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Paraloscopia

Azulgris26 de Junio de 2014

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COLECISTECTOMIA

La Colecistectomía, es una intervención clínico – quirúrgica que consiste en la extracción la vesícula biliar. La razón más común para llevar a cabo una colecistectomía es remover las piedras o cálculos que causan el cólico biliar (dolor agudo en el abdomen causado por un espasmo o bloqueo del conducto biliar) o para remover una vesícula infectada o inflamada. A pesar del desarrollo de técnicas no quirúrgicas, es el método más común para tratar distintas enfermedades de la vesícula biliar.

Las opciones quirúrgicas incluyen la colecistectomía laparoscópica y la más antigua e invasiva la colecistectomía abierta o laparotomía.

VESICULA Y PATOLOGÍA BILIAR

La vesícula biliar, es un órgano pequeño con forma de pera ubicado debajo del hígado. Diariamente se producen entre 3 a 5 tazas de bilis y se almacena en la vesícula biliar. Es un líquido producido por el hígado para digerir las grasas. Cuando el estómago y los intestinos digieren los alimentos, la vesícula libera bilis a través de un tubo denominado conducto biliar común, este conducto conecta a la vesícula y al hígado con el intestino delgado.

PATOLOGÍAS ASOCIADAS

La vesícula causa problemas si algo obstruye el flujo de bilis a través de los conductos biliares. Colelitiasis comúnmente conocida como cálculos biliares o litiasis biliar, son depósitos endurecidos, o sea, cálculos de fluido digestivo que se forman en la vesícula biliar; Estos cálculos pueden ser tan pequeños como granos de arenilla o, en ocasiones excepcionales, tan grandes que ocupan toda la vesícula. La mayor parte, sin embargo, suelen ser de tamaño intermedio, es decir de menos de 20 mm. Aproximadamente una pulgada.

Cuando el cálculo se encuentra dentro del conducto biliar llamado colédoco, la patología se denomina Coledocolitiasis, que es la ocupación total o parcial del conducto por los cálculos, produciendo la obstrucción del mismo, y estos se forman cuando hay sustancias en la bilis que se endurecen. Las crisis por cálculos suelen presentarse después de las comidas y son más comunes entre los adultos mayores, las mujeres y personas con sobrepeso, también se asocia a dietas ricas en grasas y azúcares pero pobres en fibra vegetal (Escrito por Natalia Dudzinska Camarero, bióloga). El tratamiento más común es la remoción de la vesícula biliar. Afortunadamente, no es un órgano imprescindible para la vida.

Los cálculos de colesterol, están estrechamente relacionados con los hábitos de nutrición de los pacientes; las dietas ricas en grasas favorecen la aparición de estas formaciones colesterínicas. En el caso de las formadas por la bilirrubina, son resultado de un aumento de la misma en el organismo a causa de algún otro tipo de trastorno como: cirrosis, insuficiencia hepática (supone un deterioro de todas las funciones que lleva a cabo el hígado, entre ellas la síntesis y excreción de bilis) o anemia hemolítica.

Otra patología asociada es la Colecistitis, que es la inflamación de la vesícula, la cual puede surgir repentinamente (aguda) o a través de un período de tiempo más largo (crónica), se perfora, revienta, se filtra o gotea, lo cual sucede en raras ocasiones, pero que puede causar la muerte de la persona. La sintomatología de este cuadro tiene características claras y se le denomina Cólico Biliar.

Los síntomas más comunes son:

 Dolor punzante en la parte alta central o derecha del abdomen, debajo de las costillas, e irradiado a espalda y hombro derecho.

 El dolor habitualmente es constante y no cólico, dura de una a cuatro horas y no se alivia con los movimientos intestinales.

 Fiebre baja.

 Náuseas, vómitos ( que se presenta al comienzo del cólico, es de poca cuantía y no alivia al enfermo) y sentirse como hinchado o inflamado.

 Ictericia (color amarillento de la piel) la cual puede ocurrir si las piedras o cálculos se encuentran en el conducto biliar común.

Una vez hecho el diagnóstico, el tratamiento más común es la remoción de la vesícula biliar. Afortunadamente, no es un órgano imprescindible para la vida. La bilis tiene otras vías para llegar al intestino delgado.

La vesícula biliar perforada, es la condición que existe cuando ésta revienta, se filtra o gotea, lo cual sucede en raras ocasiones, pero que puede causar la muerte de la persona.

COMPLICACIONES DE LOS CALCULOS BILIARES

En muchos pacientes los cálculos permanecen “mudos”, es decir asintomáticos y plantean pocos problemas de importancia. No obstante, cuanto más tiempo hayan estado presentes, mayor será la probabilidad de que causen complicaciones. En un paciente determinado, la probabilidad de que un cálculo mudo produzca malestar es de aproximadamente el 3% por año. Así pues, al cabo de 20 años la mayor parte de las personas que tienen cálculos asintomáticos acabarán por experimentar síntomas; una vez aparecidos persisten y si el problema afecta a personas mayores, el tratamiento puede hacerse mucho más difícil, sobre todo si la persona tiene otros problemas médicos.

A medida que aumentan de tamaño, los cálculos pueden obstruir el orificio de salida de la vesícula biliar y con ello dar lugar a trastornos de carácter serio. La obstrucción puede comenzar en forma gradual u ocasional, acompañada de inflamación de la vesícula (colecistitis crónica), y terminar en obstrucción total con inflamación aguda de la vesícula; cuadro que exige intervención quirúrgica.

Los exámenes más comunes que se realizan para pesquisar estas patologías son el ultrasonido abdominal, que es el más común para determinar si existen cálculos en la vesícula; exámenes de sangre, escaneo HIDA (examen de imagen para revisar la función de la vesícula biliar), etc.

TRATAMIENTO QUIRURGICO

Una cirugía es el procedimiento recomendado para el dolor de vesícula causado por cálculos y es el único tratamiento que existe para la colecistitis aguda.

La colecistectomía puede realizarse por vía laparoscópica que es la más común. El cirujano hace 4 incisiones pequeñas en el abdomen. Se inserta entonces un puerto (tubo de goma) dentro de una de las incisiones y se infla el abdomen con un gas llamado bióxido de carbono, este procedimiento le permite al cirujano ver más fácilmente la vesícula biliar. A través de otra de las incisiones o puerto se inserta un laparoscopio; este instrumento parece un telescopio con una luz y una cámara de video en su punta, que ayuda al cirujano para que éste pueda ver dentro del abdomen. En las otras 2 incisiones se insertan otros instrumentos quirúrgicos los cuales se utilizan para remover la vesícula biliar. El cirujano puede comenzar con ésta técnica y luego verse en la necesidad de cambiar a una laparotomía o colecistectomía abierta. El procedimiento completo demora entre 1 a 2 horas.

Laparotomía o Colecistectomía abierta es la cirugía en la cual la vesícula biliar es removida a través de una incisión de 6 pulgadas de largo aproximadamente en la parte superior derecha del abdomen, en la región subcostal derecha, la incisión es sujetada por unas abrazaderas para realizar la extracción. El lugar de la incisión se cierra engrapándolo o suturándolo y se puede colocar un tubo pequeño de drenaje desde dentro del abdomen hacia el exterior; esta manguera de drenaje es removida luego en un hospital. Este procedimiento completo dura de 1 a 2 horas.

Las ventajas de la vía laparoscópica son:

 Menos dolor.

 Estadía hospitalaria más corta.

 Retorno anticipado a las actividades habituales

 Menos fibrosis abdominal

El tratamiento de disolución de los cálculos por vía oral, o sea, sin cirugía, tiene una eficacia limitada y es costoso. La Colecistectomía percutánea (procedimiento terapéutico que consiste en alojar un catéter de drenaje estéril en el interior de la vesícula para la extracción de la bilis mediante acceso percutáneo directo con control ecográfico o de Tomografía computarizada) es un tratamiento aceptable para pacientes graves con colecistitis aguda.

En cuanto a los drenajes, en la colecistectomía abierta, aún es un tema de debate considerable. Los cirujanos utilizan los drenajes principalmente para impedir un absceso subhepático o una peritonitis biliar, por una fuga biliar no drenada. Otros cirujanos no utilizan sistemáticamente los drenajes debido a que informes indican una mayor incidencia de infecciones de la herida, infecciones respiratorias, y aumento de la temperatura post operatoria. Además, los drenajes no cumplen la función para la cual están pensados, como prevenir la peritonitis biliar y las colecciones subhepáticas lo cual puede requerir intervenciones adicionales, como una nueva cirugía.

Si el cuadro remite puede considerarse la colecistectomía una vez que han desparecido los cambios inflamatorios agudos en el paciente.

La colecistectomía abierta o laparotomía puede ser el abordaje adecuado para determinados conjuntos de pacientes. Esto puede incluir cirrosis, masa a nivel de la vesícula, sospecha de malignidad, cirugía previa abdominal amplia y tercer trimestre avanzado del embarazo. Fuera de éstos casos la vía laparoscópica es factible en la mayoría de los pacientes. La conversión a cirugía abierta puede ser necesaria a causa de bridas (banda de tejido fibroso que produce adherencias entre dos o más

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