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SEXTO INTENTO DEL CESE UNILATERAL AL FUEGO, EN EL ACTUAL PROCESO DE PAZ

Colombia como partícipe en la política mundial, tiene varios objetivos en este sentido. De hecho, ha puesto en práctica algunas estrategias tendientes a lograr una seguridad nacional, para reforzar y mejorar su intervención en la política mundial. Lo anterior implica querer lograr un proceso de paz con las FARC, ya que han sido estas el mayor problema, e impedimento para llegar a ese objetivo de paz que tanto se ha anhelado y nunca se ha conseguido, pero que aún el gobierno actual cree poder lograr.

Con el inicio del proceso de paz, se ha generado gran controversia y polémica en el país. Porque esta negociación, ha traído consigo y ha implicado una serie de condiciones, que no son de total agrado para la gran mayoría de los colombianos. Puesto que los acuerdos a los que se han llegado allí, no se han cumplido del todo y no se ha visto voluntad por parte del grupo revolucionario de cumplirlos. Una de las más polémicas condiciones, es el cese unilateral al fuego; Ya que en el último mes, se propuso por sexta vez esta medida por parte de las FARC.

Para muchos expertos en conflicto participes de la mesa de negociación, esto es un gesto de voluntad de paz por parte de las fuerzas revolucionarias. Pero desde mi punto de vista, esto conllevaría a obligar al gobierno colombiano a un cese bilateral del fuego; lo que querría decir que las FARC proponen esto no por voluntad propia, sino porque hace parte de su estrategia. Ya que no sería coherente, como muchos de los negociadores de la Habana lo han mencionado, atacar a un campamento de guerrilleros en actitud de tregua y mucho menos bombardearlos, cuando se está haciendo lo posible por lograr firmar la paz de Colombia.

Así mismo, quisiera mencionar que los 5 últimos intentos del cese unilateral al fuego por parte de las FARC, fueron  un fracaso. De manera que, a pesar de estar en tregua se practicaron actividades violentas por parte de este grupo armado. Y esto  dejó como consecuencia: víctimas, secuestros, y hasta atentados a la infraestructura petrolera de nuestras regiones. Además, el centro de recursos para el análisis de conflictos, registró junio como el más violento del tiempo de negociación, del gobierno Santos. Debido a que se registraron, 83 atentados por parte de las FARC en un solo mes. Y lo anterior sin mencionar la masacre de los 11 militares en el cauca, y el secuestro de un soldado en los últimos días. En efecto, esto nos indica que no hay ninguna razón por la cual creer que este sexto intento de cese unilateral al fuego, será el definitivo y último hasta lograr llegar a la firma del proceso de paz.

Todo lo anterior ha generado conmoción en el país, y ha llevado a que los colombianos pierdan credibilidad en el proceso. Ya que esto incita pensar, que el gobierno está debilitado; y consecuente a esto, tiene que tomar decisiones contundentes. Por razón de que no se han demostrado avances, y es evidente que el cese unilateral al fuego no se ha cumplido. Además, los últimos intentos de esta condición no se llevaron en los mejores términos, y por ende nunca se cumplieron. De esta manera se puede inducir, que el actual cese al fuego no irá por el camino correcto, y por lo tanto dejará fuertes y posibles consecuencias, tal como; una probable toma de poder por parte de este grupo armado.

Por lo anterior concluyó, que para que Colombia realmente crea en el proceso de paz y en la voluntad, que se supone que tienen las FARC de acabar el conflicto, y vivir en un espíritu de paz. Primero, deben actuar y no solo proponer o anunciar “cese unilateral al fuego”. Sino también, dejar por completo; el tráfico de drogas, el reclutamiento de menores, desmantelar las minas antipersonas, entregar sus armas, y claramente entregar al gobierno todas aquellas propiedades ilegitimas. También es válido mencionar, que gran parte de los colombianos; como las familias de los militares muertos en combate, las familias de los secuestrados que aún no aparecen, o ya están muertos; no quedarán satisfechos si llegara el día de firmar la paz. Pues de ser así, este grupo de delincuentes saldría a las calles a iniciar una nueva vida, sin repercusiones legales y sin ninguna penalización, por todas las atrocidades que han cometido en todos estos años de guerra.

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