El precariado

El PRECARIADO

Origen precariedad

Crash financiero de 2008 + políticas economistas neoliberales  resultado entre 2000 y 2010 cientos de miles de personas perdieron sus hogares cuando los bancos impusieron la ejecución de sus hipotecas y en  2013 más de la mitad de los jóvenes españoles al sin empleo viviendo de subsidios. Dicha situación fue debilitando las instituciones de solidaridad apostando por el modelo neoliberal del capitalismo a favor de la globalización y del consumo insostenible del mercado.

La configuración del mercado laboral español se basaba en las dictadas en 1939 por el propio Franco de las cuales ofrecían a los empleados una sólida seguridad en el empleo y derechos de negociación colectiva para promover la armonía social en ausencia de democracia. Con el fin de Franco, la izquierda política se opuso a los cambios favoreciendo, de este modo, un mercado laboral paralelo que por un lado existía esa rigidez protectora hacia las relaciones laborales y por otro lado las necesidades propias de la globalización y el consumo.

El principal error de los sindicatos fue, durante las décadas de 1980 y 1990, resistirse a la flexibilización de las relaciones laborales dado que deberían haberla aceptado y obtener, a cambio una negociación con el Estado con el fin de proporcionar una seguridad económica como derecho universal.

Con la flexibilización anteriormente mencionada, se debería haber aceptado el empleo temporal y no considerarlo como un enemigo en sí, sino una herramienta que permitiría adaptar el modelo económico español a la competitividad dada por la globalización. El objetivo principal debería haber sido el proporcionar una seguridad básica  en la que permitiese reducir los costes del paso de un empleo a otro y reducir las fluctuaciones salariales de los trabajadores y de este modo permitiría “a los precarizados mantener una carrera profesional, esencia de la ciudadanía ocupacional” (Standing, 2009).

Por lo contrario, concedieron prioridad a la lucha por el empleo estable trataron de defender desesperadamente el empleo fijo (para una mano de obra envejecida) tratando el precariado como una cuestión política limitando el número de empleados temporales y pretendiendo que las condiciones dichos contratados pareciesen más a al contratado fijo. Todo ello constituiría una defensa del laborismo y con ello el estatuto de los trabajadores que mediante a la adhesión de una negociación colectivas centralizada y sectorial permitiría el precariado creciera en condiciones innecesariamente inseguras.

En este apartado trataremos de explicar por encima que es y los elementos que forman la precariedad laboral.

En este aspecto hay numerosos autores que indican que la

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