Conclusión de TGS

Niñas, niños y adolescentes que se encuentran entre los 5 a 17 años se ven obligados a trabajar desde edades muy tempranas, en ocupaciones altamente peligrosas para su salud física y psicológica, estando en una situación de desprotección absoluta. En muchas ocasiones es algo normal para los padres ya que les puede servir para su vida adulta o para que ayuden con los ingresos de su hogar, esto lo hacen sin saber el riesgo y peligro que hay en su entorno (salud, abusos sexuales, explotación laboral y sexual, así como a los asaltos) más que a esa edad son vulnerables para realizar ciertas actividades.

El trabajo infantil nos lleva a todo un análisis de las relaciones sociales, especialmente en la diferenciación y reproducción de roles, así como la exposición diferenciada a riesgos, lo que contribuye a establecer un estatus. De tal forma tiene graves consecuencias sociales y económicas. En primer lugar, la educación se ve obstaculizada, lo cual incide negativamente en los ingresos que se pueden generar al futuro, perpetuándose de esta manera la pobreza. Igualmente, se vulnera la salud y la seguridad de los niños, niñas y jóvenes. 

La vida de estos jóvenes es muy difícil pues se ven obligados a abandonar sus estudios en la mayoría de los casos, aunque también se presenta la situación en donde trabajan y estudian a la vez.  Las duras condiciones de vida a las que se enfrentan, derivada de la discriminación y la pobreza, dan lugar a que comiencen a trabajar desde edades muy tempranas, realizando labores peligrosas, en muchos casos en el sector informal.

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