Beavoir

INTRODUCCIÓN

La mujer rota es producto de una escritora que, como resultado de sus experiencias personales, familiares, y sobre todo sociales, va madurando una visión decidida a cambiar un mundo lleno de injusticias y desigualdades, de hechos incomprensibles y dolorosos, así como de conductas impuestas y dogmas que ya no daban respuestas, ni mucho menos solución, a los desafíos de la época. Con base en estas premisas, es importante conocer algunos hechos biográficos relevantes de la autora.

Simone de Beauvoir nace en Francia a principios del siglo XX en una familia católica y conservadora. Con un padre abogado, rígido y aferrado a las tradiciones, Simone descubre en la soledad y el estudio, tanto su vocación, como aquellos temas que estremecían su conciencia y que, tiempo después, se convertirían en el motivo de su obra: el sentido de la vida dentro del marco de los valores presentes, como el aquí y el ahora, única realidad tangible y comprobable. La mujer, digna y libre por encima de las imposiciones masculinas, los derechos de los trabajadores y las clases obreras… estos temas abordados en sus distintos libros, le dieron un lugar destacado dentro de la cultura mundial, que entonces estaba concentrada en manos de los hombres.

En 1929 ingresa a La Sorbona para estudiar filosofía; más tarde imparte clases en distintas universidades y liceos, sin embargo, lo que marca su trayectoria es esa mirada aguda e inconforme que la llevó a ser una de las más significativas figuras

del existencialismo, así como la primera representante de un feminismo que desafiaba todo lo permitido en ese entonces.

La rebeldía de Simone de Beauvoir, igual que su compromiso social y político, la van convirtiendo en una escritora analítica, con capacidad y valor para denunciar todo aquello que consideraba injusto, sin importarle si iba contra intereses o normas establecidas. Por ello fue condenada por pensadores del siglo XX, hombres de familia y mujeres acostumbradas a “decir y hacer lo correcto, sólo lo autorizado”, pero eso no le impidió continuar su lucha aunque fuera señalada por sus “actitudes masculinas y poco constructivas”.

La vida de esta escritora va más allá de su formación en el hogar y la academia, pues, paralelamente, su pensamiento se ve influido por la historia que le toca vivir: las guerras mundiales y los periodos posteriores que convirtieron a todos los jóvenes en seres lastimados y escépticos que buscaban la razón de su existencia y llorar el sinsentido de la vida, después de tantas muertes y privaciones, sufrimientos, injusticias e incertidumbre. Así, la vida se convierte en motivo de análisis para los filósofos, pero también en propuestas para encontrar nuevas formas de existir.

Existir desde el hoy y para el hoy, dándole plenitud a cada día, porque sólo el hoy era lo que se podía poseer. Darle plenitud a la libertad para asumir, entender, afrontar y hasta soportar la vida. Así surge el existencialismo –de la existencia basada en

el presente- y contraria a las conductas impuestas; desafiando sin querer, o queriéndolo, a una iglesia que ya no ofrecía respuestas creíbles y satisfactorias con sus castigos y premios en un más allá. Junto con el respeto a las reglas y limitaciones que imponía la iglesia, desapareció también la esperanza de una vida después de la muerte: todo se limitaba al presente mientras el corazón latiera y mientras la existencia durara. De allí surgió el nombre del existencialismo.

Esta visión dolorosa y derrotista de la época, une a la joven Simone al que es considerado pilar de la filosofía existencialista, Jean Paul Sartre, con quien tuvo una relación intensa y duradera, liberal hasta el escándalo, pues ambos se permitían lo que llamaban “amores contingentes”, que eran aventuras e idilios con distintas mujeres y hombres, sin considerarse por ello infieles y sin poner en riesgo el amor que los unía como pareja.

Gracias a esta relación, aunque censurada por sus contemporáneos, Simone de Beauvoir recibió el reconocimiento y motivación necesarios para seguir por el camino de la creación literaria y la aportación filosófica, donde la crítica social, la defensa de las mujeres y los grupos más desfavorecidos, se convertirían en esencia, pero también en bandera de lucha y valiente defensa. Desde esta relación también, obtuvo los parámetros para analizar, juzgar y denunciar las interacciones de pareja que, los más de los casos, logran destruir la identidad de algunas mujeres.

DESARROLLO

Debido

a que el existencialismo surge de la desazón, el miedo y la desesperanza, en su fase inicial se convierte en una actitud desenfrenada e irresponsable entre muchos que, aún sin comprenderlo, decían seguirlo. Sin embargo, dentro de las obras de Simone de Beauvoir y otros autores como Sartre y Camus, este movimiento es esencialmente consciencia y desesperación, amargura y búsqueda de razones y respuestas.

En La mujer rota, publicada en los años sesenta, se presentan tres relatos cuyo común denominador es la voz quejosa y doliente de las distintas mujeres que protagonizan esas historias.

En la primera, La edad de la discreción, queda la amarga sensación de un tiempo que corre y parece detenerse agobiando, paradójicamente, a una mujer que, al envejecer, hace el recuento de sus renuncias, también de lo que considera traiciones de aquellos que abandonaron sus enseñanzas y siguieron otros caminos, como el caso de Phillipe su hijo. En esta parte del libro, las fuertes inclinaciones ideológicas de Simone de Beauvoir, se ven plasmadas ante el repudio de las posiciones que eran ajenas a la ideología de izquierda.

En Monólogo, otra mujer con igual desesperación, enfrenta en una sola escena, una irritante e incontrolada soledad que deriva de lo que ella siente como traición. Traición porque está abandonada mientras es testigo mudo de las celebraciones decembrinas en un mundo que refulge en un mundo que continúa lejos de ella y que le ha dado la espalda. Se lamenta

por cargar un aislamiento impuesto por quienes en vida se han alejado de ella, sumándose al enorme vacío que le generara la muerte de su hija.

En el tercero, La mujer rota, relato que da nombre al libro y que es el motivo de este análisis, otra mujer da testimonio de sus días a través de las hojas de un diario donde relata una vida en apariencia consciente y tranquila, casi de ensueño, casi de fantasía, casi… Casi, porque esa vida es un punto inconcluso que no llega a ningún desenlace satisfactorio y que, por el contrario, derrumba y hasta aniquila su existencia al conocer que los cimientos sobre los que

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