Día De Liberación

                         Día De Liberación

Era una tradición o quizá algo más; Pues sí, ya era algo común entre los habitantes de un pequeño pueblo…De hecho un hermoso pueblo: Con bellos paisajes, con acogedores  lugares, con unas amplias plazas donde se veían montones de gente a diario, algunos de ellos turistas y los otros, que eran la gran mayoría, no eran más que habitantes del pueblo, que deambulaban por las calles como de costumbre, dialogando amigablemente con sus vecinos, las sonrisas abundaban en aquel pueblo y lo único que perturbaba ese ambiente de armonía eran los llantos de los niños, los que con tristeza, no se podían contener las lágrimas después de que sus padres no les compraran un helado.

Era un pueblo común y corriente solo que con una singular peculiaridad, que era esa armonía en el ambiente que generaba tranquilidad absoluta, o al menos así era durante 364 días al año, días en donde todo era bondad, armonía y paz, donde nadie se negaba a un favor y donde todos se ayudaban mutuamente, días en los que dicho pueblo era todo un paraíso, no había ni la más mínima expresión de envidia ni odio, era sencillamente el mejor lugar para vivir.

Pero tristemente nada es perfecto y el paraíso no existe; Ya que durante ese día, durante ese único día al año, toda esa armonía y tranquilidad del pueblo se desvanecía por completo y se transformaba en caos, muerte, y sangre, mucha sangre. Es un día en el cual todos y cada uno de los delitos son legales, si así es, un día en el que matar despiadadamente a otra persona no tiene ni el más mínimo castigo, un día en el que portar armas e utilizarlas es completamente permitido, era eso, un día de plena libertad.

Dicho día, ya era un todo evento para el pueblo, era un día que aunque los habitantes no lo demostraran, siempre esperaban con ansias y de igual manera se preparaban a para este; Para el pueblo, este día era algo tan normal y esperado como para nosotros lo es Halloween, era una fecha que todos tenían marcado en sus calendarios, era un 1 de julio, un día conocido ya como tradición del pueblo, una tradición de la cual nadie nunca se preguntó su origen, ni tampoco su razón, pero que sin importarles , siempre festejaban dicha fecha y dicho evento con una euforia que sobrepasaba y dejaba atrás sus modales y toda su educación.

A finales del mes de junio, ya a pocos días del tan esperado 1 de julio, los habitantes, conseguían las armas necesarias para dar honor a este día, el día de la liberación, porque esa es la mejor definición que se le puede dar, un día donde los habitantes podían liberar esa fiera interior, donde podían dejar salir ese animal salvaje que habitaba en ellos y que se camuflaba detrás de una sonrisa ,de un buen gesto o una buena acción, era el día que les permitía mostrar y ser esa bestia que se llenó de rencor y odio durante el año, bestia que con ansias esperaba su momento indicado para mostrarse y liberarse del odio y la furia, una bestia sin principios ni razón, una bestia que solo piensa en que tiene 24 horas para liberar toda esa maldad interior que no pudo demostrar en ninguno de los otros 364 días del año, una bestia que solo quiere matar y matar, desahogarse de la forma más cruel posible, una bestia que no le importa la edad ni sexo de su víctima, una bestia que quiere mostrar la verdadera cara y personalidad de ese vecino amable y educado.

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