De la mano de la estilista

Estilista eres tu quien tiene en sus propias manos el don de inventar y de plasmar sobre un lienzo viviente, una verdadera obra de arte. Estilista persona con bendición divina que se transforma en artista. Dios mio influye en mí un gran amor para que al estudiar y practicar el estilismo me inspire arte y cariño para todos mis clientes. No permitas en mi, deseos de lucro, ni envidia en el ejercicio de mi profesión, dame paciencia para que siempre este dispuesto a realizar mi trabajo con empeño y dedicación. Haz que pueda atender con igual empeño al que carece de recursos como al que paga mis servicios, que estilice con igual cuidado al amigo como al enemigo, al de buena o mala conducta, porque mis servicios jamás serán negados. Concédeme la gracia que cuando diseñe en mis clientes ninguna idea de preocupación distraiga mi mente. Para que mi trabajo no tenga error y pueda con mi ayuda devolver la belleza en mis clientes. Si los designios no determinan lo contrario, porque cuando tu decretas el fin, la ciencia y todo el afán son inútiles, permíteme siempre que mis clientes confíen en mi consejos, que nunca hagan caso de charlatanes y gente no preparada ya que lo único que se logran son grandes perjuicios.

Mientras que concedas vida y el ejercicio de mi profesión, seré fiel a mi trabajo y continuo en el estudio para lograr así preservar y acreditar mis conocimientos en beneficio de todos mis clientes. Jamás permitas que me crea un sabio pues sin tu ayuda nada se puede, concédeme que pueda realizar atractivo físico de mis clientes y cuando sea imposible haz que tú divina voluntad les lleve fe en ti, resignación y consuelo.

Las manos del estilista son como el viento que peina las espigas de los trigales, las mejores cosas y las más bellas del mundo pueden ser vistas o siquiera tocada, deben ser sentidas con el corazón, no es la riqueza, tampoco el esplendor sino la tranquilidad y el trabajo del estilista lo que nos proporciona la felicidad.

...