ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Globalizcion

jannin14 de Enero de 2013

3.492 Palabras (14 Páginas)430 Visitas

Página 1 de 14

LA INTEGRACIÓN A NIVEL REGIONAL

Definición

Partiendo desde lo más básico, la palabra integración viene del latín, integratio – onis, que según el diccionario de la RAE significa acción y efecto de integrar o integrarse, constituir las partes un todo, unirse a un grupo para formar parte de él.

Entrando más profundamente y desde una perspectiva de relaciones internacionales, se utilizarán dos definiciones de integración, las cuales son complementarias y ayudarán a una mejor comprensión del fenómeno al que nos referimos en el presente trabajo.

Respecto a la integración regional, León Lindberg, citado por Dougherty (1993), la define como “los procesos por los cuáles las naciones anteponen el deseo y la capacidad para conducir políticas exteriores e internas clave de forma independiente entre sí, buscando por el contrario tomar decisiones conjuntas o delegar su proceso de toma de decisiones a nuevos órganos centrales”.

Por su parte Jorge Mariño (1999), señala: “se entiende por proceso de integración regional el proceso convergente, deliberado (voluntario) –fundado en la solidaridad-, gradual y progresivo, entre dos o más Estados, sobre un plan de acción común en aspectos económicos, sociales, culturales, políticos, etcétera”.

Origen

En el marco regulatorio económico internacional, haciendo uso del Art. XXIV del GATT, se cobijan los procesos de integración económica regional, siendo el primero de ellos el proceso iniciado en Europa en el año 1950, que ha dado origen también al derecho de integración regional.

A medida que el proceso europeo se iba perfeccionando, los demás Estados empezaron a percibir los procesos de integración como una nueva forma de encarar el desarrollo económico, buscar la paz y fortalecer el poder de negociación internacional, y nacen así, en el continente americano, el Acuerdo de Libre Comercio para América Latina y el Caribe en 1960, el Mercado Común Centroamericano en 1960, el Pacto Andino en 1969, y en Europa, la Asociación Europea de Libre Comercio en 1959, entre otros (Tussie, 1991).

Cabe destacar que la formación de este tipo de bloques nace básicamente de una necesidad funcional, en que cada uno de los Estados que decide integrarse a un bloque, lo hace porque ve en ello una oportunidad de aumentar el bienestar de sus ciudadanos o simplemente por una cuestión de interés nacional.

Características de los Procesos de Integración

Jorge Mariño (1999) ha establecido ciertas características esenciales a todo proceso de integración regional, las cuales mencionaremos a continuación con la finalidad de establecer una generalización. Estas características son:

• Los sujetos son los Estados soberanos.

• Los Estados emprenden el proceso integrador en forma voluntaria y deliberada.

• Como todo proceso –aún más, con la complejidad del caso al que se hace referencia- se debe avanzar por etapas, es decir, el proceso debe ser gradual.

• Las etapas deben ser cada vez más profundas y dispersas; de allí la necesidad de la progresividad y la convergencia del proceso.

• Por último, el proceso de integración se inicia con acercamientos económicos, pero lentamente y dependiendo de cada proceso –conforme a lo estipulado por los Estados miembros-, la agenda va abarcando e incluyendo nuevos temas de las áreas sociales, culturales, jurídicas, y hasta políticas de los países miembros.

Aspectos Relevantes

Cabe preguntarse, el cómo se constituye el deseo o la voluntad de los Estados de pasar a formar parte de una comunidad más amplia, llegando inclusive a ceder parte de su soberanía. Frente a esta interrogante se puede responder básicamente de dos maneras, según Wilhelmy, (1988: 56):

• La causa de este proceso radica en el empleo de la fuerza, o en la amenaza de usarla, por parte de una autoridad central o, en ausencia de esta autoridad, como ocurre en la vida internacional, por un Estado o coalición dotados de poder suficiente para utilizar la fuerza o dar credibilidad a la amenaza de hacerlo.

• La formación de comunidades políticas se debe fundamentalmente a la acumulación de valores e intereses compartidos, una situación a la cual se llega a través de la interacción entre sus distintas unidades, y por procedimientos consensuales.

La integración se plantea por lo común como un proceso de transfronterización de países, y no sólo de empresas y eco¬nomías. En este sentido, y a pesar de su base tecnocrática, la integración involucra a múltiples actores sociales y a factores de producción más allá del ca¬pital.

Es innegable, que los proce¬sos de integración real han facilitado el posterior proceso de globalización y que ambos han sido siempre liderados por los sectores de punta en la economía. Este fue el caso de las grandes empresas industria¬les y extractivas en los años 60 y del capital financiero y las comunicaciones en los años 90.

Se observa una clara tendencia hacia el aumento de la interdependencia en las relaciones –principalmente económicas- entre los Estados, lo que se ha traducido en una creciente oleada de proyectos de integración, los cuales por una u otra causa han evolucionado de formas muy diferentes.

EL NEOLIBERALISMO COMO MODELO DE INTEGRACIÓN

El neoliberalismo hace referencia a una política económica con énfasis tecnocrático (lo que se consideraría como que la tecnocracia es el gobierno llevado por un técnico o especialista en alguna materia) y macroeconómico que pretende reducir al mínimo la intervención estatal en materia económica y social, defendiendo el libre mercado capitalista como mejor garante del equilibrio institucional y el crecimiento económico de un país.

Se usa con el fin de agrupar un conjunto de ideologías y teorías económicas que promueven el fortalecimiento de la economía nacional (macroeconomía) y su entrada en el proceso globalizador a través de incentivos empresariales que, según sus críticos, es susceptible de conducirse en beneficio de intereses políticos más que a la economía de mercado propiamente dicha.

En Latinoamérica el término suele usarse por sus detractores para hacer referencia al conjunto de políticas recomendadas en la década de 1990 por el Consenso de Washington, a las que consideran responsables de los problemas sociales de años posteriores a su aplicación, poniendo como ejemplo la crisis argentina del 2001. En la última década del siglo XX y la primera del siglo XXI, el término ha sido crecientemente usado con carácter peyorativo. El escritor Mario Elgue, por ejemplo, afirma:

Ya no quedan dudas de que el modelo neoliberal es incapaz de dar respuesta a los principales problemas que siguen aquejando a la sociedad: altos índices de desempleo, trabajo en negro, pobreza y exclusión social. Su debacle fue el resultado de la aplicación de las políticas del "derrame", según las cuales bastaba con el crecimiento de los grandes grupos concentrados ya que estos últimos difundirían los beneficios hacia el resto de la sociedad productiva y laboral. Pues bien, ahora está claro que este "goteo" no llegó; que no hubo un correlato distributivo y de cohesión de la base social.

Tomando en cuenta lo anterior, hay que destacar que a mediados de la década pasada, el discurso dominante era del “fin de la historia” y de que “no hay alternativas”. Entonces, el continente estaba cubierto de gobiernos neoliberales obedientes al de Washington; y Cuba solitaria, atravesaba el desierto del “período especial”. Se entiende que aún estamos bajo ese doble signo a nivel mundial, de imposición del programa neoliberal y de la unilateralidad del accionar del imperialismo norteamericano. Sin embargo, se trata de un orden que presenta fisuras (aunque hay que considerar que son fisuras regionales con características y potencialidades políticas muy heterogéneas).

En nuestra región la coyuntura dio un giro. Hay un despertar de los pueblos y el neoliberalismo es por aquí un proyecto puesto en jaque. La línea del tiempo de la coyuntura actual la podríamos comenzar en diversos puntos. Y ciertamente, dependiendo de la ubicación geográfica de quien observa, habría percepciones diferentes de acuerdo con las experiencias nacionales.

Téngase en cuenta que el ALCA era desde el tiempo del auge neoliberal la principal estrategia imperialista para completar su dominación sobre la región. El modelo de integración surgido a partir de los tratados de libre comercio, tiene como actor principal al capital, gira en torno a su acumulación y beneficia exclusivamente al capital más concentrado. Esto resulta así debido a que se trata de un modelo de integración del capital y para el capital.

Los aspectos sociales, políticos, ciudadanos, culturales, etc., que hacen a la población en general, quedan para los estadios más ulteriores dentro del proceso. Por lo tanto, hace falta repensar el modelo completo de integración a partir de un análisis crítico de esta aparente única alternativa. Particularmente en lo que atañe a los aspectos jurídicos de este tipo de tratados de libre comercio que nos presentan como integradores a nivel regional, se pueden mencionar una variedad de temas.

En materia de Derechos Humanos, por ejemplo, cabe tener en consideración que en estos tipos de acuerdos de libre comercio suelen contraponerse los intereses corporativos a los derechos humanos consagrados, como lo son en los casos de deforestación de bosques para el aprovechamiento del recurso

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (23 Kb)
Leer 13 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com