MATUCANA

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El lunes 6 de octubre del presente año, partimos en horas de la mañana desde la Plaza Bolognesi para ir a Matucana, una ciudad cerca al Valle del Rímac. Al pasar por Chosica somos parte de un clima cálido para tomar la movilidad hacia nuestro destino. Mientras viajamos podemos notar la Universidad “La Cantuta” y el río Rímac. Poco a poco, durante las dos horas de recorrido apreciamos los empinados y distinguidos cerros, el cielo azul y las pomposas nubes en forma de algodón.

A 74 kilómetros de la ruidosa Lima, se encuentra el distrito de Matucana que nos recibe en medio de cerros con una espléndida fauna y flora. Ubicado en la provincia de Huarochirí, así abre sus puertas esta ciudad fundada un 8 de septiembre de 1895.

La travesía empieza en la Plaza de la Independencia, donde se encuentran los principales establecimientos de la ciudad. Lo primero que se puede observar en Matucana es un colegio con los escolares correteando, a pesar de los comicios electorales del día anterior, no faltaron a clase. En medio de la plaza se levanta un ángel tocando una trompeta. A su vez el Tren Macho se desplazaba a espaldas del ángel, donde se encuentra una estación ferroviaria. Este tren trasladaba minerales desde la Sierra central hacia Lima.

El recorrido continúa entre sus calles angostas y coloridas, una suave pendiente aún no asfaltada nos hace avanzar mientras observamos ganado vacuno y ovejuno en establos o al aire libre en pequeñas praderas. El camino se acaba dando inicio a un puente de madera que es el acceso a la Catarata de Antankallo o La “cascada de la amistad”, como suelen denominarla, se encuentra a pocas horas de Lima, tiene una altura de 20 metros y sin duda alguna es uno de los más importantes atractivos turísticos de este distrito. Pasando el puente se paga dos soles en una caseta y se obtiene el pase libre a una pendiente más empinada.

Matucana es una ciudad que se dedica a la ganadería y agricultura, rodeada de cerros precisamente empinados que a pesar de la lejanía al centro de la ciudad metropolitana, el distrito posee todos los servicios necesarios para una estancia autónoma, económica y satisfactoria.

Para llegar a la catarata se va por la quebrada del Rio Chacmayo, un camino para dos personas, no tan peligroso pero sí señala tomar precauciones. Un letrero nos avisa que nos encontramos al 30% de la caminata, más arriba otro letrero nos señala que estamos frente a la Cabeza de León que son cerros con la forma de cabeza de león y el rostro de Cristo.

Los minutos pasaban y sabíamos que recorreríamos cerca de hora y media para llegar a lo más alto de los cerros con objeto de ver a la catarata de la amistad, donde haríamos una ofrenda a la Pacha mama o madre tierra. Algunas partes del camino son superficies planas, otras estrechas y rugosas, pero la vista que se obtiene desde

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