La Economía

Recursos humanos y minería

Por Ricardo Solari Viernes, 03 Febrero 2012 12:39 Fuente Imprimir

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La escasa oferta de especialidades a nivel técnico y profesional asociadas a laminería es una realidad en todo el país, pero es mayor aún en las zonasmineras.

Hay muchos datos que señalan que estamos al borde del pleno empleo en lo que a minería se refiere. Los números de la última encuesta del INE señalan con claridad la situación del entorno laboral de la minería.

En los próximos años decenas de proyectos, de distinto tamaño y en distintas regiones, se pondrán en marcha presionando aún más la fuerza laboral del sector. Esto ya se refleja de modo virtuoso en el alza salarial sostenida, en las negociaciones colectivas recientes y en los bonos, tanto de fin de conflicto como de producción acordados en el año pasado.

Pero en Chile aún la tasa de participación laboral es baja (59,6% v/s 70%en países de la OCDE). Esto significa que hay un amplio margen para hacer crecer el mercado laboral. Además de aumentar la escolaridad y de bajar barreras de entrada, en especial para mujeres, hay aspectos en los cuales se debe incidir para que el crecimiento de la tasa de participación tenga impacto en el mercado laboral minero.

Es necesario mejorar la calidad de vida de las ciudades mineras. La preferencia por la organización de campamentos asociada al sistema de excepciones de jornadas ha generado que las ciudades que viven en el entorno de laminería sean puntos de paso, donde la habitabilidad, acceso a educación, salud y entretenimiento, sean limitados. Este factor se transforma en una restricción a la hora de reclutar trabajadores de alta calificación. Las personas, mientras mayor sea su escolaridad, más valoran su calidad de vida y la de su familia. Esta situación en un contexto de gran demanda por profesionales se tornará crecientemente dramática. El incremento de trabajadores extranjeros es también una realidad, pese a la subsistencia de antiguas restricciones legales (artículos Nº 19 y 20 del Código del Trabajo). Esas normas deben ser urgentemente actualizadas porque existe aquí también un potencial de trabajadores de todo nivel, de alta competencia, que pueden hacer una gran contribución al progreso de nuestro país.

Por último, el caso de la minería es la mayor evidencia de que el mercado no es un correcto asignador de recursos en educación. La escasa oferta de especialidades a nivel técnico y profesional asociadas a la minería es una realidad en todo el país, pero es mayor aún en las zonas mineras. Se requiere una política pública en estrecha conexión con el sector privado, que articule una oferta pertinente a las necesidades detectadas y que permita la reconversión de trabajadores

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