LIBERTAD DE EXPRESION

La libertad consiste en vivir para hacer todo cuanto tú quieras en la vida, hay muchas definiciones de libertad pero la verdadera libertad eres tú mismo, no son los artículos de la constitución, ni la filosofía internacional de libertad, sino tu mismo el soltar las cadenas, el liberarte de la presión, el olvidarte de los demás para vivir tu propia vida.

Ser libre es un privilegio que te da el poder de decidir, actuar y opinar sobre tu vida, y sobre tus ideales, cuando sepas que es lo que quieres sabrás hasta donde deberás llegar.

Libertad de expresión:

En México, como en muchos países, el debate sobre la libertad de expresión es inconmensurable, es decir, nadie sabe a ciencia cierta dónde inicia ni donde concluye.

La libertad de expresar el pensamiento individual es sin lugar a dudas un fenómeno consustancial al ser, a la existencia, a entender al hombre como tal ya sea particular o colectivamente.

La libertad de expresión está estrechamente relacionada con los derechos humanos de todos los individuos y está protegida por la “Declaración Universal de los Derechos Humanos” firmada en 1948 y en las constituciones de todos los países democráticos.

Esta libertad establece que todas las personas se pueden expresar sin restricciones así como explotar la capacidad, de investigar y difundir información sin importar la gravedad o profundidad del tema que trata. Nunca debe estar sujeta a la censura, por lo cual a una persona no se le puede impedir que se exprese; hay que tener en cuenta además, que esta no puede ser penada en tanto no fomente a través de sus palabras: la guerra, odio, violencia, calumnias o injurias o algún otro delito. La libertad de expresión está muy relacionada con la libertad de prensa, que se define como la garantía de difundir información a través de los medios de comunicación sociales sin el control del estado.

Entender esta necesidad de libertad es lo que obliga a colocarla dentro del Derecho, en busca de garantizar su permanencia.

Analizando el desarrollo de los gobiernos, vemos una tendencia a que el derecho de expresión se ubicó como una garantía individual, sin reglamentación positiva, como es el caso México, carente de sujeción a las condiciones indispensables para, como ya se mencionó, que se pueda hablar de "garantizar su permanencia" y vertebrarlo.

Sopesado el capítulo de antecedentes históricos, sólo entonces podemos atrevernos a decir que: "en el fenómeno de democracia en todo el mundo, la gracia entendida como derecho natural ha logrado su reconocimiento".

En casi todo el mundo las libertades de expresión han pasado de ser una concesión graciosa del gobernante y una reivindicación natural, a una garantía jurídica de los gobernados sancionados por la ley fundamental que entraña, en el fondo, la conservación

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