ROMANCEADA

SERGIO, UN PIANISTA HECHO CON PASIÓN

Sergio tocando Patas dilo

Confiado de mi memoria, tomo un taxi con el fin de llegar a la casa de aquel músico que admiro, faltan diez minutos para las dos, voy bien para cumplir mi cita.

-Vamos al barrio La Carola por favor. Digo al taxista.

- con gusto responde

Unos cinco minutos pasaron y el conductor pregunta, ¿por dónde?

-Voy a la carrera 57 con calle decima, número diez… mmm

Lo olvidé, siempre me pasa cuando me confío, pero resuelvo la situación diciéndole al conductor, déjeme en la carrera 57 con décima.

Es un barrio concurrido y comercial, entonces pregunto en una tienda de allí.

Por casualidad ¿conoce usted a un músico pianista que vive por aquí?

El tendero contesta

-Pues hermanito, bajando tres casitas por este andén, en una casa blanca con garaje negro, vive un muchacho que toca teclados, él es cieguito, es el único por aquí.

Con la descripción del amable tendero supe que hablábamos del mismo personaje, Sergio Andrés Bermúdez Marín.

Golpeo la puerta garaje un par de veces, me abre una amable señora, yo sé, ella es su mamá, me dice

-Siga por aquí, Sergio está en la pieza de él, bien pueda.

La sigo y observo bien la casa mientras camino, entro por el garaje, paso a la cocina donde estaban los platos en los que recientemente habían almorzado y a la izquierda de allí una puerta, el cuarto del músico.

Cuando entro, lo veo sentado en su cama, el único sitio para sentarse, fuera de la silla del piano que tiene en su habitación.

Escucho de su voz un tímido, buenas tardes, mientras estira la mano en otra dirección a la que yo estoy.

Me direcciono a su mano, la estrecho y contesto su saludo.

Es un cuarto muy oscuro, sin cuadros ni adornos, ordenado por lo poco que hay allí dentro, una cama, un nochero, un ropero y su piano, sobra mucho espacio allí.

Él viste de jean, camiseta colorida y unos tenis negros, muy sencillo; El cabello llega a sus hombros, su barba en crecimiento, él no es muy alto, creo que un metro con sesenta y cinco centímetros es su estatura y 24 años su edad.

¿Y qué lo trae por aquí?

Las ganas de charlar con usted.

Me doy cuenta que la entrevista va a ser muy agradable, es él quien rompe el hielo.

Quiero saber hace cuanto toca el piano.

Yo empecé en la música hace como quince años, inicie en los cursos que dicta Confamiliares en la escuela integral de arte, luego pasé a Bellas Artes en los cursos básicos y también alternadamente pues recibía clases particulares y posteriormente empecé a estudiar la licenciatura.

Se para y dominando el terreno llega hasta la silla de su piano, creo que quedó muy satisfecho con el almuerzo, pues tiene la correa suelta y el pantalón sin abotonar.

Toca una melodía como para no sentirse nervioso, es mi impresión.

¿Qué toca?

A, nada, sonríe, pues cualquier cosa.

Es verdad no es algo creado, se nota que esta improvisando pero la música es bonita.

A Sergio le gusta el piano por ser un instrumento completo y difícil, ser invidente lo hecho trabajar el doble que los demás, maneja la notación musical en braille, pero el material es muy escaso, la colaboración de otros músicos y la memoria son sus aliados a la hora de los shows. Las instituciones educativas del país, no están preparadas para enseñar a una persona invidente o con alguna discapacidad.

Él vivió una niñez igual a la de cualquier niño, estudió en colegios normales

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