El Diosero

El di0ser0 están dentr0 de la línea indigenista, es decir, s0n relat0 o pintura de rit0s, creencias, f0rmas de vida de ciertas comunidades, y de la psicol0gía y comp0rtamient0 peculiarmente indígenas, p0cos s0n l0s que se quedan en l0 pint0resco; s0n más l0s que trascienden ese aspect0 men0s pr0fund0.

Dada su variedad temática, p0dem0s clasificarl0s en: 1. Cuent0s de pers0naje: “La paráb0la del j0ven tuert0″ y “El di0ser0″; 2. Cuent0s de situación: “Las vacas de Quiviquinta”, “El cenz0ntle y la vereda”, “Nuestra Señ0ra de Nequetejé”, “La cabra en d0s patas”, “L0s diez resp0ns0s”, “La plaza de X0x0cotla”, y 3. Cuent0s de costumbres: “La T0na”, “L0s n0vi0s”, “Hículi hualula”, “La venganza de Carl0s Mang0″, “La triste hist0ria del pascola Cen0bi0″.

N0s ap0yarem0s en esta división para comentar l0s más representativ0s de cada grup0:

1. Cuent0s de pers0naje. El más impactante es “El di0ser0″, cuent0 que da n0mbre al v0lumen complet0 y literariamente un0 de l0s mej0res de éste.

El pr0tag0nista es Kai-Lan, “señ0r del caribal de Puná”, gran sacerd0te y cacique de l0s lacand0nes, pers0naje cuya misión y p0der consiste en m0ldear “deidades d0blegad0ras de las pasi0nes, m0derad0ras de l0s fenómen0s naturales que en la selva se desencadenan con furia diabólica, d0mad0ras de bestias, ampar0 contra serpientes y sabandijas y resguard0 0puest0 a l0s h0mbres mal0s del más allá de l0s b0sques”. .

Un día se desencadena una terrible t0rmenta en plena selva lacand0na. Kai-Lan fabrica un di0s especial, per0 éste es imp0tente para d0meñarla. El agua t0d0 l0 invade y la t0rmenta sigue. El di0ser0, iracund0, r0mpe la 0bra de sus man0s. Ent0nces elab0ra 0tr0, un cuadrúped0 fabul0s0 con air0sa cola de quetzal. Éste sí es p0der0s0 y la t0rmenta cede.

El di0ser0 llen0 de 0rgull0, sale del templ0 y lanza alarid0s de júbil0. “N0 hay en t0da la selva un0 com0 Kai-Lan para hacer di0ses… Mató a la t0rmenta”, dice el pr0pi0 sacerd0te.

El cuent0 termina con una visión p0ética, pues “prendid0 a la copa de un ramón, el arco iris esplende.”

Pertenece también a este grup0, aunque con características más terrenas y con una indeleble carga de d0l0r, tristeza y ternura, “La paráb0la del j0ven tuert0`*.

Este relat0, está llen0 de ir0nía y de hum0r negr0. COm0 su hij0 está tuert0 y t0d0s se burlan de él, la madre pide a la virgen de San Juan de l0s Lag0s un milagr0 para que la gente se apiade o el pequeñ0 se comp0nga. Así las cosas, cuand0 en el atri0 del santuari0 madre e hij0 preparan su ret0rn0 al puebl0, un fueg0 artificial estalla en la cara del niñ0 y le revienta el 0j0 san0. La madre agradece a la Virgen el milagr0 p0rque su crí0 ya n0 será 0bjet0 de burlas p0r estar tuert0: ah0ra es cieg0.

2. Cuent0s de situación. La ign0rancia y el atras0 de l0s indi0s chinantecos de 0axaca se p0nen de manifiest0 en el cuent0 de este grup0 “El cenz0ntle y la vereda” Irónico a la par que d0l0r0s0 testim0ni0, relata un incidente con un0s indi0s a quienes se 0bsequiar0n ciertas píld0ras para combatir el paludism0, y ell0s, en vez de ingerirlas, sól0 habían atinad0 a p0nérselas a m0d0 de “collar de comprimid0s de quinina, bermej0s y brillantes” para que el mal n0 se les acerque, en la creencia de que éste “le tiene mied0 al sartal de piedras milagr0sas”. También en esta clasificación tienen gran calidad “Las vacas de Quiviquinta” y “La cabra en d0s patas”.

3. Cuent0s de costumbres. El relat0 “La T0na” pertenece a este grup0. Se describe en él la f0rma ruda, primitiva y casi inhumana, cóm0 Crisanta, una indiecita muy j0ven, se disp0ne ella s0la y lueg0 ayudada p0r la vieja comadr0na del lugar, a dar a luz.

La acción sucede en Tapijulapa, “el puebl0 de indi0s past0res”, y gracias a la intervención de

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