PABLUCHA

PABLUCHA

La mañana estaba fría y Pablucha se levantó para hacer sus deberes diarios y al finalizarlos poder ir a acompañar un rato a Chaska a pastar al ganado. Desde muy niños, Pablucha y Chaska eran amigos, vivían en casas colindantes y siempre iban a pastar al ganado juntos.

Chaska era una niña un poco enfermiza, no tenía muy buena salud por lo cual ella iba cada cierto tiempo a la ciudad del Cusco para su revisión médica. Durante esos tiempos que Chaska viajaba al Cusco, Pablucha rezaba al Señor de Qoyllur Riti para que ella pudiera volver sana y salva y así poder seguir jugando juntos.

Al pasar unos años, la salud de Chaska había mejorado considerablemente por lo cual ella ya no tenía que viajar al Cusco; al enterarse de ello, Pablucha decidió hacerle un pequeño presente a Chaska. Una semana antes del cumpleaños de Chaska, Pablucha decidió viajar al Cusco y poder comprarle un regalo, y le compro un osito de peluche de pelaje negro y con el pecho de color mostaza.

El día del cumpleaños de Chaska, llego un hacendado al pueblo y este quería comprar el terreno de los padres de Chaska y también quería llevársela a ella. En un principio los padres de Chaska no lo aceptaron, pero luego acordaron que solo se llevaría a Chaska pues le daría una mejor vida. El hacendado exigió que la parte más importante del trato era el terreno y que de una forma u otra lo iba a conseguir, así que pidió la mano de Chaska en matrimonio y así poderse quedar con el terreno.

El rumor corrió por todo el pueblo y Pablucha se enteró de eso, la noticia le afecto mucho pues él se había enamorado de ella y la quería demasiado, así que subió al nevado Sinakara y llorando pidió a Dios que proteja a Chaska y que la mantenga alejada de todo mal. El hacendado cansado de esperar a que se prepare el matrimonio y así poder apropiarse del terreno decidió llevarse a Chaska al nevado y así poderla matar y apropiarse del terreno.

En ese momento Pablucha estaba bajando del nevado y vio a Chaska forcejeando para liberarse del hacendado y así huir, Pablucha corrió donde estaban ellos y empujo al hacendado haciendo q este cayera al suelo y se golpee la cabeza con una piedra que había por ahí. Pablucha cogió de la mano a Chaska y salieron del nevado. Al llegar al pueblo Pablucha conto lo sucedido y dejo a salvo a Chaska confesándole su amor y haciendo una promesa: “siempre te protegeré, pase lo que pase” y regreso al nevado para ver si estaba a salvo el hacendado.

Al subir no encontró al hacendado así que decidio volver, pero el hacendado estaba escondido y lo agarro por la espalda y en una ardua lucha gano Pablucha.

- Aléjate de aquí y no vuelvas más, tu dinero y avaricia no son bienvenidos en este pueblo – dijo Pablucha y el hacendado se fue para siempre de ese pueblo.

De esta manera, el hacendado se fue y nunca mas se supo de el,

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