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Oligarca


Enviado por   •  26 de Noviembre de 2012  •  Informes  •  6.741 Palabras (27 Páginas)  •  323 Visitas

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Oligarca

La oligarquía, en ciencia política, es una forma de gobierno en la que el poder supremo está en manos de unas pocas personas.1 Los escritores políticos de la antigua Grecia emplearon el término para designar la forma degenerada y negativa de aristocracia (literalmente, gobierno de los mejores). Estrictamente, la oligarquía surgirá cuando la sucesión de un sistema aristocráto se perpetúe por transferencia sanguínea o mítica, sin que las cualidades éticas y de dirección de los mejores surjan como mérito reconocido por la comunidad, siendo esta definición muy cercana a la de monarquía y más todavía a la de nobleza.

Los oligarcas dueños de propiedades, de tierras o de grandes acumulaciones de dinero, son poseedores de fuerza en la dirección política gracias a sus fuertes influencias económicas. Poseen estándares éticos posiblemente dudosos, con diversos medios de legitimación, que tienen como piso el poder acumulado y el símbolo histórico que haya significado la sucesión que les dio fuerza.

La oligarquía es un grupo minoritario de personas, pertenecientes a una misma clase social, generalmente con gran poder e influencia, que dirige y controla una colectividad o institución.

Los gobiernos oligárquicos, y la oligarquía como tal, tienen una historia antiquísima, casi desde el comienzo de las estructuraciones sociales de los primeros seres humanos. Aunque como tal se ha usado para adjetivar diversos sistemas sociales, sin que este apelativo fuera más allá de una calificación del sistema político.

Escritores políticos de la Antigua Grecia como Platón ya citan en su época gobiernos oligarcas como el de los Treinta Tiranos, gobernantes en la propia Atenas del fílósofo. El sistema oligárquico gobernante tras la democracia, fue derrocado para volver a implantarla en la Atenas de la época. El comercio internacional y el enriquecimiento demasiado concentrado hacen surgir una oligarquía (como fue el caso de la familia Médici de Florencia).

Estos esquemas sociales oligárquicos se han dado a lo largo de la historia en multitud de civilizaciones. En general obviamente evidenciado en la Europa de la antigüedad y más recientemente en tribus de civilizaciones africanas y amerindias, en las cuales los dirigentes del pueblo solían ser consejos de sabios ancianos.

Se puede considerar que no es la aplicación de la democracia como tal, ya que ésta se define como el poder de todos y si este tan sólo está concentrado en manos de unos pocos tiene más similitud a las dictaduras que a las democracias. Aunque como tal es cuestionable cualquier sistema supuestamente democrático si hay dirigentes que deciden por la ciudadanía aunque hayan sido votados por ésta, pueden llegar a ser considerados como oligárquicos, y al no ser sistemas de democracia directa en cuyo caso no sería cuestionable.

Centralismo

El centralismo es el modo de gobierno en el cual, por medio de una capital, se centralizan las leyes, decretos, senados y representantes que envuelvan a todo el país. Lo que quiere decir que hay un solo estado. En cambio el federalismo consiste en varios estados los cuales tienen cada uno un representante y sus propias leyes (Cada estado es in dependiente).

Simón Bolívar quería un sistema centralista. Pensaba que el federalismo era un sistema débil. Venezuela Colombia y ecuador, que fueron parte de la nueva granada son todos centralistas pero en un momento todos fueron federalistas por razones de dinero, modo de gobierno y poder.

La constitución de 1832 se crea como centralizada y aparecen los centralistas y federalistas

En esta forma de gobierno, el gobierno central asume competencias ante los estados federados. Entre los motivos de esta centralización podemos contar:

• La necesidad que tienen los estados de dar servicios a sus ciudadanos que económicamente los territorios federados por sí solos no pueden.

• La necesidad de grandes cantidades de inversiones que exigen un gran porcentaje de recursos, materiales económicos y humanos que colapsarían los territorios federados.

• La necesidad de hacer una planificación central.

Hay dos clases de centralismo:

• Centralismo puro: en el que se ejercen las competencias del órgano central de forma exclusiva y total.

• Centralismo desconcentrado: cuando todo poder está basado en la decisión de una sola entidad o persona.

Gobiernos que aplicaron esta forma de gobierno

Federal

El federalismo consiste en varios estados los cuales tienen cada uno un representante y sus propias leyes (Cada estado es in dependiente).

En 1853 se creo una constitución liberal donde se dio inicio al federalismo en colombia, en esta se elimina la esclavitud y se impone el voto popular. Se separo la iglesia y del estado.

En conclusión cada una de estas etapas por las que ha pasado nuestro pais, nos ha ayudado a mejorar nuestro modo de gobierno y también a ayudado a nos ayuden a entender como se formo nuestro país y cuales son nuestros derechos deberes etc.

Dictadura

es una forma de gobierno en la cual el poder se concentra en torno a la figura de un solo individuo (dictador), generalmente a través de la consolidación de un gobierno de facto, que se caracteriza por una ausencia de división de poderes, una propensión a ejercitar arbitrariamente el mando en beneficio de la minoría que la apoya, la independencia del gobierno respecto a la presencia o no de consentimiento por parte de cualquiera de los gobernados, y la imposibilidad de que a través de un procedimiento institucionalizado la oposición llegue al poder.1

Históricamente, "dictadura" hace también referencia a la magistratura extraordinaria de la Antigua república romana, de donde cobra su origen. El Senado romano en casos de guerra o estados de emergencia dotaba a un hombre de poderes absolutos durante un periodo máximo de 6 meses sin que por ello quedase derogado el ordenamiento político y jurídico existente. De este modo hoy día es frecuente que se apele a una situación extraordinaria para legitimar la duración, normalmente vitalicia, de una dictadura (guerra, confrontación, peligro, crisis, etc). Igualmente suele enaltecerse al dictador como alguien sacrificado capaz de entregar su propia vida por su pueblo, y a menudo se le rodea de cierta sobrenaturalidad de carácter militar y religiosa; y especialmente en estos casos se pretende la sucesión en otro dictador.1 Según las características que presente puede ser una dictadura autoritaria o totalitaria.

Algunas constituciones democráticas, como la alemana de Weimar, preveían situaciones excepcionales que la justificaban, como excepciones a la utilización del término en su concepción de forma de gobierno contrapuesto a la democracia

Dictadura Romana

La dictadura romana era el gobierno extraordinario que confería a una persona, el dictador, una autoridad suprema en los momentos difíciles, especialmente en los casos de guerra; la dictadura nació, al parecer a propuesta de Tito Larcio, quien fue además el primero en ejercer el cargo. El dictador era nombrado por uno de los cónsules en virtud de una orden del Senado que tenía la potestad de determinar cuando era necesario el nombramiento y quién debía ocupar el cargo. En un principio, sólo los patricios podían ser nombrados dictadores, pero en el año 356 a. C. se les reconoció ese mismo derecho a los plebeyos.

El magistrado supremo recibía los nombres de "dictador" y "senador del pueblo" (dictator, magister populi ) y ejercía su autoridad por espacio de seis meses a lo sumo, período en el que quedaban en suspenso todos los procedimientos ordinarios, los magistrados, incluso los tribunos de la plebe se abstenían en el ejercicio de su jurisdicción. Nadie podía criticar, censurar ni discutir las órdenes del dictador. Para demostrar su superior magisterio, el dictador marchaba precedido de 24 lictores, frente a los 12 que acompañaban a los cónsules.

Diferencias entre modelos dictatoriales

Existe cierta confusión entre la conceptualización autoritarista, totalitarista y fascista, típicas de los regímenes dictatoriales. Si bien ambos conceptos están sumamente interrelacionados, guardan suficiente independencia semántica entre sí. Sin embargo, a lo largo de un periodo un gobierno puede y suele tomar medidas propias de los tres, e incluso evolucionar y configurarse de una forma a otra por lo que determinar estrictamente las diferencias para un caso concreto puede resultar sumamente complicado

Dictaduras autoritaria y totalitaria

El término autoritarismo se consolida como opuesto a totalitarismo (que es el que reivindicaba para sí el fascismo), en los análisis posteriores al periodo de entreguerras, sobre todo el de Juan José Linz.2 La dictadura autoritaria se diferencia de la dictadura totalitaria porque la autoritaria:1

• No tiene una ideología tan elaborada, el ensalzamiento del líder se hace de forma meramente propagandística.

• No busca el apoyo de las masas, sólo someterlas.

• Su meta última no es realizar grandes cambios en la sociedad sino únicamente imponer su poder sobre la misma.

El totalitarismo se diferencia del autoritarismo en el grado de intensidad en que se manifiestan algunos de sus elementos comunes:

• Concentración de poder en una sola persona o grupo muy reducido, usualmente un partido político o movimiento, que puede incluso conducir al culto a la personalidad del líder.

• Justificación de la actuación política mediante una doctrina global que se manifiesta en todas las esferas de la actuación humana: economía, cultura, familia, religión.

• Empleo sistemático del terror, por medio de una policía secreta para eliminar a la disidencia u oposición.

• Uso de los campos de concentración para aislar a la oposición y enemigos del régimen.

• Mientras el autoritarismo busca acallar a los disidentes y evitar sus expresiones en público, el totalitarismo en cambio busca no solo acallar sino también extirpar las formas de pensamiento opuestas, mediante el adoctrinamiento y la remodelación de las mentalidades.

El elemento esencial que comparten las dictaduras totalitarias es la voluntad de convertir la política estatal en un mecanismo para controlar todas las esferas de la actividad humana y ocupar todo el espacio social.

Dictadura fascista

El concepto de régimen fascista puede aplicarse a algunos regímenes políticos dictatoriales, ya fueran totalitarios o autoritarios de la Europa de entreguerras y a prácticamente todos los que se impusieron por las potencias del Eje durante su ocupación del continente durante la Segunda Guerra Mundial. De un modo destacado y en primer lugar a la Italia de Benito Mussolini (1922) que inaugura el modelo y acuña el término; seguida por la Alemania de Adolf Hitler (1933) que lo lleva a sus últimas consecuencias; y la España de Francisco Franco que se prolonga mucho más tiempo y evoluciona fuera del periodo (desde 1939 hasta 1975). Las diferencias de planteamientos ideológicos y trayectorias históricas entre cada uno de estos regímenes son notables.

La dictadura moderna

Obtencion del poder

El dictador puede llegar al poder tras un golpe de estado efectuado por una coalición cívico-militar o por las fuerzas armadas. De esta forma se crea una dictadura, sostenida gracias al poderío del aparato militar.

Los dictadores también pueden llegar al poder siendo elegidos en votaciones populares, designados por un partido único o jerarquía dominante de cualquier signo, o heredar el poder tras el fallecimiento del pariente que lo ostentaba. Guarda conexión con los totalitarismos a través de la implantación de un sistema de legitimación del poder público mediante un sistema político de fuerza y jerarquía; y mediante la ideología del movimiento o partido

Dictadura constitucional

La dictadura constitucional es la forma de gobierno en la que, aunque aparentemente se respeta la Constitución, en realidad el poder se concentra de manera absoluta en las manos de un dictador (y en ocasiones, en las manos de sus cómplices), controlando éste, directa o indirectamente, los poderes Legislativo, Ejecutivo y Judicial. El mecanismo mediante el cual se mantiene el aparente respeto a la Constitución se denomina fraude constitucional: un ejemplo es el fraude electoral.

Dictadura militar

Paez el dictador

En 1858, el país entró en una nueva efervescencia; algunos liberales asumieron la defensa del federalismo y se levantaron en armas. El presidente electo, Julián Castro, ante la amenaza, resolvió llamar al hombre fuerte, Páez, a quien el Congreso decidió no darle los poderes especiales que había solicitado, por lo que renunció y se fue nuevamente al exilio.

Posteriormente, el presidente Manuel Felipe Tovar, tras la incontrolable situación, también decidió llamarlo y lo nombró comandante general de todos los ejércitos. La situación era inmejorable para el anciano combatiente, por lo que asumió el gobierno en calidad de dictador el 10 de septiembre de 1861. Las cosas, sin embargo, no fueron nada fáciles para Páez. Desde Caracas gobernó casi formalmente, pues el resto del país era controlado por los federalistas. Se produjeron reuniones infructuosas con el general Juan Crisóstomo Falcón para solucionar el conflicto federal, hasta que, en la hacienda Coche -cerca de Caracas-, se firmó un tratado de cese a las hostilidades (1863), el cual se conoce como el Tratado de Coche. Diez años después José Antonio Páez, el creador de la república, murió en Nueva York

Capitalismo

El capitalismo es un orden social que resulta de la libertad económica en la disposición y usufructo de la propiedad privada sobre el capital como herramienta de producción.1

En el capitalismo, los individuos y las empresas llevan a cabo la producción y el intercambio de bienes o de servicios en forma libre dentro de la división del trabajo, con el propósito necesario del beneficio monetario para la obtención de recursos en función de cualquier orden de fines dentro del marco de una cooperación mediatizada por el mercado.2 La distribución, la producción y los precios de los bienes y servicios son determinados por el libre mercado, la oferta y la demanda entre productores y consumidores.3

El origen etimológico de la palabra capitalismo proviene de la idea de capital y su uso para la propiedad privada de los medios de producción,4 5 sin embargo se relaciona mayormente al capitalismo como concepto con el intercambio dentro de una economía de mercado que es su condición necesaria,6 7 y a la propiedad burguesa que es su corolario previo8 como forma más acabada y coherente de la propiedad privada.9

Se denomina sociedad capitalista a toda aquella sociedad política y jurídica originada en la civilización occidental y basada en una organización racional del trabajo, el dinero y la utilidad de los recursos de producción, caracteres propios de aquel sistema económico.10 En el orden capitalista, la sociedad esta formada por clases en vez de estamentos como son propios del feudalismo y otros órdenes pre-modernos.11 Se distingue de éste y otras formas sociales por la movilidad social de los individuos, por una estratificación social de tipo económica expresada en un exponencial continuo de nivel de ingresos12 y por una distribución de la renta que depende casi enteramente de la funcionalidad de las diferentes posiciones sociales adquiridas en la estructura de producción.13

El nombre de sociedad capitalista se adopta usualmente debido al hecho de que el capital como relación de producción se convierte dentro de ésta en un elemento económicamente predominante.14 La discrepancia sobre las razones de este predominio divide a las ideologías políticas modernas: el enfoque liberal smithiano se centra en la utilidad que el capital como relación social provee para la producción en una sociedad comercial con una amplia división del trabajo, entendida como causa y consecuencia de la mejora de la oferta de consumo y los mayores ingresos por vía del salario respecto del trabajo autónomo,15 mientras que el enfoque socialista marxista considera que el capital como relación social es precedido (y luego retroalimentado) por una institucionalizada imposibilidad social de sobrevivir sin relacionarse con los propietarios de un mayor capital físico mediante el intercambio de trabajo asalariado.16

La clase social conformada por los creadores y/o propietarios que proveen de capital a la organización económica a cambio de un interés17 se la describe como "capitalista", a diferencia de las funciones empresariales cuyo éxito se traduce en forma de ganancia18 y de las gerenciales ejecutadas a cambio de un salario.19 Vulgarmente se describe desde el siglo XVIII como "burguesía" tanto a este conjunto social como al de los empleadores de trabajo de una moderna sociedad industrial, pero la burguesía se origina en las ciudades de la sociedad rural medieval y está constituida por propietarios auto-empleados cuya naturaleza da origen al capitalismo moderno.20

Existen diferentes apreciaciones sobre la naturaleza del capitalismo según la perspectiva social e ideológica desde la cual se lo analice.

Liberalismo Económico

El liberalismo económico es la doctrina económica desarrollada durante la ilustración (que se desarrolló desde fines del siglo XVII hasta el inicio de la Revolución francesa), formulada de forma completa en primer lugar por Adam Smith y David Ricardo, que reclama la mínima interferencia del Estado en la economía.

Habitualmente se resume en la expresión francesa Laissez faire, Laissez passer (dejar hacer, dejar pasar), que no obstante es el lema de la fisiocracia, una teoría económica precedente.

Bases del liberalismo económico

La propiedad privada e individual son las bases de esta teoría. Las primeras teorías liberales se basaban en la asunción de que las acciones económicas de los individuos son principalmente basadas en el propio interés, y que puedan actuar sin ninguna restricción producirá los mejores resultados, garantizando un mínimo de información pública y justicia por ejemplo, impidiendo la extorsión o el robo.

El liberalismo permite que las personas de un lugar determinado puedan elegir la distribución de lo económico que se maneja en esa sociedad, y poner, quitar y manejar en conjunto, impuestos y otras cosas de la misma índole.

Historia del liberalismo económico

Adam Smith (1723-1790) Smith era escocés y se formó en las universidades de Glasgow y de Oxford. En la primera fue profesor de Lógica y de Filosofía Moral. En el año 1776 publicó su obra principal: Causas y Consecuencias de la Riqueza de las Naciones. Smith abordó a la economía desde la filosofía. Era un ferviente defensor de las leyes de la naturaleza, del orden natural, y cuestionaba las imperfecciones de las instituciones humanas. Para él la conducta humana obedece de manera natural a las siguientes motivaciones: el egoísmo, la conmiseración, el deseo de ser libre, el sentido de la propiedad, el hábito del trabajo y la tendencia al intercambio. Si al hombre se lo deja en libertad, no sólo conseguirá su propio beneficio, sino también impulsará el bien común. Así Smith justificaba su reivindicación de dejar en libertad las relaciones de intercambio entre los hombres. El libre juego de las motivaciones nombradas conduce a un equilibrio natural. Cada individuo al buscar su provecho individual “es conducido por una mano invisible a promover un fin que no entraba en su propósito”, el bienestar general. Dice al respecto: “nunca he sabido que hiciesen mucho bien aquellos afectos a trabajar por el bien público.” Todo esto da pie a uno de los fundamentos del pensamiento liberal acerca de la libre interacción entre oferentes y demandantes en los mercados, sin ningún tipo de intervenciones estatales en los mismos. A Smith también le preocupó el origen del valor de las mercancías y en base a ideas dejadas por William Petty (1623-1687) y Richard Cantillon (1680?-1734) elaboró la Teoría del Valor Trabajo, la cual considera que el origen del valor de intercambio (valor en cambio) de las mercancías está en el trabajo humano. Divide al valor en dos: el valor en uso que es la utilidad que posee un objeto determinado, mientras que el valor en cambio es la capacidad de un objeto para ser intercambiado por otros y está determinado por el tiempo de trabajo humano incorporado en su producción. Por otra parte, le inquietaba que mientras los seres humanos se reproducían, la tierra no lo hacía, lo cual provocaría en algún momento del tiempo una situación de escasez de alimentos. Para esto proponía que los salarios en la economía debían ser de subsistencia, o sea, lo necesario para la subsistencia del trabajador y su familia. Consideraba que si el ingreso de las familias fuese mayor al de subsistencia, el crecimiento poblacional se aceleraría. Algo que observaba en su época era que se había pasado de la producción artesanal, en la cual un mismo artesano realizaba todas las operaciones, a una división del trabajo, en la cual cada operario realizaba una sola operación, como por ejemplo, hacer puntas de alfileres. Esto permitía que quien lo hiciera se especializara en dicha operación, mejorando los tiempos de producción y la calidad de lo elaborado. Cualquier productor que buscara su beneficio individual se vería obligado a dividir el trabajo de su empresa y de esta manera estaría maximizando la producción de toda la economía. Eran las motivaciones de la conducta humana las que garantizarían el crecimiento permanente del todavía entonces incipiente capitalismo inglés. Decía: “En un sistema de laissez-faire", el aceite del interés personal mantiene funcionando milagrosamente los engranajes económicos. No es necesario un planificador […]. El mercado resuelve todos nuestros problemas.” Así se afirma que Smith era un optimista acerca del futuro de las economías, ya que su crecimiento permanente estaba garantizado por las motivaciones de la conducta humana y la división del trabajo.

El liberalismo y el proletariado

En un primer momento, burguesía y proletariado se aliaron en contra de la casta aristocrática, descendiente de la clase feudal del Medioevo, que poseía el poder en las sociedades europeas del antiguo régimen. Sin embargo, con el advenimiento de los sistemas liberales a lo largo del siglo XIX, el conflicto entre los intereses de proletarios y burgueses se hizo evidente. El liberalismo implantó la igualdad política, pero, en sus primeras formulaciones, ignoró las desigualdades económicas y sociales. Los intereses del proletariado se expresaron en el desarrollo del movimiento obrero y en las diversas teorías socialistas (socialismo utópico, anarquismo, marxismo), que aspiraban a transformar la sociedad o a sustituirla por otra nueva en la que desaparecieran las desigualdades económicas.

Liberalismo y capitalismo

Según se realice desde una perspectiva marxista o liberal, el estudio del capitalismo conduce a juicios radicalmente contradictorios. Analizando desde las posiciones ideológicas del liberalismo, el capitalismo se manifiesta como el único sistema económico capaz de asegurar a cada hombre el libre ejercicio de sus facultades. La laboriosidad y el ahorro actúan en él, como instrumento de prestigio social y de afirmación de las capacidades individuales. La libre iniciativa conduce a la optimización de las capacidades de producción disponibles y asegura, por consiguiente, el crecimiento económico y el bienestar social.

La teoría marxista, por el contrario, cree descubrir en el capitalismo una contradicción esencial entre el carácter social del trabajo y la apropiación privada de la nueva riqueza generada, contradicción que se expresaría en un antagonismo irreductible entre las clases básicas de la sociedad capitalista: el proletariado y la burguesía. Del mismo modo, la igualdad política formal proclamada por el liberalismo se reduciría a la nada como consecuencia de la desigualdad económica, y el aparato estatal serviría fundamentalmente para la exclusión de las masas trabajadoras de la vida política.

Liberalismo económico en el siglo XIX

La doctrina económica liberal se había desarrollado a fines del siglo XVIII, el crecimiento de los mercados mundiales de bienes y de factores de producción hizo que las ideas del liberalismo ganasen apoyo entre los industriales, los comerciantes y los inversionistas, los gobiernos influídos por estos grupos fueron adoptando medidas económicas liberales, se permitió la libre circulación de productos, capital y trabajadores, permitiendo su movimientos dentro y fuera de Europa.

Fue la burguesía, concentrada en las ciudades, la principal protagonista de ese proceso histórico. Sin embargo, el hecho que, a pesar de ello, siguiera excluida de cualquier responsabilidad del gobierno, provocó la aparición en un seno de un movimiento crítico contra la constitución feudal de la sociedad y del estado absoluto.

Estado

El Estado1 es un concepto político que se refiere a una forma de organización social, económica, política soberana y coercitiva, formada por un conjunto de instituciones involuntarias, que tiene el poder de regular la vida nacional en un territorio determinado. Usualmente, suele adherirse a la definición del Estado, el reconocimiento por parte de la comunidad internacional.

El concepto de Estado difiere según los autores,2 pero algunos de ellos definen el Estado como el conjunto de instituciones que poseen la autoridad y potestad para establecer las normas que regulan una sociedad, teniendo soberanía interna y externa sobre un territorio determinado. Max Weber, en 1919, define el Estado moderno como una "asociación de dominación con carácter institucional que ha tratado, con éxito, de monopolizar dentro de un territorio la violencia física legítima como medio de dominación y que, a este fin, ha reunido todos los medios materiales en manos de su dirigente y ha expropiado a todos los funcionarios estamentales que antes disponían de ellos por derecho propio, sustituyéndolos con sus propias jerarquías supremas”.3 Por ello se hallan dentro del Estado instituciones tales como las fuerzas armadas, la administración pública, los tribunales y la policía, asumiendo pues el Estado las funciones de defensa, gobernación, justicia, seguridad y otras como las relaciones exteriores.

Probablemente la definición más clásica de Estado, fue la citada por el jurista alemán Hermann Heller que define al Estado como una "unidad de dominación, independiente en lo exterior e interior, que actúa de modo continuo, con medios de poder propios, y claramente delimitado en lo personal y territorial". Además, el autor define que solo se puede hablar de Estado como una construcción propia de las monarquías absolutas (ver monarquía absoluta) del siglo xv, de la Edad Moderna. "No hay Estado en la Edad Antigua", señala el reconocido autor.4 Asimismo, como evolución del concepto se ha desarrollado el "Estado de Derecho" por el que se incluyen dentro de la organización estatal aquellas resultantes del imperio de la ley y la división de poderes (ejecutivo, legislativo y judicial) y otras funciones más sutiles, pero propias del Estado, como la emisión de moneda propia.

Nación

Etimología

El término se deriva del latín ''natio'', "nación", que etimológicamente significa: "lugar donde se nace" (del latín "nascere", que este último término significa "nacer") (1); pero desde el punto de vista de las ciencias sociales y políticas, la "nación" es una realidad constituida por un conjunto de seres humanos que además de tener un lugar común de nacimiento y de vida (el territorio), tienen una serie de características que los identifican y al mismo tiempo los distinguen de otros conjuntos de seres humanos: raza, idioma, costumbres, tradiciones, historia, religión, música, hábitos alimenticios, en síntesis una cultura que va moldeando el alma individual y colectiva de los pueblos, pero sobre todo un sentimiento común de tener un mismo destino (2).

2. Antecedentes

Las primeras formulaciones teóricas sólidas de la "nación" y su plasmación en movimientos políticos concretos se dan en obras de fines del s. XVIII y en las Revoluciones: Americana y Francesa. No obstante, existen antecedentes a los que se ha otorgado diversa importancia en función del punto de vista del investigador. La primera utilización de "nación" de la que se tienen datos históricos data del año 968 (3).

El origen de "nación" es incierto y las disputas en cuanto a éste conforman un capítulo importante de la teoría del nacionalismo. Existen teorías biológicas de sus orígenes que ven al humano como animal territorial y a la "nación" como a un territorio en este sentido. Sin embargo, la mayoría de los teóricos rechazan esta teoría por simplista y tratan a las naciones como a una agrupación social humana relativamente nueva.

3. Definiciones

La "nación" puede caracterizarse de modo genérico como un grupo social relativamente extenso cuyos integrantes poseen un sentido de pertenencia a él debido a rasgos culturales y a una conciencia histórica comunes, Los integrantes de una nación tiene una conciencia más o menos explícita, según los casos, de formar parte de una comunidad distinta a las demás. Esta conciencia nacional implica la identificación con valores culturales comunes, así como vínculos efectivos de solidaridad entre los integrantes de una nación.

La "nación" se define, por lo tanto, en términos esencialmente socio–culturales e históricos. Ello significa que a pesar de la diferenciación social y económica que haber al interior de una nación, subsisten vínculos comunes que establecen la solidaridad nacional. Es decir que las diferencias entre las castas, los estamento y las clases sociales que hay en una nación no impiden el desarrollo de la conciencia y el sentimiento de pertenecer a una comunidad nacional distinta a las demás.

La "nación" es un fenómeno colectivo en el cual puede coexistir la heterogeneidad de subgrupos, con intereses sociales y económicos específicos, con la homogeneidad de la conciencia y el sentimiento nacional. Es por ello que la nación es una comunidad integradora frente a los subgrupos que la conforman. (4)

Los historiadores señalan que el "Estado-Nación", históricamente hablando, adoptó como primera forma la del Estado Monárquico-Absolutista, que se fue conformando en la medida en que un Señor Feudal se imponía progresivamente a otros señores feudales ya sea través de la fuerza o de pactos de cualquier tipo, incluyendo los matrimonios por razones políticas. Como ya decíamos antes, en los tiempos actuales existe toda una corriente de pensamiento que sostiene que el Estado-Nacional ha dejado de existir o no a causa de la globalización del sistema capitalista, del surgimiento de las "empresas globales" y del desarrollo científico-tecnológico. Más allá de todo lo que afirmen los neoliberales fundamentalistas, a finales del siglo XX y a principios del Siglo XXI, a pesar del mito de la muerte del Estado-Nación, estamos presenciando el surgir y el resurgir de viejos y nuevos sentimientos nacionales en un proceso aparentemente paradójico de naciones que se convierten o que luchan para convertirse en Estados para, a su vez, sumarse a procesos de integración económica, social, cultural y política supranacionales. Tal es el caso de las naciones que antiguamente constituían el Estado yugoslavo. (2)

Para dar una definición de "nación", primero es preciso analizar el concepto. Concretamente, la "nación" tiene una serie de géneros y especies. Los géneros son tres: nación biológica, nación antropológica y nación política. A su vez, la nación biológica tiene tres especies. La primera se refiere al individuo, al organismo viviente; ahí está el concepto original de "nación" –decíamos–, proveniente de nascor ("nacer", en latín). Es decir, nación es lo que ha nacido. En cuanto al concepto de nación antropológica, cabe decir que este concepto tiene ya características específicamente humanas, entre las cuales se halla el carácter institucional de las actividades de los hombres y la racionalidad, que radica en la manipulación de las cosas externas. Es también un concepto oblicuo, porque proviene de las naciones periféricas al Imperio romano, donde se cuece la idea de nación. Esos grupos que rodean al Imperio son gentes o naciones étnicas, grupos humanos que están en la periferia del Imperio. Cuando estas naciones se integran en la sociedad política (reino, Estado, imperio, etc.) se convierten en naciones étnicas no políticas. Como ejemplos, puedo citar las naciones en las que durante la Edad Media se clasificaban los mercaderes de mercados tan lejanos entre sí como París o Medina del Campo, y que carecían de cualquier sentido político; otro tanto sucedía con los colegios mayores de las universidades, donde los alumnos se clasificaban por su nación, que era el lugar de origen.

Es éste el mismo sentido con el que se emplea el término en el Poema de Almería, que narra la toma de esa ciudad por Alfonso VII, quien reunió un ejército procedente de diferentes partes de España, entre ellas, la "nación" asturiana. Por desgracia, los nacionalistas asturianos acuden a esta cita para argumentar cómo su nación estaba ya presente en esos tiempos, cuando, justamente, lo que prueba es lo contrario: se trataba solamente de una estirpe, de una etnia. (5)

Pais

La palabra país (del francés "pays") puede referirse a una nación, una región, una provincia, o un territorio.1 Es el principal sinónimo de estado nacional,2 un área geográfica bien delimitada, y una entidad políticamente independiente, con su propio gobierno, administración, leyes, y la mayor parte de las veces una constitución, una fuerza policial, fuerzas armadas, leyes tributarias, y un grupo humano.

A veces, partes de un estado con una historia o cultura características son llamados países, especialmente por los oriundos del lugar, como por ejemplo Escocia, Gales, Inglaterra o Irlanda del Norte (en Reino Unido). Puede referirse también a regiones o incluso comarcas sin grandes diferencias culturales con las de los alrededores. Este uso se da especialmente al hablar de las regiones naturales de Francia (el País de Auge, País de Buch, País de Caux, País de Sault, País del Loira, el País Vasco -Pays Basque-...) ya que el término español «país» proviene del francés pays, idioma en el que el término también tiene esta polisemia. A su vez, el término francés procede del latín tardío page(n)sis (habitante de un pagus o aldea). Similar origen tiene el término "payés" (catalán pagès). Es muy probable que en muchos idiomas derivados del latín el término «país» y sus derivados («paisano», «paisaje») proceda directamente del latín y no del francés u otras lenguas; como es el caso del italiano "paese".

País, según el diccionario de la Real Academia Española es: "1. m. Nación, región, provincia o territorio.",3 por tanto, aún siendo una palabra muy comúnmente asociada a "estado soberano" o "estado nacional" como sinónimas, su abanico es mucho más amplio y no se limita de forma exclusiva a estos conceptos.

Nación

Nación tiene dos acepciones: la nación política, en la escena jurídico-política, es el sujeto político en el que reside el poder constituyente de un Estado; la nación cultural, concepto socio-ideológico más subjetivo y ambiguo que el anterior, puede definirse como una comunidad humana con ciertas características culturales comunes a las que se les dota de un sentido ético-político. La palabra nación se emplea en la vida cotidiana con múltiples significados: estado, país, territorio o habitantes de ellos, etnia y otros.

En España se da el caso de las nacionalidades históricas,4 realidad nacional,5 carácter nacional6 o, simplemente, nacionalidad;7 son términos acuñados ad hoc para la política de este país, usados para designar a aquellas comunidades autónomas con una identidad colectiva, lingüística y/o cultural diferenciada, según sus estatutos autonómicos, del resto del Estado

Gobierno

El gobierno es, normalmente, la autoridad que dirige, controla y administra las instituciones del Estado el cual consiste en la conducción política general o ejercicio del poder del Estado. En ese sentido, habitualmente se entiende por tal al órgano (que puede estar formado por un presidente o primer ministro y un número variable de ministros) al que la Constitución o la norma fundamental de un Estado atribuye la función o poder ejecutivo, y que ejerce el poder político sobre una sociedad. También puede ser el órgano que dirige cualquier comunidad política.1

En términos amplios, el gobierno es aquella estructura que ejerce las diversas actividades estatales, denominadas comúnmente poderes del Estado (funciones del Estado). El gobierno, en sentido propio, tiende a identificarse con la actividad política.

El gobierno no es lo mismo que el Estado, está vinculado a éste por el elemento poder. El gobierno pasa, cambia y se transforma, mientras que el Estado permanece idéntico. En ese sentido, el gobierno es el conjunto de los órganos directores de un Estado a través del cual se expresa el poder estatal, por medio del orden jurídico. Puede ser analizado desde tres puntos de vista: según sus actores, como un conjunto de funciones, o por sus instituciones.

La misión del gobierno es crear un sistema de auto-protección social para y con todas las personas que viven en el Estado, que sea seguro al largo plazo, autofinanciable, de muy buena calidad y sin corrupción. Prioritariamente asegurar el futuro de la salud, educación, trabajo, sustento y vivienda.

A diferencias de las ONG, la estrategia del gobierno es recaudar aportes obligatorios de todos los miembros del Estado, hechos en dinero, para construir infraestructura y empresas de servicios públicos.

Los expertos en ciencias políticas clasifican las diferentes clases de gobierno de diversas maneras. A este respecto, la Encyclopædia Britannica explica: “Existe la distinción clásica entre gobiernos según la cantidad de gobernantes: el que es ejercido por un solo hombre (monarquía o tiranía), por una minoría (aristocracia u oligarquía), o por la mayoría (democracia)”.[cita requerida]

A veces los gobiernos se clasifican según sus instituciones más importantes (parlamentarismo, gobierno de un gabinete), según sus principios básicos de autoridad política (tradicional, carismático), según su estructura económica, o según su uso o abuso del poder. “Aunque ninguno de estos principios de análisis abarca todo aspecto —comenta esta obra de referencia—, cada uno tiene cierta validez.”[cita requerida]

Históricamente, el primer gobierno se forma en la tribu, como una forma de coordinar el pleno aprovechamiento de los Recursos Humanos, Naturales, Instalaciones y Herramientas, etc. de la misma, para generar el máximo de satisfactores que satisfagan las necesidades de la tribu, en alimentación, seguridad, vestido, alojamiento, educación, etc.

Después, se ha establecido el "Ejecutivo" como ente coordinador, el "Legislativo" como generador de leyes y el "Judicial" como encargado de hacer que las leyes se cumplan.

Actualmente hay un grupo de investigadores y empresas seriamente preocupados por el hecho de que el gobierno es una organización de autoprotección social poco segura al largo plazo, que tal vez no sea capaz de asegurar los servicios de protección social a futuro, cuando la especie alargue su esperanza de vida por encima de los 100 años. Estos investigadores están desarrollando ONG alternativas.

Soberanía

La soberanía es el derecho que tiene el pueblo a elegir a sus gobernantes, sus leyes y a que le sea respetado su territorio. Según esto, habría que considerar que el derecho se tiene frente a alguien y porque alguien lo concede; en consecuencia, habría que convenir que la soberanía, más que un derecho, es el "poder". Un poder al modo que recoge Jean Bodin en su definición de soberanía.

Según la clásica definición de Jean Bodin, recogida en su obra de 1577 Los seis libros de la República, soberanía es el «poder absoluto y perpetuo de una República»; y soberano es quien tiene el poder de decisión, de dar leyes sin recibirlas de otro, es decir, aquel que no está sujeto a leyes escritas, pero sí a la ley divina o natural. Pues, según añade Bodin, «si decimos que tiene poder absoluto quien no está sujeto a las leyes, no se hallará en el mundo príncipe soberano, puesto que todos los príncipes de la tierra están sujetos a las leyes de Dios y de la naturaleza y a ciertas leyes humanas comunes a todos los pueblos».

Esta inicial definición muestra en síntesis la amplitud del concepto de soberanía, que, como tal, viene perdurando a través de los tiempos, aunque no exento de variaciones a lo largo de la historia en su intento de justificar el devenir del sujeto de la soberanía (el Pueblo, la Nación, el Estado, etc.).

Socialismo

El socialismo es el control por parte de la sociedad, organizada como un entero, sobre todos sus elementos integrantes, tanto los medios de producción como las diferentes fuerzas de trabajo aplicadas en las mismas.1 El socialismo implica, por tanto, una planificación y una organización colectiva y consciente de la vida social y económica.2 Subsisten sin embargo criterios encontrados respecto a la necesidad de la centralización de la administración económica mediante el Estado como única instancia colectiva en el marco de una sociedad compleja,3 frente a la posibilidad de formas diferentes de gestión descentralizada de la colectividad socialista, tanto por vías autogestionarias como de mercado. Existen también discrepancias sobre la forma de organización política bajo el socialismo para lograr o asegurar el acceso democrático a la sociedad socialista a clases sociales o poblaciones,4 frente a la posibilidad de una situación autocrática por parte de las burocracias administrativas.5

Las formas históricas de organización social de tipo socialista pueden dividirse entre determinadas evoluciones espontáneas de ciertas civilizaciones de carácter religioso y las construcciones políticas establecidas por proyectos ideológicos deliberados. De éstas se destacan, respectivamente, el Imperio Inca6 y la Unión Soviética.

Socialismo y comunismo

A diferencia de lo que sucede con el concepto de "comunismo" (término cuya utilización se remonta a Platón), en el cual la contribución a la producción común es libre y no planificada mientras que el consumo se vive en común,8 la palabra "socialismo" (que apareció por primera vez en 1834 bajo los auspicios de Robert Owen) describe la organización colectiva de la producción y la distribución en tanto el consumo permanece siendo particular.9 En el siglo XIX en proceso de proletarización masiva por el ascenso del capitalismo industrial, la idea socialista evolucionó como concepto e ideología de economía política proponiendo un sistema social, económico y político basado en la organización consciente (planificada) de la producción de acuerdo a unos fines preestablecidos de contribución al bien general: sería el denominado movimiento socialista (en algunos lugares movimiento para la reforma del trabajo).

Con el surgimiento del "marxismo", los medios socialistas y los fines comunistas son absorbidos y reformulados dentro de una sola doctrina que entiende ambos sistemas como dos pasos históricamente necesarios en el desarrollo de una sociedad escindida por la lucha de clases hacia una etapa comunista final sin clases. El movimiento comunista, que ya había surgido colectivistas de la Revolución francesa como movimientos remanentes (véase el comunismo de Babeuf y la Conspiración de los Iguales) y había dejado de ser un activismo social cambiante durante diferentes períodos históricos para convertirse en activismo político, se transforma en partido e ideología gracias a la introducción por parte de Karl Marx de las ideas de los doctrinarios socialistas (por entonces tomadas seriamente), adoptando un sólido cuerpo doctrinal del que carecía. Mientras que gracias al marxismo las ideas socialistas y comunistas se desprenden del idealismo y se unifican en un solo movimiento ideológico llamado Comunismo.

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