ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Inteligancia


Enviado por   •  23 de Mayo de 2013  •  1.524 Palabras (7 Páginas)  •  202 Visitas

Página 1 de 7

Cuando creamos un perfil personal en una red social, lo hacemos con nuestra mejor intención y rápidamente tendemos a imaginar que nos adentramos en un mundo perfecto donde todo el mundo nos va a querer mucho y vamos a ser famosos y conocidos en poco tiempo. La reputación on-line es un valor en alza y todos queremos tener altas dosis de ella. Sin embargo, la realidad se muestra tozuda y antes o después vamos a tener que gestionar crisis de reputación, de las que muchos salen airosos, otros quemados y alguno, famoso o anónimo, decide darse un descanso en el difícil mundo social de la web 2.0, porque ha sido superado por la presión virtual. No es fácil afrontar los problemas de reputación, porque confluyen varios factores. No sólo importa la capacidad de análisis y reacción ante imprevistos de la persona, ya que las crisis saltan en el momento más inesperado, sino que también influye su manejo de las redes sociales, la veteranía de haber observado o pasado por situaciones similares en los espacios web sociales, tan distintos y diversos pese a buscar un fin parecido: comunicación interpersonal. Sobre las crisis de reputación on-line se ha escrito mucho, sobre todo referido a empresas, a gestión de la marca, pero a menudo nos olvidamos que el usuario anónimo también puede sufrir un problema de este tipo y necesita solucionarlo.

Soluciones que funcionan en el cara a cara, en persona, pueden ser desastrosas cuando hay que solucionarlo a base de mensajes de apenas 140 caracteres , por ejemplo. Lo importante, aunque no infalible, es mantener la calma y no dar un segundo paso en falso que empeore la situación. Para ello no suele servir el decálogo de buenas reglas que pueden encontrarse en muchos blogs, bajo esos títulos como “redes sociales para dummies”. Estos consejos, acertados, ayudan a prevenir las crisis de reputación, pero poco pueden hacer cuando el problema se ha manifestado y el usuario actúa con excesiva rapidez y sin valorar sus siguientes pasos. Ya sea respondiendo en el cuerpo a cuerpo sin valorar el alcance de la política de tierra quemada, o bien actuando siguiendo el manual, de forma predecible, visiblemente incómodo y apoyando su argumentario en respuestas teóricamente perfectas, pero inútiles en la práctica. En mitad del caos, no hay norma escrita que valga. En estos casos, hacer uso de la inteligencia emocional puede ser mejor solución que disponer de un arsenal de manuales en pdf relativos a como solucionar tus problemas virtuales.

La inteligencia emocional es un concepto que popularizó el psicólogo y escritor Daniel Goleman, aunque el estudio de ésta nace años antes. A modo de resumen (no pretendo ser un experto en la materia), la inteligencia emocional describe la capacidad de gestión y comprensión de las emociones propias y ajenas, la búsqueda de la empatía y el desarrollo de las habilidades sociales para comunicarnos de manera adecuada con nuestro entorno. Todo esta nube de conceptos debe ser aplicada en cualquier ámbito de nuestra vida, social y profesional, para lograr una estabilidad emocional y laboral necesaria para el pleno desarrollo personal. Esta inteligencia debe crecer con el paso del tiempo, alimentándose de las propias vivencias con el entorno social. Se perfecciona cuando uno se enfrenta a sus miedos y errores manteniendo un estado de ánimo estabilizado, y analizando y comprendiendo las conductas de los demás.

Centrándonos en su aplicación en el ámbito virtual de la interacción en las redes sociales, uno de los pasos primarios en toda red social es entender las reglas no escritas. Observar antes que escribir. Toda web que aloja una red de tipo social, sea tan popular como facebook, tan profesional como linkedIn o tan particular como puede ser un foro de una temática determinada, tiene una serie de normas escritas a cumplir. Esas son las fáciles, numeradas y concisas. Si no las cumples, expulsado. Pero las que verdaderamente importan hay que aprenderlas en el día a día, interactuando, preguntando, dudando, observando. No se pueden memorizar porque son etéreas, difusas, incluso algo subjetivas. Una vez se avanza en el tiempo en esa red y sube la participación, se comienza a escribir y opinar más deprisa, y en ocasiones, aunque se intente ser equilibrado tanto a nivel racional como emocional, puede surgir el error. En ese momento, nada debe cambiar: hay que ser mentalmente fuerte ante las decepciones generadas a partir de un esa metedura de pata, evitando impulsos y bandazos que sean visibles a terceros. Analizar los motivos internos del posible error y más importante aún, entender porque

...

Descargar como (para miembros actualizados)  txt (9.1 Kb)  
Leer 6 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com