La Microhisoria
estevitha079624 de Febrero de 2015
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MICROHISTORIA:
DOS O TRES COSAS QUE SE DE ELLA.
Carlo Ginzburg
1. Creo haber oído hablar por primera vez de "microhistoria"
a Giovanni Levi, en 1977 o 1978. Pienso que me apropié de aquella
palabra, nunca oída anteriormente, sin pedir aclaraciones acerca de su
significado literal: me contenté, imagino, con la referencia a la escala
reducida de la observación sugerida por el prefijo "micro". Recuerdo
bien que en nuestras conversaciones de entonces hablábamos de
"microhistoria" como de una etiqueta pegada a un cajón historiográfico
aún por rellenar.
Algún tiempo después Giovanni Levi, Simona Cerutti y yo
empezamos a trabajar en una colección, publicada por el editor
Einaudi, titulada precisamente "Microstorie". Se han publicado desde
entonces unos veinte volúmenes de autores tanto italianos como
extranjeros; algunos de los títulos italianos han sido traducidos a
diversas lenguas; se ha hablado, en algún lugar, de "escuela
microhistórica italiana". Pero ha sido recientemente, gracias a una
pequeña investigación terminológica retrospectiva,(i) cuando he
descubierto que aquella palabra que nosotros creíamos desprovista de
connotaciones había sido ya utilizada anteriormente por otros.
l . - Esta ha sido posible gracias a ORION, el programa en que se basa el
catálogo informatizado de la UCLA Research Library.
* Mi agradecimiento a Patrick Fridenson, con quién he discutido fructuosamente
mientras escribía estas páginas. Perry Anderson las ha leído y criticado antes de
que tomasen una forma de$nitiva: mi deuda con ellos es aún enorme.
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2. Por lo que sé, el primero en enarbolar la palabra
"microhistoria" como una autodefinición, fue un estudioso americano,
George R. Stewart, en 1959. Stewart, nacido en 1895 y fallecido en
1980, fue durante muchos años profesor en la universidad de Berkeley.
La copiosa bibliografía de este polígrafo liberal comprende, aparte de
varias novelas (que no he leído), un precoz manifiesto ecológico (Not
so Rich as You Think, 1968); una recapitulación de la historia
universal, presentada bajo la forma de una autobiografía de la especie
humana (Man: un Autobiography, 1946); una crónica, escrita en
colaboración con otros autores, sobre la resistencia opuesta por el
propio Stewart y otros profesores, entre ellos Ernst Kantorowicz, al
juramento impuesto, en los años de MacCarthy, por la administración
de la universidad de Berkeley (The Year of the Oath, 1950). (2)
Los libros más destacables de Stewart (Names on the Land,
1945, 1967; American Place Names, 1970) están dedicados a la
toponimia de los Estados Unidos.(3) En una conferencia, partiendo
de los topónimos mencionados en una oda de Horacio, sostenía que
para interpretar un texto literario es necesario, en primer lugar,
descifrar las referencias ambientales (lugar, vegetación, condiciones
meteorológicas) que contiene.@) Esta pasión por el detalle
microscópico inspiró también el libro que me interesa resaltar: Pickett 'S
Charge. A Microhistory of the Final Attack at Gettysburg, July 3, 1863
(1959). En él, Stewart analiza minuciosamente, a lo largo de más de
trescientas páginas, la batalla decisiva de la guerra civil americana. El
titulo se refiere a un episodio que duró aproximadamente veinte
minutos: la carga desesperada de un batallón sudista guiada sin éxito
por el major-general Edward Pickett. El relato se desarrolla en un
2.- Kantorowicz, no nombrado pero fácilmente reconocible, aparece en algún
momento de la narración de Stewart: cfr. The Year of the Oath, Berkeley 1950
(reed. 1971), p. 90. Véase también E.H. KANTOROWICZ, The Fundamental
Issue. Documents and Marginal Notes on the University of California Loyalty
Oath, San Francisco 1950, p. 1: "This is not intended to be the history of 'The
Year of the Oath'. This subject has been admirably dealt with by Professor
George R. Stewart" .
3.- Cfr. M.S. BEELER, "George R. Stewart, Toponymist", en Names, 24, no
2 (junio 1976); el fascículo lleva el encabezamiento: "Festschrift in Honor of
Professor George R. Stewart"), pp. 77-85. Véase también "George R. Stewart on
Narnes and Characters", una entrevista aparecida en la misma revista, 9 (1961),
pp. 5 1-57. Cfr. también J. CALDWELL, George R. Stewart, Boise, Idaho 1981
("Western Writers Series" no 46).
4.- Cfr. G.R. STEWART, "The Regional Approach to Literature" en College
English, 9 (Abril 1948), pp. 370-375.
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espacio exiguo, en una franja de quince horas. Los mapas, gráficos y
diagramas que acompañan el texto llevan epígrafes como: "El
cañoneamiento (1.10 - 2.55 P.M.)". El destino de la batalla de
Gettysburg se jugó en un puñado de segundos, entre unas ramas de
árboles y un muro de piedras.(s) Partiendo de la dilatación del tiempo
y la concentración del espacio, Stewart analiza con minuciosidad casi
obsesiva lo que define como el "momento culminante del
acontecimiento principal de la guerra, el momento central de nuestra
historia" (the climax of the clirnax, the central moment of our history),
y en cuanto tal, parte de la historia universal. Si la carga fallida de
George Edward Pickett hubiese culminado con éxito, afirma Stewart,
la batalla de Gettysburg hubiese podido tener otra conclusión: y "la
existencia de dos repúblicas rivales hubiese impedido probablemente la
intervención decisiva en las dos guerras mundiales, que han
transformado a los Estados Unidos en una potencia mundialU.(6)L a
microhistoria de Stewart desemboca en una reflexión sobre la nariz de
Cleopatra.
3. A pocos años de distancia, y de una forma totalmente
independiente a Stewart, un estudioso mexicano, Luis González y
González, insertó la palabra "microhistoria" en el subtítulo de una
monografía (Pueblo en vilo. Microhistoria de San José de Gracia,
México 1968). En la obra se investigan las transformaciones producidas
a lo largo de cuatro siglos en un pueblo minúsculo, "ignorado". Las
pequeñas dimensiones son derivadas de la tipicidad: éste es (al margen
de que González y González haya nacido y vivido allí) el elemento que
justifica la elección de San José de Gracia de entre millares de pueblos
de características análogas. Aquí microhistoria es sinónimo de historia
local, escrita, como señalaba González y González, citando a Paul
Leuilliot, desde una óptica cualitativa y no cuantitativa.('/) El éxito de
Pueblo en vilo (reeditado y más tarde traducido al francés) animó al
autor a teorizar sobre su planteamiento y enfoque en dos ensayos, "El
arte de la microhistoria" y "Teoría de la microhistoria", incluidos en
dos colecciones tituladas respectivamente Invitación a la microhistoria
(1973) y Nueva invitación a la microhistoria (1982). Desde esas
5 . - G. R. STEWART, Pickett 'S Charge. A Microhistory of the Final Attack at
Gettysburg, July 3, 1863, Dayton, Ohio 1983 (1 a ed. 1959), pp. ix, 21 1-212.
6.- Ibid., p. ix.
'.- L. GONZALEZ y GONZALEZ, Pueblo en vilo. Microhistoria de San José
de Gracia, México 1968, p. 2 ("La pequeñez, pero la pequeñez típica"); en la
pág. 3 la referencia a Leuilliot.
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páginas, cuyo eco se hace perceptible en otras publicaciones mexicanas
de los mismos años,@) González y González distinguía la
microhistoria de lapetite histoire, anecdótica y sin crédito; confirmando
su identidad con lo que en Inglaterra, Francia y Estados Unidos se
llama historia local, y que Nietzsche había definido como "historia
anticuaria y arqueológica". En definitiva, para eliminar las objeciones
suscitadas por la palabra "microhistoria", sugirió dos alternativas:
historia "matria", idónea para designar el mundo "pequeño, débil,
femenino y sentimental de la madre" que es aquél que se reduce a la
familia o al pueblo; o bien historia yin, el término taoísta que evoca
todo aquello que hay de "femenino, conservador, terrestre, dulce,
oscuro y doloroso" .(9)
4. Reivindicando la sustancial paternidad de la palabra
"microhistoria", González y González recordaba que ésta aparecía ya
en la introducción de Braudel al Traité de sociologie dirigido por
Georges Gurvitch (1958), pero "sin significación concreta
reconocida" .(lo) En realidad para Braudel "microhistoire" tenía un
significado muy preciso, pero negativo: era sinónimo de "histoire
événementielle" , de aquella "historia tradicional" que veía la " soidisante
his toire du monde" dominada por protagonistas similares a
directores de orquesta.
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