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Las muchas caras del egoísmo.


Enviado por   •  27 de Abril de 2016  •  Ensayos  •  720 Palabras (3 Páginas)  •  86 Visitas

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Las muchas caras del egoísmo.

Todos hemos padecido la falta de interés por parte de la sociedad hacia problemas que consideramos importantes, situaciones personales en las que nos gustaría sentir la empatía de otra persona o al menos saber que alguien más está ahí para escucharnos, pues la sensación de sentirnos apreciados por otras personas a lo que le podríamos llamar aceptación es algo que desde siempre a las personas les interesa conseguir pues es una necesidad humana el sentirnos queridos.

Creemos que ésta actitud es característica de nuestros días,  debido a nuestro estilo de vida tan agitado y exigente, sin embargo Antón Chejov y Hans Christian Andersen, cada uno  a su manera nos relatan historias de acuerdo a su época, en las cuales podemos apreciar que ésta problemática tiene mucho más tiempo de lo que creemos.

        Ambos autores relatan casos en los que los personajes son incomprendidos por la sociedad; en “La niña de los fósforos” de Christian Andersen, podemos apreciar una narrativa en la que el egoísmo se trata como algo natural y cotidiano, donde las personas ignoran los sentimientos y necesidades de la niña, sin importarles el hambre y el frio que siente; contrastando su miseria y dolor con la felicidad y dicha que se vive en la víspera de Navidad.

No obstante la diferencia de corrientes, Chejov nos muestra en “La tristeza”, un relato similar en forma y fondo, en el que en un ambiente de nostalgia y soledad un personaje desdichado e insatisfecho se encuentra hundido en la desesperación por no poder desahogar la pena que tiene, debido al desinterés de las personas con las que se cruza y a quienes parece no importarles su sentir.

        En ambos casos podemos apreciar que la reacción de la sociedad, tan desinteresada y poco empática se puede deber a múltiples razones, como el desconocimiento de la problemática de las demás personas, porque no han vivido lo mismo que el otro y por ende desconocen por lo que está pasando, o simple y sencillamente porque lo importante para unos, puede no serlo para otros.

El egoísmo y la falta de interés en el prójimo, son parte de la naturaleza humana, por lo que en muchas ocasiones, hasta de forma inconsciente hacemos a un lado a otras personas, ¿Cuántas veces hemos visto a alguien necesitado en la calle, o a un compañero que parece tener algún problema? y ¿cuántas de esas veces, por falta de tiempo, por pena o simplemente por falta de interés, preferimos ignorarlo y seguir nuestro camino? Creo que es momento de hacer un alto en nuestras agitadas y ocupadas vidas para ver lo que está a nuestro alrededor.

Esta visión, no es compartida por muchos otros, ya que hay partidarios del Egoísmo ético como Ayn Rand, quien afirma “El ataque contra el "egoísmo" es un ataque contra la autoestima”1, ya que lo consideran la preocupación por los intereses personales, argumentando que no es bueno tratar de ayudar a alguien que no lo ha solicitado,  esto solo obstaculizaría su propósito.

Podemos elegir el tipo de persona que queremos ser, aquel que le brinda una cobija a la niña de los fósforos, la persona que escucha y le da la mano al cochero Yona o ser uno más que le da la espalda a los demás dejándolos a sus suerte, la facultad de elegir, está en nosotros siempre ha sido así pues sin importar lo que pase y de la educación que las personas tengan siempre uno va a tener el criterio de poder decidir la mejor opción sin perjudicar a nadie “El hombre se hace dueño de sus propios actos; él es el señor de su conducta, es el artífice de su vida, pues elegir algo es lo mismo que elegirse, es decir, fabricarse el tipo de vida que se ha querido”2.

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