LOS EXTRAVIADOS

LOS EXTRAVIADOS

Los gemelos Pedro y José Mendez despertaron, pero esta vez sin mirar su reloj ni la fecha, algo que siempre hacian.

Decidieron ir a comer algo a la cocina pese a que no tenian mucha hambre. Iban por algo de leche y hojuelas, lo típico para dos niños de 10 años. Cuando bajaron las escaleras vieron que la Tv estaba encendida pero curiosamente sin nadie al frente. A diferencia de otros dias, en los que lo primero pensaban en salir a jugar con sus amigos del vecindario, les apeteció pasear por su gran casa. A decir verdad, se trataba de una mansión de principios del siglo XX, que fue comprada por su madre Julia, una acaudalada empresaria textil.

Jugando en la cocina los gemelos notaron un amplio jardin con una pileta, de inmediato saltaron y caminaron por un largo pasillo rodeado de arbustos sin podar, al llegar una  pileta sin agua los sorprende, confundidos y con ganas de jugar notaron a lo lejos una habitación extraña recordaron que su madre no los dejaba ingresar, sin perder tiempo corrieron y saltando barreras ingresaron a un silencioso y amplio espacio acumulado de muebles que se encontraban cubiertos, la curiosidad los hizo ingresar y jugar por dentro, cuando de pronto empujaron un mueble y se escucho un fuerte sonido y asustados salieron del pasillo creado por los muebles, bordearon la zona buscando el lugar donde cayo o se rompio algo, el mueble abrio una puerta oculta un pasillo oscuro con un rastro de luz en el fondo, los inquietos gemelos ingresaron al estrecho lugar, el camino sinuoso se hacía cada vez más estrecho y  pequeño, frío con polvo y lleno de telarañas que se le pegaba a la cabeza, lograron ver un haz de luz aquí tuvieron que empujar para salir hasta poder ingresar a otro lugar nuevo para ellos, al ingresar quedaron fascinados con los colores, un ambiente suave y cálido, un lugar sorpresa creado por su madre para ellos.     

Pedro y José se sentían un poco cansados luego de todo el recorrido que hicieron por su mansión. Así que les dio ganas de ir a descansar un poco en su habitación. Cuando abrieron la puerta de la pieza, vieron sus cuerpos recostados sobre sus camas. Ellos no podían entender lo que estaba pasando. Se asustaron. Cerraron la puerta de un golpe y como, naturalmente hace todo niño, fueron en busca de su madre Julia. Fue grande la sorpresa cuando abrieron la puerta del dormitorio de Julia y también la vieron recostada en su cama. Claramente, seguían sin entender nada. En ese momento, sonó el timbre. Inmediatamente fueron corriendo a ver quién era, quizá para obtener una explicación. Al llegar al primer piso, vieron cómo unas personas rompieron la puerta de ingreso y pasaron sin mirarlos. Solo pudieron oir que se trataba de policías y que habían llegado a la mansión porque unos vecinos habían reportado la desaparición de los Mendez. Los policías adujeron que en la casa se sentía un olor a putrefacción y subieron las escaleras. Algo terrible había pasado. Pero ¿qué había ocurrido? Una carta escrita por Julia señalaba que ella había decidido acabar con su vida y con la de sus hijos porque había quedado en la bancarrota y no tenía como afrontar la crianza de ellos. En ese momento, los gemelos Pedro y José entendieron todo. Estaban muertos. El alma de su madre Julia de pronto apareció y los abrazó, diciéndoles que nunca más iban a sufrir. Las almas de Pedro, José y Julia quedaron para siempre en esa casa.

...