Hiperquinesia
kei_zk23 de Octubre de 2014
516 Palabras (3 Páginas)449 Visitas
La hiperquinesia ha recibido varios nombres: disfunción cerebral mínima, hiperactividad, o trastorno por déficit de atención con o sin hiperactividad, que es el más correcto ya que así está clasificada como enfermedad.
Actualmente, la definición de hiperquinesia, según la Organización Mundial de la Salud, debe ser aplicada para aquellos trastornos en que la extrema hiperactividad, pobremente organizada y regulada, la distraíbilidad y la impulsividad son sus más importantes características. Se ha propuesto un nuevo término para categorizarlo, poniendo énfasis en el trastorno de la atención, a saber trastorno con déficit de la atención e hiperactividad.
Es la enfermedad mental más frecuente en los niños. En general, entre el 4% y el 10% de los niños, y el 1% y el 3% de las niñas pueden recibir el diagnóstico preciso de hiperquinesia.
En la hiperquinesia hay dos tipos de comportamiento anormal: la hiperactividad/impulsividad y la falta de atención.
La hiperactividad se manifiesta como inquietud constante, desplazarse o mover4se todo el tiempo “como si el niño tuviera un motor”, incapacidad para aguardar turnos, interrumpir a otros, etc.
La falta de atención se presenta como desorganización, distracción fácil, falta de concentración: el niño parece no escuchar o pierde todas sus cosas, etc.
Se inicia el mismo, por lo general, alrededor de los dos o los tres años e incluso antes, pero resulta incómodo y manifiesto al comienzo de la escolaridad. La descripción de estas conductas es bastante característica. El niño “no está un momento quieto”, “no puede quedarse sentado”, y la actividad —que es extrema— no parece guardar un propósito determinado.
Los hiperquinéticos, como grupo, tienden a provenir de hogares problemáticos. Sin embargo, no es claro si esta situación es causa o consecuencia.
La hiperquinesia es distinta al mal comportamiento o la simple inquietud. En la hiperquinesia el niño no puede controlar su comportamiento, y más importante, no puede terminar lo que emprende.
Un niño o niña con hiperquinesia que no reciba tratamiento tiene más probabilidades de desarrollar alcoholismo, farmacodependencia, depresión y/o conducta antisocial entre otros trastornos. No es una condición pasajera o, como algunos padres erróneamente creen, una situación ventajosa.
El tratamiento siempre requiere la combinación de medicamentos y psicoterapia. Es inútil iniciar una terapia psicológica si el niño no puede estarse quieto. En el otro extremo, el uso de fármacos sin terapia sólo controla la hiperquinesia pero no enseña al niño a vigilar su conducta.
El medicamento pertenece al grupo de los psicoestimulantes, que en el niño hiperquinético tiene un efecto paradójico. Si en alguien normal un psicoestimulante provoca aumento de la actividad, en el niño con hiperquinesia la disminuye. Esto es porque en él, el psicoestimulante actúa sobre la corteza cerebral inhábil para controlar la conducta. Al recibir un estímulo extra con el medicamento, la corteza alcanza un nivel capaz de controlar los impulsos.
La niña con hiperquinesia tiene un pronóstico más sombrío que el niño, ya que su comportamiento impulsivo y temerario tiende a ser rechazado socialmente: si un niño hiperquinético es molesto, una niña hiperquinética es insoportable. Además, son más rebeldes al tratamiento farmacológico. Y como por cada 10 niños hiperquinéticos sólo hay una niña, el diagnóstico es más fácilmente pasado por alto en ellas.
...