Goleman.

Daniel Goleman nos dice que el coeficiente intelectual y las destrezas técnicas son importantes, pero la inteligencia emocional es la condición sine qua non del liderazgo. Sin ella, una persona puede tener la mejor preparación del mundo, una mente incisiva y analítica, y un infinito surtido de ideas inteligentes, pero aún así no será un buen líder.

Es por esto que dentro de la inteligencia emocional definida por Golman, existen diversos rasgos que podemos asociar con los distintos estilos de liderazgo de Boyatzis y Ma. Kee. Por ejemplo, poseer una alta Empatía significa tener en consideración los sentimientos de los empleados en el proceso de toma de decisiones inteligentes, convirtiéndose así en un Líder Democrático o Participativo que persigue el logro de objetivos alentando la confianza, el respeto y el compromiso de todos quienes participan.

En cuanto a la Autoconciencia, ingrediente primordial de la inteligencia emocional, permite la compresión de valores y objetivos individuales, dejándose ver como sinceridad y capacidad para autoevaluarse de manera realista, facilitando así el Liderazgo Coaching. Si me conozco a mi mismo, si soy consiente de mis limitantes, puedo ver más allá de las preocupaciones a corto plazo y acercarme a la vida de las personas.

Por otro lado, hay estilos de liderazgo que no compatibilizan con la teoría de Goleman, o que simplemente carecen de ciertos rasgos considerados básicos para ser un buen líder.

El Liderazgo Autoritario se resumen en “hazlo porque lo digo yo”, exigiendo a las personas acatar incondicionalmente sus ordenes sin explicar razones. Este líder no considera las Habilidades Sociales como un componente positivo, un componente de “simpatía con un propósito”, más bien no alaba ni critica abiertamente a quienes trabajan con él.

Se dice que un líder autoritario, al igual que el Líder Timonel, carecen tanto de habilidades sociales como Motivacionales, por lo que estarían desconectados de los sentimientos de las personas llevando a éstos a un estado de frustración y resentimiento. Llamamos a estos Líderes Disonantes.

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