Tripti

Reseña: Después de nadar un rato Glutamito gritó: -¡Tierra a la vista! Había un enorme letrero que decía "Bienvenido al condado más grande del Cuerpo Humano, el Hígado". Descubrieron que los habitantes del Hígado se llaman hepatocitos y que el Hígado es el laboratorio del Cuerpo Humano, ya que todos los alimentos que son absorbidos por el Intestino Delgado llegan al Hígado y allí las sustancias son transformadas según las necesidades del cuerpo Humano. Por ejemplo, si la persona ha comido lo suficiente, los hepatocitos almacenan el exceso de alimento y de acuerdo a lo que necesite el Cuerpo Humano transforma unas sustancias en otras y las mandan a la sangre. En el Hígado se transforman algunas sustancias toxicas o dañinas, por lo que tiene una gran importancia para el “metabolismo”; que es el conjunto de transformaciones que sufren las sustancias en el interior del Cuerpo. El Hígado también produce una secreción muy especial llamada la “bilis” que ayuda a la digestión y absorción de las grasas. Cuando hay suficiente bilis, esta se almacena en una bolsita llamada Vesícula Biliar. Glutamito notó que no obstante toda la importancia de los hepatocitos, estos se encontraban tristes y les preguntó por qué. Un hepatocito le dijo que un día, el granjero empezó a beber pulque y de pronto, sin que nadie supiera cómo, un ejército de alcoholes nos empezó a invadir. Eran miles y al frente venía el Coronel Magueyanes. Luego con dolor recordó que miles de hepatocitos murieron ese terrible día. Triptofanito le dijo que los aminoácidos los ayudarían a librarse de esa plaga que desde esa ocasión los había atacado noche tras noche y propuso el plan de esconderse entre los cordones de hepatocitos y aguardar a que llegaran los alcoholes para darles su merecido. -"El aire huele a pulque, estén preparados", dijo Triptofanito. De pronto de todos lados aparecían miles de fieros alcoholes. Cada aminoácido peleaba contra veinte o más alcoholes. Triptofanito identificó al malvado Magueyanes y arremetió contra el villano, éste lo golpeó con fuerza y fue a dar al suelo. Pero sacando sus últimas fuerzas Triptofanito logró recuperarse y sin perder un instante golpeó a Magueyanes hasta destruirlo. Aquella noche los hepatocitos ofrecieron un banquete a los aminoácidos, hubo azúcar y copas llenas de deliciosa bilis para brindar y al hacerlo decían que esperaban que el granjero no volviera a tomar, pues de nada habría servido esta pelea. Al finalizar la fiesta Histidino (un aminoácido) decidió quedarse en el Hígado para ayudar a los hepatocitos. Quisieron continuar su viaje con destino al corazón, por lo que preguntaron a un Hepatocito, quien les sugirió que siguieran por la Vena Cava Inferior. Luego echaron a nadar pero una inmensa ola de sangre los elevó demasiado y fueron lanzados hacia otro vaso sanguíneo. Los aminoácidos no sabían donde se encontraban. Estaban perdidos.

Reto:

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