugar es un eslabón más de la cadena en un mundo donde las tecnologías han ocupado ya un lugar central en nuestras vidas. Un mundo donde los países desarrollados demandan cada vez más aparatos que cuando quedan obsoletos tienen que ir a parar a algún sitio. "Existen empresas de reciclado de estos materiales en Europa pero es más caro procesarlos allí. Es más barato enviarlo lejos y por eso los traen a África, sobre todo a Ghana y Nigeria, como si fuera un donativo"
Pero no sólo el norte, también los países del sur demandan tecnología. A ellos les llega a través de la importación desde los países industrializados del norte y muchas veces, como ocurre también con otros productos, como con la ropa, suelen estar ya utilizados. Esta realidad da lugar a que los gobiernos de estos países acepten la llegada de tecnología de segunda mano.
El problema que surge ante esto es que muchas veces vienen acompañados de basura electrónica y, además, al llegar los productos de segunda mano en el final de su vida útil rápidamente quedan obsoletos y pasan a formar parte del flujo de residuos general.
Grandes contenedores llegan al mayor puerto de Ghana con toneladas de productos importados de todo el mundo pero sobre todo de Europa. Según un Informe del gobierno de Ghana en 2009 del alrededor de 215.000 toneladas de productos electrónicos importados a este país, el 15% podría clasificarse como residuos. "La basura tecnológica no está oficialmente aceptada por el gobierno ghanés", explica Lovelace Sarpong, miembro de la Agencia de Protección del Medio Ambiente de Ghana, "el gobierno intenta prevenir que la chatarra venga a través de los contenedores pero abrirlos todos y sacar cada cosa para verificarlo es difícil".
Frigoríficos, televisores, pantallas de ordenador, teclados, cocinas eléctricas o de gas, teléfonos, impresoras, baterías, secadores de pelo, pero también partes de vehículos y otros aparatos ya irreconocibles se amontonan a lo largo y ancho de este vertedero que no es sólo una llanura cubierta de escombros. Pequeñas casas, negocios y almacenes surgen desordenados entre toda esta chatarra. Y no sólo la gente que trabaja allí merodea por el lugar. También mujeres y niñas con grandes recipientes en sus cabezas ofrecen fruta, galletas, agua y otros productos. Hay quienes incluso viven allí. En el vertedero de Agbogbloshie nacen y se crían los niños de aquellos que una vez llegaron para hacer dinero y decidieron quedarse. La mayoría son jóvenes de entre 13 y 35 años y provienen del norte de Ghana. Fue en los años noventa cuando disputas por la propiedad de la tierra, así como sobre quién tiene los derechos para asumir ciertas jefaturas, dieron lugar a que muchos norteños migraran al sur del país, una zona que además es más rica y es donde se encuentra la capital. Los desplazados encontraron entonces en la recolección de basura tecnológica, no sólo proveniente de Europa sino también de los barrios de Accra, y en la venta de chatarra un medio de vida. Más tarde, quienes regresaron al norte lo hicieron con los ahorros que habían obtenido a través de este negocio y esto generó que muchos jóvenes poco cualificados decidieran migrar al sur para recolectar residuos tecnológicos y hacerse también con dinero.
"Quemar la chatarra tecnológica no es lo mismo que quemar un papel"
"quemarla al aire libre genera sustancias que contaminan y, además, al exponerse tan cerca las respiran y afectan a su salud". La falta de conocimientos sobre reciclaje tecnológico entre las personas que se dedican a este negocio da lugar a que no se haga debidamente. Esa falta de profesionalidad es uno de los motivos de que este sitio esté entre los diez lugares del mundo más contaminados según el informe realizado en 2013 por laGreen Cross Switzerland y el Blacksmith Institute. Mercurio, cromo, cadmio, plomo y otros metales pesados se encuentran en el suelo y el agua de este lugar afectando al medio ambiente, las personas y los animales. Según recoge un estudio de la Universidad de Ghana, el nivel de exposición de estos contaminantes en Agbogbloshie sería 50 veces mayor al máximo establecido por la Organización Mundial de la Salud. "Los efectos en la salud son a largo plazo, podrían suponer un cáncer por ejemplo. Los trabajadores lo saben pero tienen que vivir a corto plazo, tienen que comer", explica Amoyaw-Osei. Existen iniciativas que buscan atenuar los efectos negativos para la salud y el medio ambiente. La ONG Green Advocacy, por ejemplo, lleva a cabo proyectos
...