Reciclaje
serge00813 de Octubre de 2014
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Residuos Orgánicos e Inorgánicos
Para generalizar, podemos decir que los residuos domiciliarios se dividen
en orgánicos y no-orgánicos o inorgánicos.
Residuos orgánicos: son biodegradables (se descomponen
naturalmente). Son aquellos que tienen la característica de poder
desintegrarse o degradarse rápidamente, transformándose en otro tipo
de materia orgánica. Ejemplo: los restos de comida, frutas y verduras,
sus cáscaras, carne, huevos.
Residuos no orgánicos (o inorgánicos): son los que por sus
características químicas sufren una descomposición natural muy lenta.
Muchos de ellos son de origen natural pero no son biodegradables, por
ejemplo los envases de plástico. Generalmente se reciclan a través de
métodos artificiales y mecánicos, como las latas, vidrios, plásticos,
gomas. En muchos casos es imposible su transformación o reciclaje; esto
ocurre con el telgopor, que seguirá presente en el planeta dentro de 500
años. Otros, como las pilas, son peligrosos y contaminantes.
Reciclaje de residuos orgánicos domiciliarios
¿Por qué reciclar? Porque haciéndolo nos sentimos responsables de
nuestros actos como consumidores y ejecutamos un acto de amor hacia
nuestro planeta.
¿Para qué reciclar? Para contribuir a mantener nuestro pueblo más limpio
y una calidad de vida digna de sus habitantes.
Primero debemos tener en cuenta que para poder aprovechar nuestros
residuos tendremos que separarlos usando un recipiente para los
orgánicos y otro para los inorgánicos.
Los residuos orgánicos que generamos en nuestro domicilio son una
fuente de nutrientes muy buena para enriquecer el suelo. Tanto si
tenemos una huerta como un jardín, vivamos en el campo o en la ciudad,
podemos utilizar estos residuos como abono que se puede obtener a
través de un lombricario o de un cajón de compost.
¿Y los residuos inorgánicos?
En general, nuestros residuos inorgánicos domiciliarios están compuestos
por: papel y cartón, plásticos, metales, elementos de control sanitario
(pañales, toallas higiénicas, algodones, etc), vidrios, y otros (madera,
trapos, cuero, goma, pilas).
Como consumidores responsables, podemos reducir la cantidad de
residuos domiciliarios mediante dos sencillas acciones:
Evitando comprar artículos innecesarios.
Evitando la compra de artículos que tengan muchos envoltorios y envases
desechables o no reutilizables (bandejas de telgopor, bolsas plásticas,
etc.)
Cuando vayamos de compras al almacén o al supermercado, podemos
hacernos las siguientes preguntas: ¿realmente necesito este artículo?
¿Puedo comprar el mismo artículo sin tanto envoltorio? ¿Qué utilidad
puedo dar al envase que lo contiene?...
Este sencillo ejercicio nos hace más concientes y responsables como
consumidores.
Reutilización y reciclado
Hay otra acción que se puede llevar a cabo tanto en los hogares como en
las escuelas, y consiste en clasificar los residuos orgánicos para ver cómo
se puede manejar cada uno de ellos por separado. Para ello necesitamos
5 cajas de cartón de aproximadamente 30 cm por 40 cm de base por 30
cm de alto, cada una para un tipo de residuo, divididas de la siguiente
forma:
1. Papel y cartón: hay que disponerlos planos porque arrugados ocupan
más espacio; las cajas se pueden desarmar y aplanar.
2. Plásticos: los envases se pueden cortar para colocarlos uno dentro
del otro y ahorrar espacio; las bolsas se pueden aplanar y doblar.
3. Metales: para depositar las latas limpias de hojalata
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