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Tema 4. HABITOS DE ESTUDIO

Es por eso que para el estudio muy probablemente adquiriste un hábito; desde pequeños, nuestros padres nos formaron el hábito de hacer la tarea a determinada hora y estudiar para los exámenes; algunas personas todavía tienen estos hábitos. Pero debemos reflexionar: qué tan buenos son estos hábitos, es decir, qué tan efectivos son.

En este tema podrás analizar cómo es que te preparas para estudiar, analizando cuáles son tus hábitos de estudio, tus herramientas, el manejo de tus tiempos, espacio para estudiar, etc. Podrás evaluar cómo es que estudias a través de la aplicación de un test y ver tus resultados para planificar estrategias de mejora. Además, podrás comenzar a aprender estrategias que te ayuden a ser mejor estudiante.

Valorar la forma en la que estudiamos sirve para darnos una perspectiva más amplia de lo que hemos logrado y lo que nos falta, para así tener un plan de trabajo completo que nos permita ser mejores en nuestros hábitos de estudio, y así ser mejores estudiantes y profesionistas.

¿Cómo son tus hábitos de estudio?

Lo primero que debemos hacer es preguntarnos:

• ¿Me gusta estudiar?
• ¿Cómo aprendí a estudiar?
• ¿Cuánto tiempo le dedicaba al estudio?
• Y ahora, si tienes tiempo sin estudiar: ¿estoy realmente convencido de volver a estudiar?

Todas estas preguntas son básicas para partir de la idea de qué es lo que realmente queremos estudiar y el esfuerzo que debemos poner para lograr éxito en nuestra carrera.

En cualquier situación de la vida nos enfrentamos a la decisión de hacer o no hacer algo, de invertir nuestro tiempo en cosas que nos pueden traer beneficios a corto, mediano o largo plazo. Y en cualquier decisión, siempre tenemos que aprender a dominar algún conocimiento; esto requiere tener un buen hábito de análisis y estudio.

Entonces hay que empezar a estudiar; para muchos estudiantes lo más complicado es precisamente eso: comenzar. Sin embargo, si tenemos buenos hábitos de estudio, vamos a darnos cuenta que no es tan difícil estudiar, solo requiere de una serie de estrategias que veremos en este curso y que servirán para dominar el hábito de estudiar.

Algunas de estas estrategias son:

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Tomando la responsabilidad

Lo primero es estar conscientes de que una responsabilidad se está adquiriendo. De pequeños los padres hacían estudiar a sus hijos y fueron formando hábitos; pero ya de adultos, son éstos los que tienen que formar sus propios hábitos con base en estrategias.

Vamos a evaluar los siguientes puntos:

• Interés

No hay mayor receta para lograr algo que poner verdadero interés en lo que se hace.

Reflexiona:

Las cosas que te gustan las haces mejor que aquellas que no te gustan; ¿por qué?, porque pones más interés y prioridad en hacerlas. Existe una relación directa entre interés y buenos resultados y desinterés y fracaso.

Pero, ¿cómo puedes saber si tienes interés o no o si tu interés es suficiente?

Un consejo para lograr más interés es convivir con personas realmente interesadas y entusiasmadas en lo que hacen, pues esto es contagioso.

• Entusiasmo

Ahora, para crear interés, se requiere precisamente del entusiasmo; esto significa que el entusiasmo es la potencialización del interés. El entusiasmo es la máxima aspiración que se debe fijar para tener una buena actitud frente al estudio.

Por supuesto, no todo lo que se estudia genera el mismo entusiasmo, pero se debe revisar el estado de ánimo al estudiar para lograr efectividad.

Algunos consejos:

• Revisar si cuando se estudia se cuenta con la sensación de haber aprendido o no, o se desea saber más.
• Si hay temas con los cuales se disfrute platicar más con los compañeros o hacer más preguntas al profesor.
• Si cuando se asiste a una librería, se buscan libros relacionados con la materia de interés.
• Si cuando se comienza a realizar una investigación relacionada con la materia de interés surge el deseo de investigar más.

• Voluntad

Otro elemento muy importante para poder tener un hábito de estudio es la voluntad, es una actitud que se debe desarrollar además de vencer todas las tentaciones que impiden seguir con las metas: el cansancio, el estrés, las múltiples actividades, diversiones, etc.

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