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SUIGINTO


Enviado por   •  20 de Mayo de 2013  •  Tesis  •  2.426 Palabras (10 Páginas)  •  223 Visitas

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SUIGINTO

Se dice que cuando un hombre y una mujer crean, gracias a la procreación, un descendiente, tienen un hijo ¿cierto? Pero ¿que pasaría cuando un hombre crea una vida gracias a su conocimiento y maestría?

Bárlon D'Rozen era conocido como el artesano que creaba las mas detalladas, hermosas exclusivas y realistas muñecas vivas de todo el territorio de Tinak, lugar conocido por sus expertos maestros muñequeros.

Los artesanos de doncellas, como a ellos les gustaba decir, eran el orgullo de la nación de Tinak ya que sus obras eran usadas para todo tipo de actividades, ya fueran domesticas, del campo, de entretenimiento e incluso bélicas, puesto que en batalla eran, a las que se las enseñaba a ello, realmente terribles. Siendo así, no es de extrañar que el deporte favorito, si es que se le puede llamar deporte, fuera la batalla entre doncellas.

D'Rozen nunca fabricaba dos doncellas iguales, puesto que después de hacer una, rompía el molde que había fabricado para crearla. Debido a esto D'Rozen se gano el gusto de los nobles de la nación, colocando sus obras entre las mas codiciadas de todo el Reino.

Un día, después de entregar un encargo a uno de los nobles del reino, tropezó con una bella muchacha, pronto le pidió que fuera su modelo, como excusa para poder verla todos los días. No mucho tiempo después aquella bella muchacha se convirtió en la señora D'Rozen llevándosela a vivir con él. Juntos pasaron tiempos felices donde D'Rozen llego a ser nombrado Artesano Real.

Gracias al nuevo cargo, tenia acceso a materiales exclusivos que hacían que sus obras fuesen aun mas reales y exclusivas, como piel de salamandra para las destinadas a la guerra o como los cabellos de ninfa para las domesticas.

Después de un tiempo, el rey de Tinak, al ver sus maravillosos trabajos, le dio como regalo a elegir entre sus ingredientes más caros, dos era lo que se podía llevar. El señor D'Rozen que un principio se negó alegando que el no iba a crear ninguna para el mismo, miro a su esposa, que la acompañaba en ese momento y una idea formo en su mente.

D'Rozen acepto el regalo y le pidió, de entre todos los raros materiales, la denominada porcelana de mercurio, una porcelana muy especial debido a que al tacto, una vez trabajada, era suave y calida. Bárlon dio a elegir a su amada esposa el segundo material, esta contrariada por no saber que escoger entre tantos materiales raros y algunos ciertamente pocos agraciados a la vista, como la sangre de minotauro, vio una pequeña caja con dos plumas negras. Así es como consiguió, según denomino el Rey, las plumas caídas del cielo, que según les contó se creía que tenían la capacidad de multiplicarse pero que nunca habían conseguido demostrarlo.

Paso unos años, en el que dichos materiales permanecieron guardados sin ser utilizados en la caja fuerte de la casa de los D'Rozen, hasta que llego el momento que tanto había estado esperando Bárlon, su esposa estaba embarazada. Después de festejarlo durante días el señor D'Rozen le pidió a su esposa hacer un molde de su bello rostro. Su esposa le miro contrariada y le pregunto a su marido.

-Simple mi amor, cuando el Rey me dio a escoger los materiales que generosamente me regalo, se me ocurrió que cuando tu, mi querida flor, me dieras lo que tanto he estado esperando, haría la mas bella, real, detallada y exquisita de las doncellas para que cuando nuestro tesoro naciera tuviera, no solamente a nosotros, sino una hermana que la cuidara y amara tanto como nosotros amaremos a nuestro tesoro- dijo d'Rozen

Su esposa, contenta y feliz por la idea de su esposo, acepto gustosa ser su modelo.

Pasó el tiempo, los meses corrían y ambas vidas seguían formándose. Al cuarto mes de embarazo de la señora D'Rozen empezó a tener curiosidad de cómo conseguía que las muñecas se movieran, hablaran y tuvieran carácter y voluntad.

Ahí, tranquilo, el Bárlon le explico que todas las obras tenían, sin excepción, una Flor Mística que se fusionaba con cada parte de la obra. Dicha Flor hacia que un espíritu errante, un espíritu que se ha perdido en el paso del tiempo y aun no encuentra la forma de volver a nacer, sienta que la Flor es su cuerpo, su camino a volver al tiempo y a la vida.

-Por eso sufren al igual que una persona cuando las dañan, aman u odian, temen y veneran, son personas sin carne y sin hueso-dijo sorprendida su esposa al comprender lo que Bárlon le había contado.

-Son personas que no enferman-dijo simplemente

-pero las mandan a las guerras ¿Por qué no hacen hombres? ¡Pobres chicas!-dijo horrorizada

-al igual que mandan a mucho jóvenes para luchar por la patria mi amor, es algo inevitable y creedme que se han intentado hacer muñecas masculinas pero por extraño que parezca, solo las almas femeninas aceptan a las Flores como cuerpo- suspiro y abrazo a su esposa- calma mi vida que nuestra hija no ira nunca a la guerra pero defenderá a nuestro tesoro de quienes te quieran hacer algo

Ya satisfecha su curiosidad dejo a su marido seguir con su trabajo, pero desde entonces, siempre que las obligaciones domesticas la dejaban, iba al taller de su marido a ver como construía las partes de su hija.

Cuando apenas quedaba mes y medio para que el joven D'Rozen saliera a la luz, el señor Bárlon ya había conseguido que una alma errante aceptara la Flor Mística que su esposa había escogido de entre todas las que había fabricado y encajar todas las articulaciones de las piernas, brazos, hombros, manos y pies. Solo le quedaba fabricar la esfera que serviría de unión entro el torso y la cadera, la que le facilitaría agacharse, o como decía su amada esposa, el estomago.

-Hoy querido ¿terminaras con nuestra hermosa Suigintou?

-Debería acompañarte al mercado querida, en tu estado no deberías esforzarte en hacer la compra

-Ya me ayudara mañana Suigintou-dijo ilusionada su esposa saliendo a la calle

Bárlon empezó a fabricar la espera de unión tranquilamente sin esperar la tragedia que se avecinaba. Horas mas tarde cuando estaba a punto de terminar la esfera llamaron con urgencia a la puerta del taller. Cuando fue a abrir, fastidiado por el escándalo, se quedo de piedra, era el párroco quien venia con una mala noticia, un ladrón había acuchillado a su esposa, llevándose consigo no solo el dinero y los objetos de valor, sino también la vida de su esposa e hijo.

Cuando cerro la puerta las lagrimas de tristeza, frustración y rabia eran tales que no vio como la muñeca aun sin terminar, abría los

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