Varias Inmagenes

Te adoramos oh Cristo y te bendecimos que por tu santa cruz rendiste al mundo .Amen

Por la señal de la santa….

Alma de Cristo: Santifícame

Cuerpo de Cristo Sálvame

Sangre de Cristo Embriágame

Agua del costado de Cristo Lávame

Pasión de Cristo Confórtame

Oh buen Jesús Óyeme

Dentro de tus llagas escóndeme

No permitas que me aparte de ti

Del maligno enemigo Defiéndeme

En la hora de mi muerte Llámame

Y mándame ir a ti para que con tus santos te alabe por los siglos de los siglos

SEÑOR MIO Jesucristo , Dios y hombre verdadero, creador y Redentor mío, por ser voz quien sois y por qué os amo sobre todas las cosas, me pesa de todo corazón haberos ofendido, propongo firmemente la enmienda nunca más pecar apartándome de las ocasiones y peligro de ofenderos, confesarme a su tiempo y cumplir la penitencia que me fuera impuesta, frescote Señor mi vida, obras y trabajo en satisfacción de mis pecados, así como os suplico, así confió en vuestra misericordia infinita me los perdonares por los meritos de vuestra preciosísima sangre, pasión y muerte y me daréis la gracia para enmendarme y perseverar en vuestro santo servicio hasta el fin de mi vida. AMEN

OFRECIMIENTO

Oh María Madre dignísima de Jesús Bellísima inaccesible. Azucena de fragancia eterna. Recreo delicioso de la ciudad de Dios, donde vivirán para siempre absortos sus mobles ciudadanos y angélicas inteligencias! Tú eres, señora el relicario precioso de la más encendida caridad. Tu el tribunal supremo donde reside la misericordia con dominio absoluto, que a tu querer y voluntad dejo el Altísimo llenar las mansiones de la gloria, ¡Oh María, Madre tiernísima compasión. Bien sabes señora, que no hay penas más lastimosas que las que padecen las almas en el purgatorio. Por ellas te suplicamos, su alivio deseamos; su gloria te pedimos para este fin ofrecemos este santísimo Rosario Esa devoción es el roció divino que templa el fuego donde se abrazan aquellos afligidos espíritus. Es la apacible niebla que mitiga sus ardores, es la sombra que refriega sus incendios, es la nube que apaga ardientes llamas y es por último, lo que vos, Madre santísima, prometisteis que bajarías al purgatorio a sacar a las almas siempre que con el rosario obligasen tus amantes hijos. Cumple Señora tu palabra y gocen ya de amabilísima presencia las benditas ánimas en el cielo, para que en ti y por ti vean a Dios eternamente y te alaben en la gloria amen

SALMO DE PROFUNDIS

Desde este cautiverio de estos

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