ESIC

MATERIA: ESIC

PROFESORA: MARIO VAZQUEZ GAMBOA

ALUMNOS: ESPINOZA EDGAR, FABBRI ANDREA, GIMENEZ ROMINA

GRUPO: THE ITM

EJE SELECCIONADO: EVALUACIÓN

                  Pensar en una evaluación después de una pandemia es todo un desafío, no solo por lo que implica ello sino también por la incertidumbre que nos genera a todos los actores de la educación, pensar en criterios, los modos, y estrategias a utilizar para su aplicación nos conlleva a una realidad predictiva, nos motiva a cuestionar las formas, en el marco de la disciplina Prospectiva, reflexionar en los escenarios que constituyen la principal técnica para la exploración de futuros posibles, a preguntarnos ¿Qué vamos a evaluar? ¿De qué modo vamos a evaluar? y ¿Cómo vamos a evaluar? todas estas cuestiones nos invitan a planificar la Evaluación en la continuidad y de qué forma vamos a fortalecer las propuestas de pensar en una evaluación después de una pandemia es todo un desafío, no solo por lo que implica ello sino también por la incertidumbre que nos genera a todos los actores de la educación, pensar en criterios, los modos, y estrategias a utilizar para su aplicación nos conlleva a una realidad predictiva, nos motiva a cuestionar las formas, en el marco de la disciplina Prospectiva, reflexionar en los escenarios que constituyen la principal técnica para la exploración de futuros posibles, a preguntarnos ¿Qué vamos a evaluar? ¿De qué modo vamos a evaluar? y ¿Cómo vamos a evaluar? todas estas cuestiones nos invitan a planificar la Evaluación en la continuidad y de qué forma vamos a fortalecer las propuestas pedagógicas, ¿De qué modo la escuela va a generar herramientas y métodos, para que los y las estudiantes tomen a la evaluación como un compromiso de mejora? ¿Es la evaluación utilizada como instrumento de mejora? es probable que todas estas cuestiones se irán viendo reflejadas como supuestos escenarios post pandemia, y no sea una producción de abandono, sino de pensar a la evaluación como oportunidad.

             En una hipotética vuelta de clases los equipos de conducción, los y las docentes, evaluaran, la cuestión que se vincula a la evaluación es ¿Cuál va a ser la función de las evaluaciones? ¿De qué forma serán las devoluciones retroactivas formativas? teniendo en cuenta que el seguimiento del estudiante, y su recorrido no fue el mismo.

                   Luego de esta crisis debemos ser capaces de interpretar las señales, y generar un contacto mayor con lo que les pasa a los estudiantes, de que la evaluación tenga coherencia y vaya de la mano con la práctica, para que siga una línea de construcción. Estos tiempos nos llevan a cuestionarnos si ¿seremos capaces de aprender en este escenario educativo? ¿De qué modo este escenario una vez finalizado va a modificar la forma de evaluar?, Conocer el futuro es imposible, pero plantearnos posibles futuros alternativos es una manera de reducir la incertidumbre y de prepararnos para tomar las mejores decisiones llegado el momento, ¿De qué modo la escuela va a generar herramientas y métodos para que los y las estudiantes tomen a la evaluación como un compromiso de mejora? ¿Es la evaluación utilizada como instrumento de mejora? es probable que todas estas cuestiones se irán viendo reflejadas como supuestos escenarios post pandemia, y no sea una producción de abandono, de pensar a la evaluación como oportunidad.

                   La evaluación requiere relevar información lo que después se elaboraran juicios de valor. En el texto “la evaluación como oportunidad “de Anijovich y Capelletti nos preguntamos si ¿es necesario relevar una información única? ¿Esta información que se define o nosotros como docentes definimos como necesario permite realizar análisis válidos para los diferentes estudiantes, en medio de tanta desigualdad? Si focalizamos nuestra mirada en los aprendizajes de los alumnos en esta continuidad pedagógica, en tiempo de pandemia, con qué o con cuántas dificultades nos vamos a encontrar al momento de evaluar en nuestro regreso. Podemos utilizar la evaluación para reorientar o reorganizar la enseñanza. Pero ¿Cómo sabemos los docentes que los estudiantes han alcanzado los propósitos de enseñanza si el mayor vínculo se crea en las instituciones? ¿Por qué evaluar y que nos informan estas calificaciones post pandemia? ¿Favorecerá  la evaluación? ¿Cuándo creemos que será necesaria hacerla?, los contenidos que vamos a evaluar en nuestro regreso, nos va a llevar a buscar evidencias de lo aprendido en todo este tiempo (virtual), pero ¿todos los estudiantes recibieron los contenidos? Seguramente acá aparece una vez más la desigualdad ante los más vulnerables, por eso ¿a todos vamos a evaluar de la misma forma?, pero si, debemos buscar evidencias de los aprendizajes, y ahí está el desafío que cada uno de nosotros que debemos enfrentar a la hora de diseñar esta futura evaluación ¿será cualitativa o cuantitativa? Pensando en lo que implica evaluar, que también es reflexionar sobre la enseñanza y revisar nuestro propio desempeño como docentes, como así las relaciones entre lo que enseñamos y lo que los estudiantes aprenden. Evaluar para favorecer aprendizajes, crear condiciones para recorrer este camino atípico que nos tocó enfrentar, de regreso a las aulas, al patio, llenos de preguntas, incertidumbres, ahora y más que nunca sumergirnos en este iceberg y ver más allá de lo que podemos hacer. ¿Evaluación para el aprendizaje? O ¿Evaluación formativa?

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