Dialéctica de la dependencia Marini, Ruy Mauro

Dialéctica de la dependencia

Marini, Ruy Mauro

La teoría de la dependencia tuvo su primera etapa de formulación entre 1964 a 1973, en el encuentro de exiliados de las diversas dictaduras en América Latina. En ese movimiento fundacional surgen dos grandes versiones de la teoría de la dependencia, que estarán en confrontación más o menos abierta a partir de los años 70.

Por un lado, surge la versión de Fernando Henrique Cardoso y Enzo Falto, con la participación de José Serra. Para estos autores la crisis de la industrialización latinoamericana era la crisis del proyecto de constitución del capitalismo en el entorno nacional, modelado en la sustitución de importaciones bajo la coordinación del Estado nacional. Su solución estaría en aceptar la penetración del capital extranjero que traería el ahorro externo en forma de tecnología industrial o moneda mundial, superando la escasez nacional de divisas.

El crecimiento económico permitiría una mejora en la renta y en los patrones de vida de la población en su conjunto y las desigualdades se reducirían con políticas sociales impulsadas por regímenes democráticos.

Por otro lado, surge la versión liderada por Ruy Mauro Marini y Theotonio de los Santos, que se conoció como la teoría marxista de la dependencia. Según estos los autores, la crisis en el capitalismo latinoamericano no era sólo una crisis de dirección nacional. Era sobre todo la crisis de un capitalismo que ya había vinculado, desde mediados de de los años 50, su dinamismo industrial a la empresa multinacional y amplia sutileza del capital extranjero. Este capital no representaba un ahorro externo que se que integraba a las economías latinoamericanas, pero antes buscaba ganancias y excedentes que se dirigían a sus centros de acumulacion situados fuera de la región.

El concepto de superexplotación del trabajo fue, sin duda, la más importante contribución que dio Ruy Mauro Marini a la economía política contemporánea. Este concepto due establecido por Marini en su obra Dialéctica de la Dependencia y representa a un régimen de regulación de la fuerza de trabajo en la que la acumulación de capital reposa sobre la mayor explotación del trabajador y no sobre el aumento de su capacidad productiva a través del desarrollo tecnológico. Esta mayor explotación del trabajador encuentra tres formas posibles de manifestación: la reducción salarial, y otras dos que son el aumento de la jornada o de la intensidad del trabajo, sin la elevación salarial correspondiente al mayor desgaste de la fuerza de trabajo.

El alcance que adquiere la superexplotación en la economía mundial tiene su contrapartida en la construcción de un verdadero proletariado internacional. Este tendrá su acción orientada para combatir un mismo régimen de reproducción de la fuerza de trabajo, cada vez más común

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